“Estamos en un mundo dominado por la austeridad que nos lleva a la catástrofe... El cine tiene que mantener una postura de lucha ante el poder. Otro modelo de sociedad es posible y hasta necesario al impuesto estos años por el neoliberalismo” dijo Ken Loach al recibir su segunda Palma de Oro de la mano del presidente del jurado de este año, George Miller. El veterano cineasta británico se hizo así con el máximo galardón de la 69 edición de Cannes con I, Daniel Blake, la segunda de su carrera tras la conseguida en 2006 por El viento que agita la cebada.
En su discurso Loach defendió el cine como forma de protesta contra un mundo en peligro por las ideas neoliberales que han propugnado un proyecto de austeridad que “ha provocado la miseria de millones de personas desde Grecia a Portugal, con una pequeña minoría que se enriquece de manera vergonzosa”, aseguró.
I, Daniel Blake cuenta la historia de un carpintero inglés de 59 años que sufre de problemas cardíacos que le impiden trabajar. Debido a su enfermedad se ve obligado a recurrir a ayudas sociales que dependen de instituciones que le obligan a buscar trabajo. Empieza entonces un infierno burocrático que le atrapara y le ahogará en trámites administrativos imposibles. Será entonces cuando Daniel conocerá a Rachel, madre soltera de dos niños que vive a 450 km de su ciudad para evitar que la envíen a un hogar de acogida. Ambos intentarán ayudarse mutuamente luchando contra las injusticias de un sistema neoliberal que ahoga a los más desfavorecidos.
Con este segundo premio, Loach se suma a la exclusiva lista de realizadores que han ganado más de una vez el premio más importante de Cannes. Comparte honor con nombres como los del serbio Emir Kusturica (Papá está en viaje de negocios y Underground); el estadounidense Francis Ford Coppola (La Conversación y Apocalypse Now); los hermanos Dardenne (Rosetta y El niño); el japonés Shohei Imamura (La balada de Narayama y La anguila), el danés Bille August (Pelle, el conquistador y Las mejores intenciones) y el alemán Michael Haneke (La cinta blanca y Amour).
Polémico palmarés
Con la Palma de Oro a Ken Loach “se consuma el peor palmarés de toda la historia del festival. Aberrante es poco. Una vergüenza total” dijo ayer Carlos F. Heredero, director de la prestigiosa Caimán Cuadernos de Cine. La suya no ha sido la única opinión en contra de la decisión del jurado. Para muchos, la calidad de la Sección Oficial de este año pedía un Palmarés muy diferente.
A la polémica por la Palma de Oro se suma el Gran Premio del Jurado de esta 69 edición que fue a parar al canadiense Xavier Dolan por Juste la fin du monde, una película que dividió Cannes por su estilo opresivo y su realización exagerada. Una película que sin embargo ha conquistado al jurado por ser un trabajo diferente al resto y el único rodado en 35 milímetros como destacó el director Lázló Nemes, que también formaba parte del jurado.
“En los doce años que llevo asistiendo a Cannes, creo que nunca había visto tantas buenas películas en la Sección Oficial” contaba Manu Yáñez, crítico de Fotogramas. Películas que, sin embargo, no se cuentan entre las premiadas. Muchos han criticado la ausencia de premios para películas con tan buen reconocimiento como Julieta de Pedro Almodóvar, Elle de Paul Verhoeven o Loving de Jeff Nichols. Aunque para muchos las ausencias más destacadas son las de Aquarius de Kleber Mendonça Filho y Paterson de Jim Jarmusch, ambas entre las favoritas previas al anuncio del palmarés.
El premio a la mejor dirección recayó ex aequo en el francés Olivier Assayas por Personal shopper, una de las películas más criticadas del festival, y el rumano Cristian Mungiu por Baccalauréat. Mientras que la iraní Forushande se hizo con dos premios: el de mejor guion, para su también director Asghar Farhadi, y el de mejor interpretación masculina, para Shahab Hosseini.
El premio del Jurado recayó en la británica Andrea Arnold por American Honey, y la filipina Jaclyn Jose fue considerada como mejor actriz por su papel en Ma'Rosa, de Brillante Mendoza. Un premio que todos daban por hecho que iba a recaer en la veterana Sonia Braga por su excelente papel en Aquarius.
El primer español con Palma de Oro en 55 años
El español Juanjo Giménez ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje por Timecode. El realizador ha recibido así el máximo galardón de su categoría dedicando el premio a su equipo, a su familia, y a Luis Buñuel, el único español que tiene una Palma de Oro, que ganó en 1961 por Viridiana.
“Buñuel es uno de mis ídolos y quería recordarle. Se me ha escapado un ‘más jodido’ porque yo he ganado la Palma pequeña, que es más complicada. Escogen de entre 5.000 películas solo diez a concurso, y de ahí el triunfador” reconoció el realizador. Aunque para él, el premio no cambia sustancialmente sus planes de futuro: “No me espero nada en la vida, así que simplemente vivo y filmo”.
“Yo ya he hecho tres largometrajes. Para mí, el corto es el presente y el futuro del cine. Y me sorprende que cuando se pregunta a los cinéfilos por sus películas favoritas, nadie se acuerda de ellos. Por ejemplo, La jetée es uno de los mejores títulos de la historia del cine”, contó.
Timecode narra la original relación entre dos de los guardias de seguridad de un párking. Giménez (Barcelona, 1963) se aprovecha de múltiples cámaras del vigilancia para grabar un found footage con el que observa desde diferentes puntos de vista lo que ocurre durante las aburridas noches de trabajo de la pareja, interpretada por Lali Ayguadé y Nicolas Ricchini.