Uner hace una pausa y suspira antes de responder a cómo está viviendo este verano. Y es comprensible. Podríamos decir que su verano comenzó en junio en el Sónar y terminará en octubre con los cierres de Ibiza. Y eso no es todo: el salto al otoño ocurrirá en una semana, y entonces llegarán dos giras, Asia y América, sin tregua. Lo que para el común de los mortales sería un idilio de 5 meses vacacionales, para la escena de la música electrónica es el período de mayor exigencia del año.
Lejos de lamentarse por su sobrecogedora agenda, Uner responde enérgico, con total franqueza y manteniendo una coherencia que une la plena dedicación con la consciencia de lo complejo que es situarse y mantenerse en la cúspide del mundo de la electrónica. A los pocos minutos de charla nos enfrascamos en una conversación que discurrirá por los festivales españoles, los sellos, los videojuegos, la literatura de suspense y los singulares momentos de intimidad entre los grandes artistas que tienen lugar mientras cruzan continentes a 10.000 metros de altura.
El verano es el momento de explosión de festivales en España y Europa en general. ¿Cómo está siendo tu experiencia en nuestro país?
Muy bien, la verdad. He hecho muchos festivales nuevos, como Aquasella. Aunque llovía, la respuesta fue genial. El sábado estuve en Dreambeach, parece que en los dos días fueron 80.000 personas. Fue espectacular, contaban con un sonido increíble y la respuesta fue brutal. Estoy muy contento.
Quizás el festival más tempranero es el Sónar, en junio, en el que tu actuación de este año será recordada porque sobresaturaste el escenario más pequeño, el SonarCar. El escenario está situado en una zona más bien de paso, pero literalmente lo petaste. Yo nunca había visto nada igual en ese escenario. Me parece que esa noche el lineup estaba algo desestructurado si querías disfrutar de techno puro. Todo el mundo se concentró ahí, como reclamando bailar con lo más llamativo de la escena nacional dejando de lado el colapso de artistas internacionales.lineup
Soy el primer sorprendido. En el Sónar estuve hace dos años, cerrando el SonarLab. Cuando cierras un escenario ya te lo encuentras lleno. No puedes valorar exactamente qué es lo que ha sucedido con tu actuación porque la gente sigue ahí. Pero el SonarCar se vació cuando hubo cambio de artista, mientras yo montaba. A los 10 minutos estaba increíblemente lleno, me mandaban fotos diciéndome “no nos lo podemos creer”. La misma gente del Sónar nos felicitó por la respuesta. No sé cuánta gente había pero el público llegaba incluso más allá de los cars.
¿Cómo viviste esta avalancha mientras pinchabas?
Lo que más sentí es que estás en tu casa. En el momento en que estás pinchando en casa y ves esta reacción lo disfrutas muchísimo. Está muy bien ir a un festival en Holanda o Alemania y llenarlos, pero cuando en tu tierra se llenan los clubes para verte, todavía da mucha más alegría. Piensas, ¡en mi casa también me quieren!
Hay ese debate eterno acerca de la electrónica nacional. Sobre si los Djs de aquí se valoran más a nivel internacional o si la gente de aquí se fija en los Djs internacionales... Creo que en los últimos años, el público de aquí ha empezado a mirar y a disfrutar lo local. Ahora mismo veo una producción y un nivel muy alto, ¿cómo lo valoras?
Creo que ya tocaba que el producto nacional tuviese el reconocimiento nacional que se merece. Hay muchos artistas que llevan años trabajando muy bien en España, pero no se les ha reconocido porque la mirada siempre se ha puesto en el producto extranjero. Es genial que la gente, y no solo la gente, también los promotores, reconozca la calidad que tenemos aquí. Me arriesgaría a decir que es mejor que las contrataciones internacionales que hacen.
El contacto en las colaboraciones con artistas nacionales e internacionales es constante, tanto porque os juntáis en eventos y festivales como por la producción de temas y remixes. ¿Cómo es tu relación profesional con otros músicos tanto nacionales como internacionales? ¿Con quién te sientes cómodo trabajando?
Respeto mucho tanto a los artistas que están intentando subir como los que ya están trabajando duro. Pienso en Edu Imbernon y gente no tan conocida, que son amigos desde hace mucho tiempo y que están luchando y haciendo una música increíble. Y luego tenemos a gente como Óscar Mulero o Alex Under, después de tanto tiempo siguen haciendo maravillas y triunfando en muchas partes del mundo. Tenemos un elenco de nuevos artistas recién incorporados a la escena, de nuevos artistas que todavía no son conocidos y que están incorporándose a la escena y de veteranos que llevan años en la escena. La calidad cada vez es más alta.
Uno de los rasgos que más se comenta de tu trabajo y de tus actuaciones es la capacidad que tienes para conectar con lo que el público busca o quiere en cada momento. Me refiero a que no entras en bucles que duermen la pista ni dejas que una fórmula concreta se repita porque te haya funcionado antes. ¿Cómo planteas el reto de no acomodarte?
Para mí es básico no repetirse. Si escuchas mis discos verás que no hay ni una fórmula repetida. No me gusta hacerlo. Uno de los problemas que tengo es que me aburro fácilmente con todo. Mi cabeza está todo el día dando vueltas y generando ideas. Eso es bueno a la hora de trabajar y producir, pero a la vez hace que me aburra con facilidad. Lo que hago, por lo tanto, es intentar hacer cosas nuevas cada día y arriesgar, para no aburrirme a mí mismo. En el momento en el que yo mismo empiece a aburrirme de esto será mala señal. Una de las cosas que evita eso es tomar riesgos. Suelo decir esta frase: arriesgarse incluso a no gustar a nadie. Cuando llegas a ese punto te sitúas en un plano en el que avanzas tanto a nivel de actuaciones como de producción.
¿Qué riesgos a nivel creativo has tomado siendo consciente de ellos?
Con respecto a la producción, mi álbum fue un riesgo. 13 temas con varios tracks que no eran bailables, con bpm bajo. Es un disco melódico, espeso e intenso. Podría haber generado rechazo, en cambio todo el mundo lo entendió y desde ese momento tuvimos muchos más seguidores. Fue increíble.
A nivel de sesión intento tocar temas que nadie toca, o hacer edits de temas que la gente no espera. Trabajo los temas en el estudio y hago los edits que puedo pinchar en el directo. Son muchas fórmulas las que pueden llevarte a todo eso.
¿Cómo organizas el trabajo entre estudios y actuaciones? ¿Sueles separarlo por temporadas o lo compaginas con las giras?
Mis parones son de semanas más que de épocas grandes. Al trabajar en un portátil, lo llevo siempre encima y trabajo durante los viajes. Pero para finalizar los temas y hacer las mezclas sí necesito días en el estudio. Como te comentaba antes, al trabajar con una agenda cerrada hasta casi principios del año que viene, me permite planificar el tiempo tanto en el estudio como en las giras y, también muy importante, el tiempo de descanso. Eso te permite poder estar lo más sano posible, hacer deporte y mantenerte en forma para afrontar todo lo que tienes.
A partir de eso, ¿cómo planificas tu descanso? Por ejemplo, ¿te marcas varios días a la semana o unas horas diarias? ¿Buscas breaks fuera de la música?breaks
Suelo ir al gimnasio tres veces por semana, intento ir a nadar, y la tarde antes de viajar siempre me la tomo libre. Esta semana, por ejemplo, viajo el sábado, así que lo que haré el viernes es escuchar las promos nuevas y preparar la música para el fin de semana. El viernes por la tarde me la tomo totalmente libre. Para descansar y no hacer nada, estar en el sofá, leyendo o mirando las musarañas. Hay que estar descansado sabiendo que el fin de semana vas a tener que coger cuatro vuelos y dormir dos horas y media.
En lo que comentabas respecto a que aprovechas el tiempo de descanso para leer, ¿qué es lo que disfrutas leyendo? ¿Qué es lo que te entretiene?
Me encanta leer, soy un fanático de la lectura. La verdad es que compro muchos libros en los aeropuertos y ahí te puedes encontrar de todo. Estoy muy abierto a leer todo tipo de cosas y, al mismo tiempo, soy bastante freak con algunos temas. Me gustan los libros relacionados con las ciencias ocultas, leo muchos thrillers, soy un fanático de Stephen King. Imagina un libro tipo “un neurocirujano que ha tenido una experiencia cercana a la muerte”, pues yo me lo compro.
Entonces, ¿mejor leer que los videojuegos?
Hace mucho que no juego a nada. Antes sí que jugaba. El último juego que recuerdo fue el Silent Hill. ¡Me encanta morirme de miedo! Además, las cosas que me producen ese tipo de miedo y tensión me encantan. Quiero irme a la cama y no poder dormir porque oigo un ruido.
Imagino que en los aviones, cuando solo has dormido dos horas y media, la cosa tiene que ser bastante terrorífica. Dos días sin dormir, perdido por las alturas...
No creas, en los aviones es donde más duermo. Me relaja muchísimo.
Más que miedo a tomar riesgos que no funcionen, todo son todo buenas noticias con tus publicaciones en sellos, tanto nacionales como internacionales. Dynamic es como la casa madre en la que lanzaste el álbum, ¿cómo planteaste desde los inicios tus colaboraciones y trabajos con los sellos?
La historia con los sellos ha sido una relación de amor idílica. Ha sido fácil trabajar con todos los sellos en los que he publicado. Por mi parte, creo que la base de esa facilidad ha sido el mantenerme muy fiel a mi propio sonido y mi propio estilo, el no caer en el error de imitar lo que hacen los demás. Eso los sellos lo valoran especialmente, el encontrar un artista con un sonido personal. Fíjate que he sacado trabajos en sellos muy distintos: Dynamic, Cadenza, Visionquest, 2020Vision, Cocoon o Defected. Pero siempre he sacado mis sonidos. En el momento en que los sellos respetan ese sonido y les gusta, te respetan y les gustas tú. Por eso están dispuestos a sacar tu material.
Lo hablé con Recondite en su momento, sobre la manera en cómo él trabajaba su material y lo publicaba en distintos sellos. En vez de cambiar de alias, opción que toman muchos Djs, Recondite produce y luego piensa a qué sello puede interesarle ese trabajo en concreto.
Lo veo de la misma manera. Cuando me pongo a trabajar no pienso dónde puede encajar el track. Trabajo como me apetece y en el momento en el que termino me planteo dónde puede cuadrar.
En los sellos, diría que cada vez el público clubber valora más las noches temáticas que organizan, desde Kompakt a Cocoon o Innervisions. En tu caso, sueles participar en las de Dynamic. ¿Cómo funciona este tipo de relación con los eventos?clubber
En Dynamic saqué el primer disco como Uner, con lo que la relación ha sido muy cordial. Hemos trabajado bien, incluso llevaron el booking durante tiempo. Es como juntarte con colegas, aunque cada vez es más difícil, porque la agenda cada vez está más llena y es más difícil cuadrar fechas. En muchos Dynamic showcase no puedo estar justamente por eso, por otros compromisos.
Supongo que la mayoría de las veces incluso estáis todos en países diferentes. ¿Dónde vives ahora?
Vivo en Lleida.
Una cosa clásica de los Djs es mudarse a una gran ciudad con una escena y proyección potentes, ya sea Nueva York o Berlín. Lleida es tu tierra, ¿no planteas moverte?
Creo que soy el ejemplo vivo de que no hace falta irte a ningún sitio. Soy de Lleida, vivo en Lleida y llevo toda la vida viviendo aquí. De hecho, me he movido un poco más afuera, a un pueblecito, para estar todavía más tranquilo. Ahora hacemos una media de quince bolos al mes, y sigo trabajando en las producciones y sacando discos. Me planteo, ¿me muevo? Para qué, ¿para estar más cerca del aeropuerto? Quizás sería lo único que me haría mover a Barcelona. Pero eso supondría, por ejemplo, un gasto mucho más alto para mantener mi casa. Por eso, simplemente, no me lo planteo. Estamos en la época de la comunicación, puedes vivir donde quieras. Si vivieses en un pueblo a cuatro horas del aeropuerto y tienes que hacer escalas, eso sí sería un problema.
Lo de vivir en grandes ciudades se asocia también a estar dentro del “mundillo”. Sales y te encuentras con los Djs y productores, y vives de algún modo conectado en directo con lo que ocurre, no sé si eso lo necesitas o te apetece.
Quizá cuando comienzas es interesante, pero tampoco me parece crucial. Por ejemplo, como anécdota, el pasado fin de semana he volado, comido o compartido backstage con Josh Wink, Christian Smith, Uto Karem, Technasia, Richie Hawtin, Jeff Mills. Todos cogimos el mismo avión, con Oscar Mulero hicimos también dos vuelos juntos. Es decir, con lo que no hace falta ir al club para encontrarte con Mulero, te cruzas con él veinticinco veces al año en los festivales, en los aviones o en los aeropuertos. Realmente, hay mucho más que contar cuando estás volando o esperando un avión que no en un bar tomando una cerveza. Son esos momentos de relax donde estás mucho más tranquilo.
¿Cómo es ese día a día que transcurre más en los viajes que en los festivales o en el backstage? Por ejemplo, ¿cómo fue este último encuentro con Josh Wink?
Yo estaba sentado en el avión y el llegó por el pasillo, nos saludamos chocando los cinco y luego nos preguntamos qué tal todo, por la familia...o “¿estás muy cansado?” y el otro “sí, no he dormido”. Tienes las conversaciones normales. Al final, todos hacemos lo mismo: llegas a un club, tocas y te vas a otro sitio. Eso es lo que hace que las relaciones vayan creciendo a medida que pasa el tiempo. De hecho, creo que a Josh Wink nunca me lo he encontrado en ningún sitio que no sea en un avión o en un aeropuerto.
Hemos tocado en los mismos festivales pero nunca nos hemos cruzado en el backstage ni en los escenarios. Pero hay una relación súpercordial, igual le mando un mail y me lo responde al minuto. En el momento en el que respetas a los artistas y los tratas de una manera totalmente normal, ellos responden. Recuerdo la primera vez que le mandé un mail a Richie Hawtin, que no lo conocía en persona ni nos habían presentado nunca, me contestó a los siete minutos. A Jamie Jones también le envié un correo para un tema musical en concreto y a los diez minutos me había contestado. Hay cordialidad y compañerismo, todos estamos en el mismo barco. Supongo que habrá rencillas entre artistas, como en cualquier campo, pero en general me llevo bien con todo el mundo.
A fin de cuentas, en este sentido, me parece que lo destacable es la profesionalidad que compartís. El otro día veía la película It's All Gone Pete Tong, que simula la vida de la estrella Frankie Wilde y se ríe de esa visión idealizada del Dj caótico, espontáneo, absolutamente loco, drogadicto y que vive en una fiesta permanente. Parece que este imaginario sigue todavía presente, pero está bastante lejos de la realidad.It's All Gone Pete Tong
Lo que une a todos los profesionales es precisamente eso, el trabajo. Hay mucha gente que cree que cuando llegas a cierto estatus como artista ya todo está hecho y es más fácil, que solo hay que dormir de lunes a jueves y el viernes tomar tu jet privado y listos. Se confunden totalmente. Suelo decir que nosotros no cobramos por pinchar, sino por todo lo demás que no se ve nunca. Las horas de avión, las horas sin dormir, el malcomer el fin de semana, todas las horas en el estudio y toda la gente que hay detrás. En mi equipo somos ocho o nueve personas: logística, diseño, management, booking, todo ello para que mi carrera vaya hacia adelante. Todo eso es lo que está detrás y es importantísimo. Si no es trabajando muchísimo cada día, luchando a diario, no se consigue.
Me gustaría que me hablases de cómo se organizó el equipo que trabaja actualmente contigo. ¿Fue creciendo a medida que se volvían más complejas las necesidades?
Sí, exacto. Hablo con gente que me comenta que necesita un manager para crecer o un agente de prensa. Creo que no necesitas nada, no necesitas un manager, sino trabajar hasta el punto en que aparezca un manager. Hay gente que piensa que es bueno tener un manager para que te saque bolos y así llegar arriba. Y es la farsa más grande que hay: nadie te va a sacar bolos si tú no generas un interés con tu música, o pinchas de una manera diferente. En el momento en que ese trabajo crece y aumenta la contratación es cuando necesitas realmente el equipo, que es lo contrario de creer que lo necesitas. Hace cuatro años pensaba que necesitaba un agente de prensa, y es ahora cuando realmente lo necesito. Antes hacía una entrevista cada tres meses, pero ahora es cuando sales en un montón de revistas de todo el mundo, hay reportajes, fotografías y necesitas una persona que te gestione todo eso porque tú solo no puedes.
Mi trabajo es producir música y pinchar, todo lo demás es trabajo de otros. En el momento en el que tienes 15 bookings al mes es porque has tenido 30 solicitudes, y necesitas alguien que organice todo eso. Y debes tener un manager que dirija todo eso para que tú puedas centrarte en tu trabajo, comer bien y descansar. Y todo eso viene con necesidades reales, cuando compruebas que ya no tienes tiempo para eso. Al principio, cuando tienes un bolo al mes, un disco cada tres meses y una entrevista cada seis, tienes tanto tiempo libre que no necesitas a nadie.
El resultado de tu trabajo y el de tu equipo, como decíamos al principio, te ha llevado a tener una agenda completa este verano, especialmente en España. Te esperan Asia, Estados Unidos y América Latina. ¿Intentáis alargar las giras internacionales para aprovechar el viaje al máximo?
El verano es muy intenso en España debido a que hay cantidad de festivales y en septiembre, como te comentaba, comenzamos con las giras fuera de Europa, en las que puedes estar un par o tres de semanas fuera del país para hacer una gira como Dios manda. Una gira no son dos días. Me hace mucha gracia cuando alguien pone en sus redes sociales, “empiezo un tour, viernes y sábado”, eso no es un tour, aunque venda poner eso. Como te comentaba, en septiembre, aparte de Ibiza, nos vamos a Asia. Luego está el ADE en Holanda, luego hacemos un evento benéfico la semana anterior del ADE con Resident Advisor. Pedalearemos desde Londres hasta Amsterdam en cuatro días para recaudar dinero y abrir una escuela de música en Sudáfrica. En el ADE estaré en tres showcase diferentes. Más adelante estaremos tres semanas en Estados Unidos y después en Alemania, Malta y Suiza. También Londres y Sudamérica. Es una agenda divertida. ¡Hay que ir acumulando sueño!
Con tantas posibilidades de viajar, ¿aprovechas el tiempo libre para visitar las ciudades o los lugares en los que actúas?
Por Europa no suelo hacerlo tanto, porque en tres horas estás en la otra punta. Pero cuando hago los viajes largos suelo ir con mi manager, y él es un rallado de visitar cosas, así que aunque no quiera me acaba arrastrando. El año pasado hicimos un tour por Estados Unidos de tres semanas y cuando llegamos a Washington fue la gloria porque yo ya había estado, así que le dije “vete tú, que yo me quedo durmiendo”.