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Una maleta de libros que llevarte de vacaciones, tengas plan de playa o montaña

Francesc Miró

24 de julio de 2021 20:37 h

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Estas semanas están marcadas en el calendario de muchas personas, también en el de las redactoras y redactores de elDiario.es. Hay quien se va de vacaciones en los próximos días, para intentar desconectar de la incesante y estresante actualidad. Hay quien ya ha podido apagar el móvil unos días.

Todos, sin embargo, se van de vacaciones acompañados de lecturas que, en multitud de ocasiones, habían sido relegadas a la pila de pendientes hasta encontrar el tiempo y las energías de abordarlas.

Preguntamos a un buen puñado de compañeros y redactores de elDiario.es qué han leído este verano, o qué se van a llevar en la maleta si tienen pensado irse de vacaciones estos días.

Cristina Armunia, redactora de política

Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán (Austral, 2011) y El conocimiento de la pintura, de René Berger (Editorial Noguer, 1976): “Nada de lecturas ligeras para este verano. El mismo día en el que la derecha se manifestó en Colón contra los indultos, yo fui a la Biblioteca Nacional a ver la exposición de la escritora Emilia Pardo Bazán. Apenas conozco su obra y desde hacía mucho tenía una cuenta pendiente con su figura, 'inevitable' a pesar de los obstáculos del patriarcado, decía el compañero José Antonio Luna. Nada más salir me compré Los Pazos de Ulloa y con ellos estoy. Me maravilla todo el vocabulario naturalista y rural, y me divierte anotar todas las palabras que me gustan en sus márgenes. También he empezado estos días El conocimiento de la pintura, de René Berger.

Francesc Miró, redactor de cultura

El cuchillo, de Patricia Highsmith (Anagrama, 2017) : “En mi opinión, no hay nada como un buen asesinato en vacaciones. Un asesinato literario, entiéndase. En los periodos vacacionales, suelo acudir a la novela negra y el murder mystery con sus Miss Marple o sus Poirot. Pero hace un tiempo que estoy prendado de una escritora: descubrí a Patricia Highsmith el año pasado, con las lecturas de Extraños en un tren, El Talento de Mr. Ripley y más tarde El grito de la lechuza. Así que en mi maleta este verano se vendrá El cuchillo, una historia de un hombre de clase media que se obsesiona con la noticia de un asesinato acontecido en una estación de autobuses. Un asunto turbio que, aparentemente, no tiene nada que ver con él pero que le complicará la vida como está mandado que se le complique la vida a cualquier protagonista que se precie en el universo de las novelas de Highsmith”.  

Vanesa Rodríguez, directora de nuevas audiencias

Vagabundos, de Hao Jingfang (Editorial Nova, 2020): “Una de las cosas que más me hacen disfrutar en verano es contemplar el cielo nocturno. Entre mis lecturas pendientes de este año se encuentra un libro que mira hacia arriba y a la vez plasma reflexiones muy terrenales. Se trata de Vagabundos, obra de Hao Jingfang ambientada entre la Tierra y Marte. Licenciada en Física y doctora en Macroeconomía, Jingfang se convirtió en 2016 en la primera mujer china en ganar un Premio Hugo, el más prestigioso para obras de ciencia ficción. Su última novela nos lleva de viaje por el espacio a mundos lejanos, a aquellos donde solo la imaginación, la fantasía y los libros nos pueden hacer llegar”.

Neus Tomàs, directora adjunta

Límites, de Giorgos Kallis (Arcàdia, 2021): “El autor es un investigador de economía ecológica y me apetece leerlo porque creo que nos interpela de manera incómoda al plantearnos si la sociedad necesita límites, si pueden ser individuales o colectivos y si son imprescindibles para dotarnos de un mínimo futuro como planeta. Todo ello teniendo en cuenta que debe combinarse con la lógica necesidad y derecho a la libertad”. También Guerras de la información, de Richard Stengel (Roca Editorial, 2021). “El exeditor de la revista Time y subsecretario de Estado con Obama analiza la desinformación y sus efectos. Apetece leerlo porque es la mirada de alguien que ha visto sus efectos desde dentro de una administración tan poderosa como la de Estados Unidos. Los ejemplos de Estado Islámico, Putin o Trump sirven para conocer una amenaza que es global”. Además de Los Testamentos, de Margaret Atwood (Salamandra, 2019). “La autora no necesita presentación y aunque no soy especialmente aficionada a la literatura distópica tengo curiosidad por ver cómo sigue el mundo que recreó en El cuento de la criada”, y de Frutos extraños, de Leila Guerriero (Alfaguara, 2020). “Es uno de los que tengo pendiente hace tiempo. Se trata de la primera antología que se publicó en España de esta periodista argentina a la que sigo habitualmente a través de sus artículos en prensa”.

Matías de Diego, portadista

Panza de Burro, de Andrea Abreu (Editorial Barrett, 2020): “Abreu es una de las mejores escritoras de su generación. Y su Panza de burro es la novela más original que se ha escrito en los últimos años en España. Una historia fresca, inteligente, divertida y mágica sobre la amistad y el despertar de la sexualidad. Perfecta para saborear un pedacito de Tenerife”.

Diego Larrouy, redactor de economía

Una historia popular del fútbol, de Mickaël Correia (Hoja de lata, 2019): “El fútbol es el protagonista de este libro, pero es una excusa para hablar de muchas más historias. Relatos de contestación frente a dictaduras, de rebelión de las clases populares contra los ricos que quisieron quedarse con este deporte, de reivindicación histórica de las primeras jugadoras de fútbol o de unión de barrios y comunidades. Aunque su tamaño dista de ser un libro de bolsillo, el periodista Mickaël Correia repasa de manera amena en este libro multitud de historias de revoluciones políticas y sociales vinculadas con el fútbol. Porque, aunque muchos lo nieguen, fútbol y política han ido siempre de la mano”.

Icíar Gutiérrez, redactora de internacional

La flor púrpura, de Chimamanda Ngozi Adichie (Literatura Random House, 2017) y El fin del amor, de Tamara Tenenbaum (Seix Barral, 2021): “Tengo varios frentes abiertos y me va a costar decidirme, pero me llevaré seguro en la maleta La flor púrpura y El fin del amor. Amar y follar en el siglo XXI. El primero, porque Chimamanda Ngozi Adichie consiguió atraparme desde el primer momento con Americanah y estoy deseando reencontrarme con su magnífica escritura en esta novela, que fue su debut. Tampoco veo el momento de hincarle el diente al exitoso ensayo de Tamara Tenenbaum”.

Oriol Solé, redactor de Catalunya

Formentera Lady, de Jordi Cussà (Sajalín Editores, 2021): “La reciente muerte de Jordi Cussà me hizo preguntar a una amiga que sabe mucho de libros con qué obra suya debía empezar. Y la recomendación fue Formentera Lady, en castellano editada por Sajalín Editores y en catalán por Edicions La Breu. Una obra fuerte, que retrata la generación que ahora llaman underground pero que en los ochenta eran marginados sociales. La historia combina amor, destrucción, drogas, música y esperanza de un tiempo no muy lejano, pero que ya es pasado”.

Laura Martínez, redactora de la Comunitat Valenciana

El jugador, de Fiódor Dostoyevski (Alianza, 2011), Por el camino de Swann, de Marcel Proust (Alianza, 2011), Noruega, de Rafa Lahuerta (Drassana, 2020), Calle de sentido único, de Walter Benjamin (Periférica, 2021), La campana de cristal, de Sylvia Plath (Edhasa, 2012), y La desaparición, de Julia Philips (Sexto Piso, 2021). “Como el año 21 y el siglo XXI en general se me están haciendo bola, para la primera tanda de vacaciones me fui con El jugador, de Dostoyevski y arranqué Por el camino de Swann, que me requiere tanto esfuerzo mental que me aísla de todo, aunque a veces me atragante con la magdalena. En valenciano y para liberar tanto empacho me acompaña Noruega, de Rafa Lahuerta y los aforismos de Walter Benjamin que acaba de recuperar Periférica en Calle de sentido único, para matar el tiempo en el tren. Sobre la mesilla están esperando la llegada del descanso La desaparición, de Julia Philips, La campana de cristal, de Sylvia Plath y Dicen los síntomas, de Bárbara Blasco. Y de cara a la reentré pretendo anticipar la depresión postvacacional con Crisis, de Jared Diamond y La tiranía del mérito, de Sandel, para no desubicarme demasiado”.

David Noriega, portadista

La herencia, de Matthew López (Dos Bigotes, 2021): “Este verano vendrá en mi maleta La herencia, del dramaturgo Matthew López, que ahora edita por primera vez en español Dos Bigotes. Un texto que explora qué obligaciones y responsabilidades tiene una generación de hombres gais con la siguiente y qué le debe a las anteriores, que aborda la epidemia del sida y que llega hasta poco antes de las elecciones de 2016 que ganó Donald Trump y que hicieron tambalearse los cimientos que se daban por asentados tras las legislaturas Obama”.

José Antonio Luna, redactor de cultura

Drácula, de Bram Stoker (Austral, 2017): “Puede que no sea el libro más adecuado para leer en temporada de vacunación. O quizá sí, sobre todo si tenemos en cuenta que uno de los puntos donde inmunizaron contra el COVID a la población en Rumanía central fue precisamente el castillo del conde Drácula. Llevado por la noticia, pensé que era hora de ponerse al día con el clásico de Bram Stoker para hablar con propiedad del que es uno de los pilares del género de terror. Y, como casi siempre ocurre con las novelas populares, la historia que encuentras es mucho más rica que las anécdotas sobre ella. Drácula es la piedra de Rosetta de los vampiros. Definió gran parte del imaginario y sentó las bases del vampiro moderno: las estacas, los ajos, su debilidad a los símbolos religiosos… Es un universo con significación propia que sirvió de referencia para obras posteriores y que, como tal, resulta esencial”.

Laura García Higueras, redactora de VerTele!

La mujer singular y la ciudad, de Vivian Gornick (Sexto Piso, 2018): “Hemos podido disfrutar de Nueva York en películas, series, canciones, obras de teatro. Pero cuesta pensar que alguien sepa contar lo que implica recorrer sus calles como Vivian Gornick en La mujer singular y la ciudad. Un libro que alude a las ensoñaciones de los paseos sin rumbo y a la introspección que cura. En sus recorridos coincide con vecinos dispares, edificios que acogen, plazas que aíslan y el paso del tiempo. El resultado es un mapa de emociones que se dibuja desde la primera a la última página”.