Además de pintor, muralista y teórico, Josep Renau fue también cineasta durante sus años de exilio, aunque esta faceta había permanecido en el olvido hasta que el Museo Reina Sofía la ha rescatado con el ciclo “Renau, cineasta”, una retrospectiva con sus piezas audiovisuales, inéditas hasta ahora.
“El cine de Renau había permanecido siempre como una nota al pie en todos los relatos de su vida”, ha destacado este martes en la presentación de esta muestra el comisario de la misma, Luis E. Parés, que ha organizado junto a Chema González.
En total son doce obras, que se proyectarán en seis sesiones durante junio en la pinacoteca madrileña.
Como militante comunista, Renau (Valencia, 1907 - Berlín Este, 1982)abandonó España tras la Guerra Civil para trasladarse a México, donde el español Carlos Velo creó el noticiero semanal “Tele Revista” (1950), en el que dio trabajo a los artistas españoles exiliados allí y fue entonces cuando Renau comenzó a experimentar con el cine.
En aquel momento acuñó el concepto de “film gráfico” para describir su aproximación al cine de animación con el que daba vida a sus ilustraciones políticas, dibujando a cámara o poniendo en movimiento sus dibujos.
Su obra mexicana “fue muy difícil de encontrar porque no figuraba como autor y no aparecía como protagonista”, explica Parés.
Sin embargo, “era un artista muy adelantado a su época y usaba sus técnicas avanzadas para hacer trabajos que no le gustaban”, resume González como justificación a su marcha a Alemania, donde creó varias piezas en las que hacía comentarios caricaturescos sobre su presente político, con la serie de cortos “Dibujos de actualidad” (1958).
En esta etapa alemana el artista se convierte en el protagonista de sus “films gráficos” para caricaturizar a Franco, al grito de “Abajo el franquismo” con los ojos bañados de lágrimas, o para reivindicar que “el deseo de paz mundial de los socialistas es decisivo para todo el planeta”, según sus propias palabras en el corto.
Todas estas piezas forman parte de la retrospectiva del Reina Sofía, aunque esta no es toda su obra, “es solo a lo que se ha podido tener acceso y hay muchas inconclusas”, indica González, que junto a Parés ha estado año y medio recopilando los materiales de archivo de la muestra.