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OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Algunos grandes (y no tan grandes) momentos en torno a los derechos de la mujer

1. Emma Watson: la chica del mago

Quizás el rostro de la cultura pop que será más recordado de los últimos tiempos sea el de la Emma Watson. La actriz británica fue nombrada embajadora de las Naciones Unidas en 2014. En su primer discurso en la ONU el 20 de septiembre pasado, Watson ofreció un discurso emotivo y energético en el que animó a hombres a tomar como reto acabar con las desigualdades de género. El discurso comenzaba así: “Decidí que era feminista y eso me pareció poco complicado. Parecería que eso me convierte en el tipo de mujer cuyas opiniones son demasiado fuertes, agresivas, aisladoras, anti-hombres e incluso poco atractivas. ¿Por qué el mundo se ha tornado tan inhóspito?”.

Uno de sus gestos más comentados en las redes sociales fue su respuesta a una duda expresada en twitter. Una fan preguntó: “Mi padre dice que no puedo ser ingeniera porque es una ”profesión de hombres“. ¿Qué hago para que cambie de opinión?”. “Gradúate en ingeniería”, fue la contestación.

2. Sus labores: física, química y ciencia

En este orden de prioridades, una de las iniciativas en los medios masivos de comunicación ha sido hacerse eco de la pujante tendencia por fomentar la educación en torno a las ciencias e ingenierías entre las niñas. Entre los proyectos más comentados están Goldie Box, una empresa dedicada a la venta de kits de construcción para niñas de 4 a 9 años, fundada por la ingeniera mecánica Debbie Sterling, o Roominate, un juego que en apariencia es una clásica casa de muñecas pero cuenta con circuitos y cables para construir el cableado eléctrico de la casa y controlar las lámparas o el ventilador.

3. Beyonce domina el mundo

Beyoncé abogó por demostrar que su lema “Girls rule the world” necesitaba más atención en un ensayo que tituló “La igualdad de género es un mito” para el grupo activista feminista Shriver Report. En este, Beyoncé incluía las cifras y los datos que resaltaban la falta de igualdad de oportunidades para las mujeres y especulaba sobre un posible futuro mejor: si las mujeres ganaran lo mismo que los hombres, solo en EEUU eso supondría un 447 mil millones de dólares más en beneficios netos para el país.

 

La música mainstream abrazó definitivamente el feminismo cuando, poco tiempo después, Beyoncé se presentó a los premios MTV con un fondo que incluía palabras del discurso Todos deberíamos ser feministas de la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie.

4. Liderando las listas de música pop

Los videoclips más vistos de 2014 fueron en mayor parte protagonizados por estrellas femeninas. El pasado octubre las listas de éxitos estadounidenses vivían un momento histórico cuando Billboard anunciaba que por primera vez y durante seis semanas seguidas, los cinco primeros puestos de la lista eran exclusivamente de artistas mujeres. ¿Estamos ante una excepción o un cambio de tendencia? La respuesta europea no se ha hecho esperar: la mayoría de los festivales más importantes del Reino Unido descubrían sus carteles para este año y la presencia femenina brillaba por su ausencia. Más de uno comenzó a alzar la voz y a demostrar gráficamente las implicaciones de esta falta de diversidad de género.

5. Patricia Arquette y los Oscars

Sí, a esta altura ya todo el mundo se ha hecho eco de las palabras de la ganadora Patricia Arquette y su reclamo por la igualdad de salarios, ampliamente aplaudida por la mayoría de sus compañeras y compañeros, entre ellos, Meryl Streep. Seguramente el realizador enfocó a la actriz en la platea por su discurso el año anterior, en el que elogiaba a Emma Thompson por ser una “furibunda feminista comehombres”. Cate Blanchett también había destacado el mismo año en una clara reprimenda a los estudios que “siguen agarrados a la idea de que las películas con protagonistas mujeres son pequeños nichos de mercado”.

6. Y todas las precedentes

Y es que razones para pegar la chapa no faltaron: esta fue la temporada en la que Hollywood destapó la caja de los truenos en forma de correos electrónicos hackeados en los que ejecutivos de la industria apreciaban el buen trabajo de Jennifer Lawrence y Amy Addams, y sus nominaciones a los premios de la academia, pero no les pagaban lo mismo que a sus compañeros de reparto. El guionista Aaron Sorkin se llevó el premio al prejuicio en un mail en el que argumentaba que los papeles de las mujeres en el cine son más fáciles que los de los hombres, y que solamente “Helen Mirren y Meryl Streep pueden jugar con los chicos”.

7. Todas menos Lana

El concepto de sisterhood no se aplicaría exactamente a lo que Kim Gordon, la líder del (extinto) grupo Sonic Youth, le espetó a Lana del Rey. Tras leer las declaraciones de la joven sobre sus deseos de estar muerta, argumentó sobre ella en su recién publicado libro La chica del grupo: “Hoy tenemos a alguien como Lana del Rey, que ni siquiera sabe lo que es el feminismo, que cree que eso significa que las mujeres pueden hacer lo que quieran, lo cual en su mundo se traduce a inclinarse por la autodestrucción, aunque eso implique acostarse con viejos asquerosos o ir de motera durante un rato”. En la versión estadounidense del libro censuraron el final del párrafo sobre Del Rey en el que la animaba a suicidarse “si tan romántico le parece que los músicos jóvenes entren en una espiral de depresión y drogas”.

8. Mujeres contra el feminismocontra

Para aquellos que pensaban que el feminismo se había convertido en una moda integradora, un fenómeno vino a derribar los mejores presagios: el tumblr Women Against Feminism (Mujeres contra el feminismo) concentraba autorretratos de usuarias explicando sus razones para no abrazar la causa. Entre ellas: “Porque no odio a los hombres”, “Porque mi novio me trata bien”. Cuando surgieron respuestas que ironizaban sobre la malinterpretación del concepto de feminista -quizás la más divertida sea “gatos confundidos contra el feminismo”- la escritora Emily Shire se apresuró a entonar un mea culpa: “Más allá de que el feminismo proponga la igualdad de género y no la competencia entre sexos, no habría que reírse de Women Against Feminism, sino admitir que a veces las feministas no resultamos muy integradoras”.

9. Gamergate: los videojuegos en su peor momentoGamergate: los videojuegos en su peor momento

El mundo de los videojuegos tampoco quedó exento de polémica gracias al gamergate, una controversia que acaparó la atención mediática a finales de 2014. El programador Eron Gjoni acusó a su expareja, la desarrolladora de videojuegos Zoe Quinn de haber tenido una relación paralela con un crítico por interés laboral. Eso desató una campaña en 4chan y IRC, dónde aparecieron fotos íntimas de Quinn e innumerables detalles sobre su vida sexual. Parecida suerte corrió la crítica feminista Anita Sarkeesian, que fue amenazada de muerte tras denunciar los estereotipos narrativos de las mujeres en los videojuegos. La red se plagó del hashtag #Gamergate, dónde se amenazaba a todo aquel que apoyara a Quinn y Sarkeesian.

10. Hombres por la causa

¿Tendencia para 2015?: Volviendo al inicio de este artículo, una de las causas lideradas por Emma Watson es He for She, una campaña de la ONU por la igualdad de género enfocada a involucrar a la población masculina. Watson cuenta con el apoyo explícito de varias estrellas de Hollywood de la talla de Steve Carell o Matt Damon. Pero más allá de los gestos del famoseo, la implicación directa en las causas feministas se ve en la calle: las imágenes de la reciente manifestación dónde hombres marcharon por Estambul en minifalda condenando la tortura y asesinato de la estudiante Özgecan Aslan han recorrido el mundo entero. Hace poco, además, ha surgido la campaña White Ribbon en el Reino Unido, promovida por hombres que condenan la violencia de género.