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Un nuevo estudio analiza documentación inédita del Pilar en la Edad Media

EFE

Zaragoza —

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La documentación más antigua conservada hasta la fecha sobre la Basílica del Pilar, y hasta ahora inédita, se remonta a 1118, y ya entonces se apreciaba una creciente devoción a este templo de la ciudad como demuestra la cantidad de donaciones recibidas para su reconstrucción.

La iglesia, conocida en la Edad Media como Santa María la Mayor, estaba en esa época prácticamente derruida después de 400 años de ocupación musulmana, y es entonces, tras la reconquista de la ciudad por Alfonso I El Batallador y con el obispo de la ciudad, Pedro de Librana, cuando se impulsa su reconstrucción.

Comienza así una historia a lo largo de dos siglos, desde 1118 a 1318, que ha sido analizada en un estudio de más de mil páginas y para el que se han consultado 563 documentos, la mayoría inéditos.

Esta investigación, realizada durante diez años por Ester Casorrán, técnico de los Archivos y Biblioteca Capitulares de las Catedrales de Zaragoza, supone una importante aportación no sólo para el conocimiento de la historia de la Basílica, sino de la ciudad.

Son los documentos más antiguos que se conservan en el Archivo del Pilar ubicado en el interior de la propia basílica. Aunque la iglesia sí es anterior a 1118, se desconocen los motivos por los que no hay documentación previa a esa fecha.

Lo que sí se sabe, como refleja el estudio, es que desde 1118 se inicia una política de reconstrucción, en la que también interviene la Santa Sede y la Casa Real de Aragón, además de la de Navarra y Castilla.

Concedían privilegios e indulgencias a todo aquel que participara en la recuperación del templo dedicado a Santa María en la ciudad de Zaragoza. En primer lugar, pedían a la gente que trabajara “con sus propias manos” en la reconstrucción, y añadían que, si eso no era posible, enviaran dinero para llevarla a cabo, explica a EFE Casorrán.

De esta forma, empiezan unas obras que se “eternizarán en el tiempo” hasta llegar a un siglo XIII donde de nuevo la iglesia amenaza ruina y se impulsa una nueva recaudación de fondos.

La iglesia recibió numerosas donaciones, no sólo de los territorios de Hispania, sino de “todo el mundo”, lo que refleja que la “tradición” y la “devoción” es lo que hace “extraordinario” a este lugar de culto. Una devoción que, además, profesaban fieles de toda condición, desde miembros destacados de la nobleza y la realeza hasta el pueblo llano.

Como dato curioso, en el siglo XIV aparece la donación del primer manto de la Virgen, aunque éste no se ha conservado. El más antiguo es del siglo XVIII, matiza Casorrán.

Todo esto hace pensar que en la Edad Media la iglesia Santa María La Mayor era ya la más importante de la ciudad, aunque para saberlo con exactitud, indica la investigadora, habría que hacer un estudio comparativo con otras iglesias también emblemáticas como La Seo, San Pablo o Santa Engracia.

“Esta iglesia, seña de identidad para zaragozanos y aragoneses, desempeña a lo largo de dos siglos un papel fundamental en la historia civil y eclesiástica de la ciudad, llegando a competir con la mismísima catedral de La Seo”, comenta.

Precisamente por esa “relevancia”, sorprende el “vacío casi absoluto” que existe en la bibliografía sobre su propia historia, reflexiona.

Para extraer toda esta información sobre la Basílica del Pilar, Casorrán ha consultado 563 documentos, prácticamente el grueso de la documentación correspondiente al tramo que va desde 1118 a 1318.

Por suerte, señala, la documentación medieval está conservada en pergamino, mucho más resistente que el papel. Todo este material, que en original aparece en latín y castellano antiguo, está recogido en el segundo volumen del estudio, donde se ha transcrito uno a uno.

La monografía, que se presentará este viernes en la Casa de la Iglesia, lleva por título “Santa María la mayor a través de sus documentos”, pues éste era su nombre hasta el siglo XVIII. Es entonces cuando el templo comienza a ser llamado tal y como lo conocemos ahora: El Pilar.

Marta Salguero