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CARTA ABIERTA

“Nos ha dado la espalda”, las editoriales responden a la Feria del Libro

Las editoriales afectadas por la decisión de la Feria del Libro de Madrid de situar a los sellos pequeños en la isleta central del evento, según explicó el director de la Feria Manuel Gil el pasado domingo, han escrito un comunicado conjunto, firmado por 30 empresas.

En él, las editoriales aseguran que estar situados en ese lugar central y no en los laterales provocaba que esas casetas fueran menos visitadas “porque [el público] no estaba familiarizado con ella y porque alternaba expositores, chiringuitos y casetas institucionales”. Gil lo denominó “espacio experimental” y ese es el nombre que se ha dado así mismo este grupo, Editoriales del Espacio Experimental. “No sabíamos que la Feria nos estaba sacrificando conscientemente”, dicen.

Las editoriales, que hablan de “agravio comparativo”, esperan de la Feria acciones como un comunicado aclaratorio, el compromiso de que no se repetirá en futuras ediciones de la Feria o una compensación a los afectados, mediante devolución de la cuota de expositores o rebaja en la próxima edición. En lugar de esto, la respuesta de la organización ha sido el “silencio”, según afirman en esta carta abierta.

Un sector de la organización de la Feria, una iniciativa del Gremio de Libreros de Madrid, ha manifestado su descontento con la dirección de Manuel Gil, cuyo futuro se dirimirá en la Junta del Gremio de este jueves.

Carta abierta

Comunicado de las Editoriales del Espacio Experimental

Organizar un evento como la Feria en estas condiciones es difícil: ha habido que recortar el espacio y muchas casetas nos vimos confinadas a una isleta central, que el público visitó menos porque no estaba familiarizado con ella y porque alternaba expositores, chiringuitos y casetas institucionales. Daba igual, porque necesitábamos salir de las oficinas y reencontrarnos con los lectores y lectoras. Al igual que otros años te toca sol o sombra, una ubicación centrada o esquinada, en esta edición tan especial aceptamos con resignación (o con humor) el resultado del “sorteo”. Pero el domingo, cuando estábamos a punto de echar el cierre y recoger la caseta, se publicaban estas declaraciones del director de la Feria, Manuel Gil, a elDiario.es: “Fue una decisión estudiada y pusimos en la isleta a editoriales de catálogos pequeños y a aquellas que tienen la necesidad de rejuntarse con otras editoriales”. Se habla ya de que las editoriales de lo que Gil llamó el “espacio experimental” facturaron un 40% menos que las otras. Teniendo en cuenta que la organización tiene perfectamente mapeado el espacio, cabe deducir que el “experimento” no era tal, puesto que sabían cuáles serían las consecuencias y por eso nos mandaron allí.

La pandemia de la COVID-19 ha tenido efectos desiguales en el mundo del libro: mientras que Amazon disparaba sus ventas, las pequeñas librerías han tenido que lidiar con una situación casi insostenible. Algunas editoriales, por las características de su público, han podido conservar sus niveles de ventas, pero otras hemos sufrido serias pérdidas. Durante dos años, hemos tenido que sobrevivir prácticamente sin ferias, festivales, presentaciones, clubs de lectura… todos esos actos que normalmente le dan vida a los libros y hacen que discutamos sobre ellos.

Con el viento en contra, lo normal es que se vean más perjudicados los sellos de menor tamaño, los que no están arropados por un gran grupo. Es lo lógico, y las pequeñas editoriales lo afrontamos. Sacamos a la luz libros que otros no publicarían y a menudo apostamos por autores que luego ficharán por grandes grupos. Lo sabemos: son las reglas del juego y aun así jugamos.

Lo que no sabíamos es que la Feria nos estaba sacrificando conscientemente.

Ante semejante agravio comparativo hemos esperado, en vano, un comunicado que aclare lo sucedido, la promesa de que algo así no se repetirá y una compensación a los afectados, mediante devolución de la cuota de expositores o rebaja en la próxima edición. Peor que la declaración está siendo el silencio que le sigue.

A la organización de la Feria y a su director les debemos, eso sí, una identidad renovada. Antes éramos solo editoriales pequeñas. Ahora somos las EEE (Editoriales del Espacio Experimental). También les debemos la energía con la que nos hemos puesto, justamente, a experimentar nuevas vías de organización en un momento de crisis en el que no podemos permitirnos que nuestro gremio, que debería ser nuestro principal aliado, nos dé la espalda. Necesitamos su apoyo.

A lo mejor no somos un gran grupo. Pero podemos llegar a ser un grupo muy grande.

Firmantes

Alpha Decay

Altamarea

Apache Libros

Astiberri

Bartleby

Bellaterra

Coco Books

Continta Me Tienes

Demipage

Ediciones Cálamo

Ediciones & Escultura Histórica

Editorial Barrett

El Paseo editorial, David González Romero

Errata Naturae

Fulgencio Pimentel

Gatopardo ediciones

Hermida Editores, Alejandro Roque Hermida

La Línea del Horizonte

Lengua de Trapo

Libros del K.O.

Libros del Kultrum

Libros del Zorro Rojo

Menoscuarto

Pastel de Luna

Pepitas

Pre-textos

Punto de Vista Editores

Reino de Cordelia

Tres Hermanas Libros

Xordica