¿Qué es Asgardia y por qué hay más de 500.000 personas que quieren vivir allí?

Peter Griffin, en un capítulo de Padre de familia, convertía su típico chalé de clase media estadounidense en un país: Petoria. La historia terminaba mal, poco menos que con el Ejército apostado en su puerta, pero la idea estaba clara: cualquiera tiene derecho a fundar una nación.

Igor Ashurbeyli es un empresario ruso que se tomó al pie de la letra aquella premisa y que hace menos de un mes presentó Asgardia, la primera nación espacial (aunque todavía sin planeta). Ya hay medio millón de asgardianos registrados. Y se encuentran en pleno proceso de elección de bandera.

Ashurbeyli presentó Asgardia el mes pasado en París, “un proyecto global, unificador y humanitario”, según sus propias palabras. El ruso, además de empresario, es el presidente del Centro de Investigación Aeroespacial Internacional (AIRC) en Viena. También dice ser miembro del comité de ciencia espacial de la Unesco, aunque el máximo parentesco encontrado entre él y el organismo de Naciones Unidas es que en febrero de este año recibió una medalla.

Ser asgardiano es gratis, y cualquiera que quiera convertirse en uno de ellos puede hacerlo en la web, en la que de momento ya hay inscritas 532.000 personas. Más de una quinta parte son ciudadanos chinos.

10.500 españoles han elegido tener la nacionalidad del ¿futuro? país espacial. España no prohíbe la doble nacionalidad, aunque como se advierte desde la página de Asgardia, “el registro en nuestra web te convierte en un miembro de nuestra comunidad pero no afecta a tu estatus de ciudadano en tu país”. Ashurbeyli ya ha solicitado a la ONU que se le conceda al planeta ficticio el estatus de territorio, aunque la organización internacional de momento no le ha respondido.

Los tres principios de Asgardia

“El proyecto comprende tres partes: filosófica, legal y científico-tecnológica. Y es difícil decir cuál de ellas será más importante”, dijo Ashurbeyli durante la presentación de Asgardia en París.

Se detallan en su página web, que el fundador califica de “metas”. La primera: garantizar la paz en el espacio. En segundo lugar, para proteger a la Tierra de las amenazas espaciales como las tormentas solares, cambios en la magnetosfera, asteroides y cometas o la radiación solar, entre otros.

El tercer punto y el que cuenta con mejores intenciones es el de “crear una base científica desmilitarizada de conocimiento en el espacio”. Según las bases de Asgardia, estará abierta a todos, “especialmente a los países en desarrollo que no tienen acceso al espacio ahora”.

Además, los planes del ruso pasan por lanzar un satélite de exploración al espacio en 2017. ¿El objetivo? Poner en marcha el país espacial: “La estructura técnica del satélite Asgardia se compone de tres segmentos: uno o varios satélites núcleo, redes de información a través de pequeños satélites centrales y una plataforma espacial protectora”, se puede leer en la web.

¿Illuminati confirmed?

confirmedNo faltan los que ven en Asgardia un elemento de los Illuminati para controlar el mundo. En la página principal de la web de Asgardia se puede apreciar un cacharro espacial en el que dentro se mueve, en el sentido de las agujas del reloj, un Ojo de Horus. Este símbolo (que según los conspiracionistas representa al Ojo de Lucifer que todo lo puede ver), el ojo panóptico, el número 13 y los ambigramas son los que utiliza la teórica organización secreta para indicar que está presente.

“Seremos los primeros. Nunca hemos visto otro intento similar de una nación”, decía en octubre al Business Insider Ram Jakhu, uno de los cofundadores de Asgardia junto a Ashurbeli. De momento, lideran la lista de asgardianos los chinos. En segundo lugar los estadounidenses. Completan el top tres los ciudadanos turcos. De momento, la nación espacial ya tiene más “habitantes” que Cabo Verde, Malta, Islandia o Andorra.

El presidente del AIRC se ha ido hasta la mitología nórdica para elegir el nombre de su nación espacial: en ella existen tres tipos de dioses: los Aesir, los Vanir y los Jotun. Asgard era el mundo de los primeros, y también el lugar donde se encontraba ubicado el Valhalla, un gran salón al que iban los guerreros muertos en combate. Asgardia está expectante: primero ante la ONU y después ante el mundo. Quizá de aquí a poco tiempo, en vez de medio millón de ciudadanos, tenga millones que pidan asilo en el espacio.