Por su vocación sostenida de organizar el mundo y su propia vida alrededor de la escritura, el guatemalteco Luis Eduardo Rivera fue proclamado este jueves como el ganador del premio nacional de literatura “Miguel Ángel Asturias” 2019.
Así lo dio a conocer el Ministerio de Cultura y Deportes en un comunicado, en el que explica que la elección estuvo a cargo del Consejo Asesor para las Letras, que otorgó esta máxima distinción a Rivera por la totalidad de sus obras, la calidad de las mismas y su trascendencia dentro y fuera del país.
Poeta, narrador, crítico literario y traductor, Rivera nació en Ciudad de Guatemala en 1949 y realizó estudios de literatura en la Universidad San Carlos, la única pública de todo el país.
En los años setenta se marchó a México a estudiar escritura creativa en la Universidad Nacional Autónoma de México y después se instaló en París, desde donde trabajó como profesor de literatura y lengua española en el programa de bachillerato internacional.
Entre sus obras destaca la novela 'Velador de noche/soñador de día' (1988) o los poemarios 'Servicios ejemplares' (1978) y Salida de emergencia (1988), pero una de sus más conocidas es el libro 'Tatologías' (2019), un relumbrante diálogo entre la literatura y la plástica que cuenta con ilustraciones de Juan Jacobo Rodríguez Parrilla.
Hablando de la obra del premiado, el escritor Jaime Barrios asegura que está impregnada de “experiencias directas de sus lecturas y su cotidianidad” y que se pueden ver las conexiones con “Sabines, Pound, Eliot, Curzio, Malaparte, Pavese y Nicanor Parra”, entre otros.
El Consejo Asesor para las Letras, creado por acuerdo del Ministerio de Cultura y Deportes, está conformado por los premios nacionales de literatura Carmen Matute y Gerardo Guinea, así como por los escritores Gloria Hernández, Luis Méndez Salinas y Julio Serrano.
El premio nacional de literatura “Miguel Angel Asturias”, que se entregará en una fecha aún por determinar, consiste en una medalla de oro, un diploma, unos 6.500 dólares en efectivo y la publicación de una obra a elección del homenajeado por parte de Editorial Cultural, dependiente del Ministerio.
El primero en recibir esta distinción fue el escritor Luis Alfredo Arango en 1988.