Las portadas y contraportadas de la revista satírica Mongolia son uno de sus elementos más significativos de la publicación. En muchas ocasiones polémicas, nunca pasan desapercibidas, son también una colección de retratos de la actualidad informativa en nuestro país.
Ahora, Mongolia ha reunido sus 101 peores portadas en un libro puesto en marcha gracias al crowdfunding. Un gran número de ellas tienen a políticos españoles como protagonistas y a la corrupción como telón de fondo. Pero sin duda, Mariano Rajoy ha sido uno de los grandes artistas invitados de la publicación desde su nacimiento. Estas son algunas de las mejores/peores portadas dedicadas al presidente del Gobierno explicadas por sus creadores.
“Eran tiempos en que Diego Armando Maradona había respondido con un ”sigan chupando“ a todos los periodistas que lo criticaban. Esta chulería se la permitimos a una estrella del deporte porque en el deporte no nos va el futuro de cada uno de nosotros, pero la actitud indiferente del presidente Rajoy ante las críticas por los desahucios, los recortes, el rescate a los bancos y la reforma laboral nos parecía la versión gallego-introspectiva del ”sigan chupando“ maradoniano. Y, para colmo, el tipo va y sale en los medios fumando un puro... Está claro que la influencia del sincretismo celta en la cultura gallega los ha hecho más propensos al simbolismo que a los tacos”.
“Se necesita ser gilipollas. Pensar que Mariano había fallecido en febrero de 2013. Los cojones: todavía camina rápido por encima de nuestras tumbas. Como si fuese una cucaracha atómica o ese viejo que ves siempre en el bar y que no acaba de palmar. Ha superado Bárcenas, Gürtel, Lezo, Esperanza y superará lo que le echen con su impasible cara de ameba. Detrás de ella solo puede haber un genio del mal o un idiota integral.
La portada con el fallecimiento de Rajoy fue muy celebrada en ambientes de ultraizquierda moderada porque vivían en el mismo engaño que nosotros. Incluso organizamos velatorios y colgamos versiones reducidas por los portales para anunciar el deceso. Lo que no sabíamos es que el Presidente seguía vivito y se reía de nosotros con un buen puro en la boca y un aliento que no lo querría Javier Cárdenas para si“.
“Que no, por el amor de Dios, que no estaban tachados. ‘Mongolia’, sobre todo, se basa en el respeto y seríamos incapaces de creer que se puede tachar a un ser humano vivo, y más si vive en tu mismo edificio, que luego te lo encuentras en el ascensor y tienes que andar explicando que por qué le tachas la cara. En realidad quisimos poner en práctica un nuevo sistema para descubrir la personalidad de alguien a través del estudio de los músculos parentofrontales del perístato napial ortofrugal del sistema límbico facial, siempre según su disposición en los cuatro quesitos que quedan si le metes encima una cruz rotada 45º de su línea vertical, para lo cual, simplemente, hay que trazar una equis sobre el careto de la persona y luego buscar en Wikipedia su biografía para ya saber unas cuantas cosas sobre el tipo.
Total, lo intentamos con Rajoy, Rato, Felipe VI y el Pequeño Nicolás, pero fracasó el estudio porque nos quedamos sin wifi. Ese mes, además, había sido el atentado a los dibujantes del Charlie Hebdo, y poca broma con eso, que a los que hacemos humor satírico aquello nos dejó el orto más cerrado que el culo de muñeco“.
“A ver, vamos a ver: eran las elecciones, no sabíamos qué poner de portada y nuestra fotógrafa salió a la calle a darle a la maquinita a ver si teníamos una imagen potente y, ¡zasca!, nos trajo una foto del cartel de campaña de Mariano Rajoy. No era gran cosa, Mariano Rajoy, sin ir más lejos. Pero, casualidades de la vida, a nuestra directora de montaje se le ocurrió rascar la foto por si traía premio. Sacó una moneda, rascó la foto y… ¡premio! Debajo de la foto de Rajoy había una de Albert Rivera. Buscamos en internet a ver qué ganabas si debajo de una foto de un cartel de Rajoy te aparecía una foto de Albert Rivera. Encontramos una página web que lo aclaraba con una tabla de relaciones entre símbolos y premios: si te tocaba un naranjito debajo de la foto Pedro Sánchez, te ganabas un balón del Mundial ‘82; si te tocaba la cara de Chanquete debajo de la foto de Pablo Iglesias, te llevabas un kinder sorpresa sin la sorpresa; y si te tocaba la foto de Albert Rivera debajo de la de Mariano Rajoy, podía significar dos cosas:
- Si rascabas la cara de Rivera y debajo estaba la cara de Curro de la expo de Sevilla, te ganabas una bicicleta con cambios automáticos
- Si rascabas la cara de Rivera y debajo salía la de Rajoy y rascabas la de Rajoy y aparecía la de Rivera y rascabas la de Rivera y salía la de Rajoy y así hasta el infinito, en el código específico de este concurso significaba, claramente: “Sigue participando”.
Nos tocó esto último, así que ahí estamos, seguimos rascando, qué remedio.“
“Lección 7.290 de Mongolia: ”Sobre el asco de juntar elementos antitéticos“. A poca gente admiramos más que a David Bowie. A poca gente despreciamos más que a Mariano Rajoy. Juntando esos dos términos, un mecanismo habitual en la sátira, nos queda un precioso engendro que despertará el asco más grande junto con la simpatía más grande. Y si ya le pones una cabecera copia de Rockdelux, el pastel queda perfecto.”
“En Estados Unidos, Trump, en España, Rajoy y en el planeta Mongo, Ming el Despiadado. Sí, el universo se había vuelto un lugar jodido y nada proclive a andar entonando la canción festiva de la vendimia mientras se pegan saltitos de alegría a los costados y se arrojan uvas al cielo al grito de ”viva la vida“ y ”viva la materia estable“.
Todo parece ir a peor, y, según nuestros cálculos científicamente comprobados basados en estudios empíricos de campo muy complejos y nada entretenidos a la hora de publicar en un libro, sabemos que la cosa puede empeorar aún más. Es que si hay algo que tiene el universo, es que es muy creativo a la hora de hacer que las cosas vayan a peor aún para esta anécdota de la materia que llamamos vida. En creación de cupcakes puede que no, pero en lo que es jodernos la vida, el universo es todo un profesional. Tranquilos, que ya conquistaremos el espacio y joderemos al propio universo. Nuestros chicos y chicas de la NASA ya se están ocupando de eso“.
“Empezaba noviembre y la noticia estrella no era la crisis del sistema capitalista especulativo ni la precariedad laboral ni la degradación del tejido social ni el avance de la ultraderecha en Europa, no. La noticia estrella era que un montón de gilipollas habían salido en Halloween disfrazados de payaso terrorífico para asustar a los viandantes mientras un secuaz igualmente gilipollas lo filmaba con el móvil. Imágenes de Minnesota, Michigan, Carolina del Norte y del Sur, Nevada y Florida llenaban las noticias contando esta nueva moda de cámara oculta amateur que inundaba las redes.
En Mongolia, siempre dispuestos a no dejar que sean los extranjeros los que se llevan el premio de la novedad, advertimos de que había un payaso terrorífico en España que, a pesar de su cara de papanatas, si revisabas su currículo al frente del Estado, acojonaba más que aquellos adolescentes descerebrados de América del Norte: ni más ni menos que Mariano ‘vengo a comerme tus ahorros’ Rajoy. Ahí estaba, al frente del país, señalándonos con sorna y malicia, mirándonos con sus ojos endemoniados y un poco así como de “me faltan tres hervores, pero los que tengo me bastan para acabar de una vez por todas con el Estado de bienestar”. Y ahí está el tipo aún. Y se sigue riendo como loco.“
Bonus track
“La sátira es grosera y de mal gusto, como el cuerpo desnudo de Rajoy leyendo el Marca. De hecho, si nuestras portadas te parecen de mal gusto, lo hemos conseguido. Además, ¿qué es el mal gusto? Probablemente las personas de mejor gusto sean las personas más plastas del planeta. ¿Y las personas que creen que tienen buen gusto? Esos se llaman hortera y/o cursis y son, probablemente, los que nos dicen a nosotros que tenemos mal gusto. Que se vayan a la mierda o a comprar figuritas de Lladró, que es casi lo mismo.”