Lo nuevo de Def Con Dos llega en plena resaca de la sentencia del Tribunal Supremo que ha condenado a César Strawberry, líder de la banda, a un año de prisión por enaltecimiento del terrorismo. Los seis tuits que el Supremo considera constitutivos de delito, contraviniendo así la opinión de la Audiencia Nacional que previamente había declarado inocente a Strawberry, son los siguientes: “El fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre me hace añorar hasta los GRAPO”, “A Ortega Lara habría que secuestrarle ahora”, “Street Fighter, edición post ETA: Ortega Lara versus Eduardo Madina”, “Franco, Serrano Suñer, Arias Navarro, Fraga, Blas Piñar... Si no les das lo que a Carrero Blanco, la longevidad se pone siempre de su lado”, “Cuántos deberían seguir el vuelo de Carrero Blanco” y “Ya casi es el cumpleaños del Rey ¡Qué emoción! (le voy a regalar) un roscón-bomba”.
En estas circunstancias #trending_distopic (Def Con Dos / Rock Estatal, 2017) se convierte en un alegato que reivindica la libertad de expresión en un país que ha retrocedido peligrosamente en derechos y libertades desde la aprobación en 2015 de la Ley Mordaza. Un contexto que hace cada vez más difícil poder distinguir entre la faceta artística de Strawberry y su experiencia vital, tal y como se evidencia en la siguiente entrevista.
¿Cómo está afectando la sentencia del Supremo a la promoción del disco y al propio funcionamiento del grupo?
Ha tenido un efecto de consternación y de incredulidad kafkiana dentro del grupo. Son cosas que ves en las películas y lees en cómics y novelas, pero piensas que se quedan en el terreno de la ficción. Todo esto forma parte de una estrategia de amedrentamiento del mundo creativo que se viene desarrollando desde hace tiempo en varios frentes: hemos visto como Facu Díaz tuvo que ir a declarar, el caso Rita Maestre, el caso Guillermo Zapata, el caso Valtonyc (que es el más flagrante y escandaloso).
Estamos acostumbrados a que este tipo de cosas sucedan en Turquía, donde hay 1.800 demandas contra dibujantes y cierran un pilar de la libertad de expresión allí como era la revista Girgir, una suerte de Mongolia, Codorniz o El Jueves. Piensas que algo así puede ocurrir en Hungría, en Polonia... pero que pase aquí no te lo crees.
Creo que todo esto es un mal síntoma y demuestra lo poco importante que la democracia es para el capital, que es algo que ya estábamos viendo en regímenes como el de Putin en Rusia, el propio Erdogan o China. Lo que está ocurriendo encaja dentro de un movimiento global neoliberalista que no necesita de una democracia, lo que ya se ensayó en Chile durante la dictadura con la escuela de Chicago. Y que España se apunte a ese rol con tanto entusiasmo resulta preocupante.
A nivel personal lo que me está pasando lo relaciono con una enfermedad terminal. Es un shock parecido en el sentido de que tienes que aprender a convivir con eso, con la idea de que tu nueva condición es la de una persona que puede ir a la cárcel mañana. En mi entorno la gente tiende a quitarle importancia y desde el primer momento abogados, amigos o periodistas me decían que la demanda no iba a ningún lado. Pero yo siempre he sabido que en realidad era algo mucho más grave de lo que parecía.
Lo que a Def Con Dos nos ha sacado adelante es el apoyo de la gente, que ha sido inmediato. Una oleada de apoyos que ha ido desde Ayuntamientos, que nos han llamado para tocar como demostración de que creen en mi inocencia, hasta el apoyo en las redes sociales y la renovación de nuestro público. Y de hecho lo que hemos querido hacer con este disco es aprovechar la ola que ha querido arrollarnos y difamarnos, coger la tabla Def y ponernos a surfear en ella para evitar que el tsunami nos aplaste.
¿En qué momento Def Con Dos empieza a trabajar en #trending_distopic?#trending_distopic
En febrero de 2016, cuando se supo que esto iba a ser juzgado por el Supremo. Inicialmente, como sabes, se archivó por De La Mata, pero se recurrió con una petición de ampliación de la pena a 4 años de cárcel por injurias al rey, algo que finalmente se desestimó.
De hecho el single Que tú nos persigas... tiene más de un año. Lo que ocurre es que hemos ido cambiando la idea conforme se desarrolla toda esta historia: la evolución del tema judicial ha ido condicionando la canción. Cuando fui absuelto la canción tenía sonidos enlatados de telediarios dando la noticia de la absolución. Pero yo no las tenía todas conmigo de que la historia se fuera a quedar ahí. Básicamente por el perfil del fiscal Carlos Bautista.
¿A qué se refiere?
Todo está publicado en el Eldiario.es, ABC y El Mundo. Carlos Bautista tenía una cuenta anónima en Twitter a través de la cual criticaba a sus compañeros de la Audiencia Nacional. Iba de 'progre' y hacía comentarios del tipo de que la Guardia Civil se había portado como la Gestapo en el caso de los disparos con pelotas de goma a inmigrantes en Ceuta. Aprovechaba también para mofarse de algún compañero porque se había tomado un vinito, de otro porque todos los días llegaba tarde... En fin, ese tipo de cosas, chistecillos. Hasta que lo descubren y él consternado reconoce su culpa, es amonestado por la Audiencia Nacional y de alguna forma busca redimir esa culpa cambiando su punto de vista hasta convertirse en un Fiscal ultraconservador que es el azote de Twitter.
Cuando entiendes todo esto te das cuenta de que estás metido en un tinglado mucho más complejo. Así que cuando me decían que todo estaba superado yo ya imaginaba que tal vez no fuera así, porque además ya había antecedentes en el Supremo de un giro ultraconservador con respecto al criterio de la propia Audiencia Nacional. Cuando llegó la condena en enero el disco ya lo estábamos grabando y tuvimos que cambiar el final de la canción.
Ese latiguillo final en el que se dice “Pues esto ya no sé si mola”...
(Risas). Sí, exacto. Eso es una conclusión a posteriori, porque el disco llevaba grabado desde hacía mucho. En definitiva, que desde que empezamos a principios de 2015 yo lo he pasado muy mal, he estado anímicamente fatal, y enfrentarte a un disco era muy complicado.
Creo que su abogado escuchó previamente el disco para asegurarse que no había nada punible en las canciones.
Sí, teníamos que asegurarnos, pero no hubo que cambiar nada.
Prácticamente se puede decir que #trending_distopic es un álbum conceptual sobre la libertad de expresión. ¿Llegó en ese proceso de maduración del disco a alguna conclusión a la que no hubiera llegado antes?#trending_distopic
No hemos querido hacer un disco monográfico, pero tampoco que pareciese que intentábamos esquivar u olvidar este tema, sentirnos ajenos a él. En ese punto, cuando no sabes si te van a meter en la cárcel o no, el disco ha seguido para adelante gracias a la incorporación de nuevos miembros, gente que antes que nada eran fans, gente que ha crecido con Def Con Dos, tienen menos de treinta años y saben muy bien ver el grupo como tú ya no puedes.
Ellos, sobre todo el nuevo cantante Samuel Barranco, han sido los que han propuesto y planteado qué dirección tomar. Por eso yo creo que #trending_distopic es un disco que reivindica lo que es Def Con Dos más allá de las manipulaciones que vienen de un lado o del otro. Porque vivimos en un país de trincheras.
¿Se refiere a que se le vincula a Podemos?
Bueno, yo no tengo ningún problema con Podemos. Ayer estuve en una mesa redonda con Rafa Mayoral y Guillermo Zapata sobre libertad de expresión. El hecho de que Eduardo Inda se refiera a mí como “el rapero podemita César Strawberry” me llena de orgullo y satisfacción. Como también me llena de orgullo y satisfacción que OK Diario, pese a que siempre me pongan verde, haya sacado un artículo en el que criticaba mi sentencia. ¿Por qué? Porque la sentencia ha causado tanta alarma que todo el mundo empieza a sentirse amenazado.
Lo curioso es todo lo que ha ocurrido ha venido a darle la razón a esa visión que Def Con Dos ha mantenido durante 25 años denunciando un sistema opresor y coercitivo...
Sí, porque nosotros somos un grupo de gente muy veterana, yo tengo 53 años, pero el mensaje de Def Con Dos no ha envejecido, todo lo contrario. Recuerdo que en los 90 la revista MondoSonoro nos tomaba a coña, decían que lanzábamos mensajes mesiánicos. Era el momento en que parecía que íbamos consiguiendo una serie de libertades que iban a más sin arreglar el trasfondo del Régimen. Era el momento del “España va bien”, del boom inmobiliario, todos ganábamos pasta y accedíamos a una vivienda de manera facilísima, y eso obnubiló a todo tipo de personas.
Nuestro mensaje aparecía canciones como Ultramemia -que parece un retrato de lo que está pasando hoy- Que no te cojan, Los días pasan mal o Mundo chungo, que en 2005 cuenta exactamente lo que me ha pasado a mí y tiene un videoclip en el que un tipo está en internet, llega la policía, le detiene... Y por eso un grupo como Def Con Dos, del que podías dudar que tuviéramos un trasfondo serio y parecía que mucha peña no nos pillaba, ahora se entiende mejor.
Bueno, el grupo nunca ha escondido su punto humorístico y satírico.
Sí, porque esa siempre ha sido nuestra bandera, la irreverencia y la provocación. Las cosas más serias las han vaticinado siempre los grandes humoristas. Parece que para hablar de cosas serias hay que ponerse muy serio siempre, pero a mí eso me parece un error. Como grupo siempre hemos tensado la libertad de expresión precisamente para que no se contraiga, y dentro de ese contexto es donde se enmarcan los propios tuits. Esa es mi finalidad como provocador, porque palmo de terreno que cedes, palmo de terreno que no recuperas en derechos y libertades.
¿Qué ha cambiado en España para que algo de más o menos gusto pero que socialmente estaba totalmente asimilado como es el humor negro, se convierta en objetivo del poder político y judicial?
Después del crack del 2008, que responde perfectamente a la Doctrina del Shock que vaticinó Naomi Klein, han visto claro que tenían muy fácil aprovechar ese espasmo y ese miedo en el que ha caído la sociedad para dar un paso más en la instauración definitiva de las teorías económicas de Von Hayek que arrancaron con la alianza entre Thatcher y Reagan. Esto es, imponer las teorías de la Escuela de Chicago a todos los niveles a través de la política del miedo.
A lo largo de todo este proceso yo me he dado cuenta de que lo que buscan no es tanto meter a la gente en la cárcel, porque eso generaría demasiado estupor, como aplicar la teoría de las denuncias de castigo. Es lo que también hicieron en el caso de Rita, Zapata o Facu: someterte a la pena de banquillo y a una sobreexposición pública que no seas capaz de manejar y termine por hundirte. Porque a lo mejor a partir de estos casos empezamos a estar preparados para esto, pero hasta ahora no.
Lo comentaba en esa mesa redonda: la aparición de Rita Maestre ante el tribunal fue patética, apareció amedrentada y vestida de monja seglar explicando que había recibido ya la absolución del Arzobispo de Madrid... ¿Pero tú no eres una militante de izquierdas desde joven? No te avergüences de ello, porque estás ante una persecución, mantén tu inocencia y mantén tus principios. Que todos somos humanos y es comprensible a nivel emocional ese comportamiento, pero lo que buscan es eso, porque esa imagen ha hecho más daño a un determinado sector político que el hecho en sí de que hubiera una condena.
Con Guillermo Zapata y Facu Díaz, que además es íntimo amigo mío, ocurrió lo mismo, tuvieron que hacer actos de contrición pública preventiva cuando en realidad han terminado siendo absueltos. Luego, los inquisidores han terminado ganando, porque lo que buscaban era eso. Y se ha abierto la veda en el mundo de la cultura para que ocurra esto.
Antes ocurría en el contexto vasco, por ejemplo la persecución continuada que han sufrido Soziedad Alkohólica que alcanzó tintes mafiosos con presiones y amenazas a las salas en las que iban a tocar: “Te vamos a hacer una inspección y te vamos a hundir”, “te vamos a dejar cocaína en el baño”,… Y todo habiendo comparecido el grupo tres veces en la Audiencia Nacional y habiendo salido absuelto las tres. Ese precedente hay que saber que ha existido para entender esa búsqueda del miedo y la autocensura en nuestra sociedad
¿Cree que la sociedad española ya ha cambiado como consecuencia de ese miedo?
Sí. Yo soy una persona que conozco muy bien el miedo, porque mi trayectoria personal va muy vinculada desde pequeño a él por razones lamentables…
¿Puede explicar a qué se refiere?
Yo he sufrido abusos sexuales en mi infancia y eso te deja estrés post-traumático. El estrés post-traumático, que padecen aquellos que han sufrido algún tipo de violencia extrema, hace que permanentemente tengas unos miedos que, si no los tratas, constantemente encienden una mecha que acaba vinculándote a ese miedo del pasado y hace que termines confundiendo realidad con ficción y viviendo una constante pesadilla. En mayor o menor medida esto le pasa a todo el mundo, miedos e inseguridades adquiridos desde la infancia, aunque no sufras estrés post-traumático. Y cuando hay una amenaza y el Estado infunde miedo se produce un fenómeno parecido.
Ahora mismo yo conozco a mucha gente que ha sufrido estos ataques de pánico y se han lanzado a borrar todo su pasado digital. De hecho yo mismo he intentado ser prudente, porque cuando tienes un equipo de la Guardia Civil interceptando tus comunicaciones y con una copia de tu móvil en el CNI, no te queda otra que actuar así.
Dice en una de sus pocas entrevistas, pero siempre lúcidas, Rafael Sánchez Ferlosio que “la normalidad es el refugio ficticio de la mentalidad burguesa”, y es cierto. A menudo aspiramos simplemente a que nos dejen en paz. Pero esa paz ha dejado de existir. No te puedes refugiar en una normalidad que no existe. El frente de la libertad de expresión es sólo uno más en un contexto de recortes de derechos de todo tipo: educación, sanidad, condiciones laborales, etc. Y la consecuencia de ello es que o perdemos el miedo y aprendemos cómo combatirlo haciendo de ello una causa sin la que no podemos seguir viviendo o estamos perdidos. Cómo va a seguir avanzando una Sociedad cuando se quiere criminalizar hasta la ficción, que es lo que ocurrió en el caso de los titiriteros.
Equiparar palabras con hechos es algo aberrante que no tiene cabida en ningún marco democrático, tan solo en el paranoico de una dictadura. Y esto no lo digo yo, sino el juez Pedraz en uno de los cinco autos de archivo que hizo en el caso Zapata. La española es una sociedad tradicionalmente cercana al escarnio y al humor negro, desde los tiempos de Quevedo. ¿Y qué pasa con las chirigotas? ¿También las van a prohibir por ridiculizar a los políticos? Hay que plantar cara, defender nuestra inocencia y defender nuestros derechos elementales reconocidos en los acuerdos que España tiene firmados con la Unión Europea.
¿Qué movimientos están haciendo de punta de lanza en esa defensa? ¿O todo se reduce a acciones individuales?
Yo planteo dos líneas de acción. Por un lado la individual. Por otro la acción a través de partidos políticos. Podemos presentó en el Parlamento una proposición de derogación del delito de enaltecimiento. Es tan chapucera que creo que no va a ir a ningún lado, tendría que haberse presentado de otra manera para que prosperara. Pero aunque critique su estrategia es loable que un partido con 70 diputados lo plantee en el Parlamento. En cualquier caso hay muchos movimientos en diferentes ámbitos que reaccionan ante barbaridades como la condena de Valtonyc a tres años y medio.
¿Hay esperanza en las instituciones europeas?
Sí. De hecho mi causa continúa: ahora mismo mi caso está pendiente de un recurso de nulidad ante el propio Supremo. Si el recurso de nulidad no prospera acudiremos al Constitucional, donde ya hay jurisprudencia sobre este tipo de delitos de opinión en las que se establece claramente que hay que contextualizar las palabras por las que se enjuicia.
El propio magistrado Perfecto Andrés en su voto particular dice que los tuits no son “líterosuficientes” para considerarlos delitos. Veremos qué es más fuerte si la jurisprudencia o las influencias políticas. De ser así y no declararme inocente recurriremos al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Sin duda alguna será admitido a trámite y sin duda alguna me devolverán mi condición de absuelto para bochorno de España, que no para de acumular amonestaciones y cambios de criterio por sentencias que vienen de Estrasburgo.
Porque en realidad no es que la Justicia esté podrida ni funcione rematadamente mal en España; de hecho funciona bastante bien en líneas generales. Pero de cuando en cuando ocurren este tipo de cuestiones que destruyen el prestigio de la Justicia española en Europa.
¿Cuál es el problema? Que la Ley en España deja un amplio margen a la interpretación del juez y eso lleva a que el criterio judicial depende de quién te toque. Cuando sabes que estás perdido si a la hora de que te juzguen son Enrique López y Espejel, que son amigos de Cospedal, es que nuestro sistema tiene un problema muy serio.