La directora del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), María Martinón-Torres, ha asegurado este miércoles que “España es una potencia mundial” en Paleoantropología, algo que es necesario “decir sin vergüenza”.
“Tenemos los yacimientos de Atapuerca, el CNIEH y el Museo de la Evolución Humana” de Burgos, unos recursos de los que, en su opinión, “hay que presumir” tras la relevante labor realizada, “no sólo en la investigación de primer nivel, sino también en formación y en divulgación” que ha sido algo que “se ha hecho muy bien”.
“Realmente -explica en una entrevista concedida a EFE-, hay una cultura importante en nuestro país dentro del ámbito de la evolución humana, de la museística, de la exposición, de la divulgación y de las conferencias pero también de la formación”.
“El seno del equipo de Atapuerca es verdaderamente una universidad al aire libre que ya ha dado como fruto un centenar de tesis doctorales y otro centenar de tesis de másteres”, ha comentado la experta, recientemente galardonada con la Medalla Rivers Memorial, del Royal Anthropological Institute por el “impacto crucial” de su investigación sobre el registro fósil de China.
Martinón-Torres, que participa en el festival científico “Passión for knowledge” que se celebra hasta el próximo 5 de octubre en San Sebastián con la presencia de siete premios Nobel, ha destacado además la importancia internacional del conjunto de yacimientos de Atapuerca como uno “de los más importantes del mundo”.
Un lugar, en el que, según ha comentado, en uno o dos años los investigadores llegarán al nivel TD6 del yacimiento de “La Gran Dolina”, donde en 1994 se practicaron unas catas que permitieron definir una nueva especie, el “homo antecessor” a partir de restos de al menos diez individuos, datados en hace 860.000 años, que fueron víctimas del episodio de canibalismo más viejo conocido.
Martinón-Torres espera este “fascinante momento” con una “expectación tremenda”, similar a la impaciencia con la que “los niños esperan a los Reyes Magos”, porque existen “esperanzas razonables” de que puedan aparecer nuevos restos de homo antecessor.
“Sintiéndolo mucho -explica con humor-, esperamos que lo que tuvo lugar allí fuera un gran banquete, no una merienda, y podamos encontrar un buen despliegue de restos”.
Apasionada de su campo de investigación, la arqueóloga gallega lamenta que la extinción de otros humanos muy próximos, como los neandertales o los denisovanos, con las que los primeros homo sapiens llegaron a hibridar, nos haya hecho perdernos “la oportunidad de saber lo que es vivir con otra especie inteligente” sin tener que “ir a buscarla en otro planeta”.
En cuanto a la expectación levantada por los denisovanos, la nueva especie humana descrita en 2010 a partir de unos restos encontrados en la cueva siberiana de Denísova, ha aclarado que pueden considerarse “los nuevos neandertales” en “un sentido doble”.
Por Carlos López