El escenógrafo Ezio Frigerio y la diseñadora de vestuario Franca Squarciapino forman un matrimonio que ha llenado de “magia” el teatro, creando juntos escenarios “revolucionarios” por todo el mundo durante más de 50 años, que ahora el Museo Thyssen repasa en una exposición.
“Esto es solo un trocito de un largo camino de dos compañeros en el viaje de la vida y el arte. Un ejemplo de cómo hacer teatro de verdad y de hacernos soñar en tantas noches y espectáculos”, ha afirmado hoy Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela y encargado de presentar la exposición junto a los protagonistas.
“Ezio Frigerio y Franca Squarciapino. Una vida juntos sobre el escenario”, es el título de una exposición que gira en torno a la relación artística de este matrimonio italiano, formado por uno de los grandes escenógrafos de la historia y una de las más reconocidas diseñadoras de vestuario para cine y teatro.
Elementos de escenografías realizadas por Frigerio, trajes diseñados por Squarciapino y fotografías de sus producciones más destacadas conforman de esta “diminuta” muestra de su “enorme” producción artística, ha explicado Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen.
Esta exposición, prosigue, es un “escaparate” introductorio de “La tabernera del puerto”, el último estreno del Teatro de la Zarzuela cuyo escenario y vestuario está preparado por esta “bella pareja”.
Frigerio (Erba, 1930) se introdujo en el mundo del espectáculo cuando conoció a Giorgio Strehler, quien le motivó a dedicarse a su oficio y le encargó la escenografía de “Las bodas de Fígaro” en el Théatre de la Opera de París; a partir de ahí, sus trabajos escenográficos adquirieron fama internacional y pasaron a estar presentes en los grandes escenarios del mundo.
“Cuando conocí a Franca, era una joven actriz; pero pronto le atrapó esta pasión irresistible de los creadores de espectáculos, que la llevo finalmente a dedicarse al mundo del vestuario donde obtuvo sus grandes y verdaderas satisfacciones. Por mi parte, he construido el contexto a sus bellísimos trajes, en una actividad intensa que va de la seducción del público, a la política y el gusto a lo bello”, relata Frigerio.
Squarciapino (Roma, 1940) entró muy joven al teatro y se dedicó al diseño de vestuario tras conocer en 1963 a Frigerio, trabajando también con Strehler y recorriendo teatros de carácter internacional junto a su marido, llegando a ser galardonada con el Óscar al mejor vestuario por “Cyrano de Bergerac”, de Jean-Paul Rappeneau, en 1991.
“Es una alegría estar en un museo tan grande y lleno de arte, no tengo palabras. Ha sido una vida larga, más de 50 años juntos, llenos de amor, trabajo, viajes y de grandes satisfacciones”, ha afirmado Frigerio, “satisfecho” por haber tenido una vida mágica que, en su opinión, poca gente ha podido disfrutar.
Madrid, según el italiano, es una ciudad “extraordinaria” debido a su simpatía, calor y entusiasmo, algo que “raramente” ha sentido en las numerosas ciudades metropolitanas que ha recorrido en su vida.
Squarciapino, en cambio, apenas a podido hablar en su presentación, ya que estaba “muy emocionada” y las lágrimas no le dejaban hablar, no obstante, ha asegurado que su emoción también se debe al estar “felizmente al lado de Frigerio” y que “simplemente” ha trabajado para ayudar a los actores a entrar en su personaje.
La muestra, que es gratuita, estará abierta al público desde el 4 hasta el 20 de mayo en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, bajo el comisariado de Riccardo Massironi y la organización llevada a cabo por el propio museo junto al Teatro de la Zarzuela.