La Junta del Gremio de Libreros, organizadora de la Feria del Libro de Madrid, ha acordado disolverse para poder convocar elecciones y así dar lugar a una nueva Junta. El equipo por llegar será el encargado de buscar un nuevo director o directora, así como repensar la Feria. El pasado 30 de septiembre, al finalizar el evento, la Junta decidió que la mejor opción sería que Manuel Gil se jubilara a partir de diciembre y así dar paso a una nueva dirección. El acuerdo es llevar a cabo “un proceso de transición tranquilo” entre el director actual y la futura persona responsable, según fuentes conocedoras de la negociación.
Manuel Gil había manifestado su interés en jubilarse a finales de año, pero había cambiado de idea recientemente y consideraba dirigir también la Feria en su edición de 2022. De este cambio de idea era conocedora la Junta del Gremio de Libreros pero acordó que la jubilación a partir de diciembre era la mejor opción, y así se lo hizo saber el jueves por la noche. El lunes 4 de octubre la Junta se lo comunicó a la Comisión organizadora, en la que además de libreros se encuentran representados editores y distribuidores. Gil ha declinado la oportunidad de responder a las preguntas de elDiario.es.
Fuentes de la Junta aseguran que ante la polémica con la ubicación de algunas editoriales en la isleta central y la necesidad de encontrar un relevo a la dirección, sin tener la obligación de convocar elecciones hasta el mes de enero, ha decidido disolverse ahora para facilitar los plazos y el trabajo del nuevo equipo, que entraría antes del cambio de año. “Será esa Junta la que encargue un proyecto concreto para la Feria en 2022 y elija quién lo dirige”, aseguran. La Junta saliente ha preferido adelantarse a los plazos para no ser responsable de elegir nuevo director o directora y que sea otro equipo el que tenga que “rendir cuentas” con ese futuro proyecto y persona.
Según Enrique Pascual, Presidente del Gremio de Libreros de Madrid, Gil trabajará en la organización de la Feria del Libro, contratado por dicho Gremio, mínimo hasta diciembre, momento en el que daría “el relevo tranquilo” a un nuevo responsable. “No es apagar y encender el botón. Queremos que Manuel esté con nosotros hasta que tengamos una persona suficientemente formada”, explica. A Gil le han encargado que “mantenga su trabajo” y que termine las gestiones iniciadas en la Feria anterior y aquellas en proceso para la próxima Feria.
Esta labor la está desarrollando con supervisión del Gremio de libreros, concretamente con la presencia del secretario, Pablo Bonet. Este será el responsable de supervisar el cambio de dirección y procurará que las decisiones importantes para la nueva edición recaigan en la siguiente dirección. Enrique Pascual considera que sería “buenísimo” que la nueva dirección sea comandada por una mujer, y añade: “Vamos a trabajar para que tanto la dirección de la Feria como la futura Presidencia del Gremio de Libreros sea mujer”.
Fuentes de la Comisión y de la Junta afirman que la organización ha asumido las quejas de los libreros y las críticas del sector. Aseguran que están haciendo autocrítica y que trabajan para hacer mejoras. La prioridad de la organización es que la siguiente Feria salga adelante, a la altura de los retos que se esperan de ella.