La actriz estadounidense Rose McGowan, que este martes ha publicado sus memorias, en las que detalla cómo presuntamente la violó Harvey Weinstein, respondió hoy este miércoles que el famoso productor de Hollywwod hizo del episodio.
McGowan sacó el martes a la venta Brave, un libro en el que la intérprete conocida por la serie Embrujadas describe la agresión sexual que supuestamente cometió Weinstein en 1997 durante el Festival de Cine de Sundance (Utah).
El productor rechazó el martes estas afirmaciones en su contra por medio de un comunicado de su abogado Ben Brafman.
“En general, Harvey Weinstein y sus abogados se han abstenido de criticar públicamente a cualquier mujer que haya hecho acusaciones de agresión sexual contra el señor Weinstein pese a la abundancia de pruebas que demostrarían la evidente falsedad de estas afirmaciones”, dijo Brafman.
“Sin embargo, viendo esta 'performance' de Rose McGowan mientras parece promocionar su nuevo libro, ha sido imposible permanecer callados mientras ella trata de difamar al señor Weinstein con una atrevida mentira que es desmentida no sólo por el propio señor Weinstein sino por al menos dos testigos”, añadió.
Brafman se refiere al mánager de la actriz en ese momento y al actor Ben Affleck, a los que McGowan asegura que contó lo sucedido con el productor pero que, de acuerdo con la versión de Brafman, niegan la violación.
McGowan ha respondido con su propia nota difundida por su representante Adam Kersh.
Este portavoz aseguró que el comunicado de Weinstein desmuestra “inequívocamente” un “intento continuado” de difamar a la actriz.
“Es una afrenta no sólo contra Rose sino contra los cientos de mujeres que han dado un paso al frente con sus historias de acoso, abuso sexual y violación perpetrada por el señor Weinstein y otros como él. Este es un triste, patético, anticuado y sexista intento de desvirtuar la obvia verdad”, ha añadido.
Según el libro de la actriz, McGowan tenía 23 años cuando Weinstein la citó para una reunión de trabajo que en principio se iba a celebrar en un restaurante, pero que finalmente trasladaron a la habitación de hotel del productor.
Tras media hora de conversación, siempre según el relato de McGowan, Weinstein la desnudó y la obligó a practicarle sexo oral.
“Me sentí muy sucia. Me habían violado y estaba triste hasta en lo más profundo de mi ser. Me quedé pensando en cómo había estado sentado detrás de mí en el cine la noche antes de que sucediera (la violación). Eso hizo, no como que fuera mi responsabilidad exactamente, pero como si hubiera tenido algo que ver en tentarle (...) Eso me hizo sentir incluso más enferma y sucia”, ha escrito.
Weinstein pagó posteriormente 100.000 dólares a McGowan en un acuerdo que no implicaba confidencialidad pero sí le impedía denunciarlo.
Desde que los reportajes de The New York Times y The New Yorker del pasado octubre revelaran las decenas de agresiones sexuales cometidas por Weinstein, que inspiraron los movimientos “Me Too” (Yo también) y “Time's Up” (Se acabó el tiempo), McGowan se ha convertido en una de las caras más conocidas del activismo feminista en contra de los abusos sexuales y el machismo en Hollywood.