El presidente de la Fundación del Toro de Lidia, Victorino Martin, ha publicado una carta abierta a través de redes sociales en la que invita a Màxim Huerta, nuevo ministro de Cultura y Deporte, a “conocer la tauromaquia de la mano de la Fundación”.
“Vaya por delante que somos conscientes que no es usted muy aficionado a los toros. Pero también estamos seguros de que eso no va a ser un obstáculo para trabajar juntos en el impulso y mejora de la tauromaquia”, continúa el texto haciendo referencia a viejos tuits ahora sacados a la luz en los que Huerta se sitúa en contra del toreo. “No me gusta mucho ver sufrimiento mezclado con aplausos”, publicó el ministro en 2010.
Por ello, la Fundación dice ponerse “a su inmediata disposición para poder hacer ese viaje de conocimiento. Desde el principio, desde el campo donde se crían y crecen los toros bravos, y donde se comprenden muchas cosas”. No obstante, la organización baraja la opción de que, después de esta visita, todavía siga sin descubrir “una nueva sensibilidad compartida por millones de personas”. Pero lo que sí es seguro, afirman, “es que va a tener una mirada diferente sobre la tauromaquia”.
PACMA pide “valentía política”
Por su parte, el Partido animalista PACMA declara en un comunicado que considera positivo el nombramiento de “un animalista en Cultura” y le pide “valentía política”. Al contrario de lo que ocurre con la Fundación de Victorino Martin, el grupo político apoya los ideales de alguien que “siempre se ha mostrado crítico con la tauromaquia y ha llegado a apoyar públicamente las campañas del Partido Animalista – PACMA contra el Toro de la Vega y el resto de festejos taurinos”.
El partido también destaca que “fue el Partido Popular quien dio protección cultural a la tauromaquia para blindarla en un conflicto de competencias que, a día de hoy, imposibilita su abolición”, pero que confían en que “el nuevo ministro de Cultura tenga la suficiente valentía para eliminar esta protección cultural”.
Los próximos meses servirán para comprobar qué medidas son las que tomará Màxim Huerta como ministro de Cultura y Deporte. Lo único claro es que, por lo que parece, no podrá contentar a todas las partes.