Los B-boys se contorsionan como arañas las esquinas de todas las ciudades del planeta. La gente casi ni les mira porque la escena se repite desde hace más de 30 años. El sampler del I had a dream this afternoon del Dr. King con un bonito eco electrónico suena veinte veces por sesión entre los beats bakaladeros de las pistas de baile, tiendas y gimnasios de medio mundo, lo mismo que el apostrofe de JB a su bajista: “Tim!”. O un riff de Say it loud. Los puños alzados de Tommie Smith y John Carlos y la arrogante figura de Cassius Clay con Sonny Liston a sus pies se repiten en las camisetas fashion. Mientras, media África baila con ritmos herederos de la rumba y las comunidades de vecinos y parroquias de los barrios madrileños montan sus coros de góspel sin haber cruzado nunca la calle 110 neoyorquina...
La raza negra ha sufrido colonizaciones, esclavitud, guerras, y miserias. El continente africano es ahora mismo un volcán de rencillas, luchas y enfrentamientos seguramente secuelas de las intromisiones imperialistas y evangelizadoras. Lo mismo que sus héroes deportivos, su música es la savia vital de todas las fiestas y veladas, la inspiración de grupos y cantantes aquí, allá y acullá. También es un negocio millonario: la explotación del rock y de la dance music. Y no siempre sus inventores son los que llenan las arcas.
Pero ¿existe realmente una música negra? ¿Tienen algo en común los tambores de Burundi con la matraca que se baila en las macrodiscotecas de los polígonos? En principio sí: el ritmo contundente. Pero no: algunos de los clásicos preferidos desde hace 50 años son los evergreens melódicos de Memphis. ¿Las voces sobrehumanas de los cantantes? Sí, pero no, algunos de los mejores tienen solo un hilo de voz y los favoritos brasileños cantan para dentro con sus voces cálidas y suaves. ¿El espíritu indomable de una raza perseguida y humillada? Sí, pero algunas de las mejores canciones hablan solo de amor y caricias.
Es una bobada buscar definiciones. La música de los negros es rica y variada como variado ha sido el destino de las diásporas africanas. Durante el siglo XX fue mermando terreno a la música clásica europea y finalmente la ha quitado del medio y es la mainstream musical de medio planeta.
Guerra de estilos
Jazz
Jazz“Todas las cacerolas llenas de contento”. Lo dijo Ramón Gómez de la Serna y me lo copio porque es perfecto, al menos para el dixie de Nueva Orleans. La gente se volvió loca con tanta alegría y tanto jaleo y unos años después en la era de las big bands, el jazz fue la mainstream de los grandes salones de baile. Los beboppers lo convirtieron el jazz en atormentado e íntimo a finales de los 40, el free liberó las armonía, los ritmos y las mentes en los 60 y el posthippismo inspiró el jazz fusion de los 70, sideral y esotérico. El jazz-funk se bailaba en las discotecas hacia 1980 pero ahora el jazz se estudia en la Berklee School of Music donde se aprenden reglas fijas y solo acceden los niños ricos porque las matrículas cuestan un pastón. Existe actualmente un smooth jazz finolis.
Play: Louis Armstrong, Duke Ellington, Charlie Parker, Modern Jazz Quartet, Miles Davis, John Coltrane, Ornette Coleman, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, etc.
Blues
BluesDoce compases y cinco notas que hicieron comprender a los oídos del planeta Tierra lo poco que hace falta para comunicarse y emocionar con la música. Un lenguaje que cualquiera puede aprender en dos tardes (lo básico, quiero decir), pero que expresa muchísimo y actualmente se halla entretejido en prácticamente todas las músicas del mundo.
Play: Robert Johnson, Big Bill Broonzy, B.B. King, John Lee Hooker, Blind Willie McTell, Ma Rainey, Bessie Smith, etc.
Negro Spirituals
Negro SpiritualsLa obsesión del hombre blanco por evangelizar al negro, abrirle las puertas del cielo y hacerle olvidar sus creencias ancestrales tiene lugar al igual en América que en África. No lo consiguieron más que a medias, pero en las plantaciones y mansiones del sur de los Estados Unidos nació una forma musical que se ha expandido por todas las parroquias y fuegos de campamento.
El gospel es otra música religiosa afroamericana que se ha expandido por el mundo. Por ejemplo es típico de las navidades madrileñas ir a escuchar coros de gospel.
Play: The Fisk Jubilee Singers, Golden Gate Quartet, Atlanta Rhythm Boys, Mahalia Jackson, The Blind Boys of Alabama, Clara Ward, James Cleveland ,The Rance Allen Group, The Winans, etc.
Rhythm & Blues
Termino que se inventó Jerry Wexler para la música ligera afroamericana en vez de denominaciones racistas como sepia, race... Era música de grandes arreglos, voces melosas y melodías encantadoras. Kleenex musical para corazones destrozados y ritmos bailables para pies epilépticos. Desde hace unos 20 años se pronuncia [awr and bi] y consiste básicamente en ritmos programados, y cantantes melismáticos que imitan a Michael Jackson. Imprescindible exhibirse con la menor cantidad de ropa posible. Ojo: Algunos críticos españoles de la vieja escuela llaman rhythm and blues al rock blues británico de los 60 que bebía indirectamente de esta influencia. A evitar este uso porque es un lío.
Play: Louis Jordan, T-Bone Walker, Big Joe Turner, Ivory Joe Hunter, Lloyd Price, Johnny Otis, Pee Wee Crayton, Ruth Brown, Big Mama Thornton, etc.
Rock and roll
Los chicos blancos empezaron a grabar discos de R&B en 1954, las emisoras le cambiaron el nombre y se comieron el mundo. En los 60, al calor de la contracultura y el hippismo nació un gran negocio alrededor de esta música con aliño de drogas y exhibición de sexualidad masculina rampante.
Play: Fats Domino, Chuck Berry, Little Richard, Bo Diddley , etc.
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Doo wop
Una manera de llamar a los grupos vocales de los años 50. Cantaban en las esquinas y algunos consiguieron hits de radio y de clubs. Básicamente era una versión juvenil de los cuartetos de barbería. Fue engullido por el torbellino creado alrededor del rock and roll y la necesidad de explotar la capacidad económica de la juventud convertida en una nueva clase de la sociedad de consumo.
Play: The Orioles, The Penguins, The Flamingos, The Platters, The Coasters, The Moonglows, The Edsels, The Cadillacs, Frankie Lymon & The Teenagers, Little Anthony & The Imperials, etc.
Soul y funk
La música de la lucha por los derechos civiles en los 60. Voces suprahumanas, coros, metales y orquestas. Los negros demostraban que eran capaces de hacer música de más calidad que los blancos y se comieron el mercado discográfico. Sus estudios de grabación se convirtieron en leyenda, sus canciones en himnos y sus arreglos se fueron volviendo cada vez más ricos, refinados y complicados. Llegó un momento en que los popes de la industria no podían soportarlo y dijeron: “¡Hasta aquí hemos llegado! Y en los 80 se acabó el soul aunque los ejercicios de estilo de los grupos pop blancos siguieron siendo la mainstream. Funk es la dimensión bailable y sincopada. Su faceta más sicodélica, llamada P-funk, sigue siendo fuente de inspiración importante en el hip hop.
Play: James Brown, Ray Charles, Sam Cooke, Jackie Wilson, Aretha Franklin, Percy Sledge, Arthur Alexander, Marvin Gaye, Curtis Mayfield, The Four Tops, The Temptations, The O'Jays, Sly & The Family Stone, Parliament/Funkadelic, etc.
Disco
Música muy sofisticada y cargada de erotismo para bailar, presumir y ligar en las discotecas de negros, latinos y gays en los 70. Grandes divas jadeando y susurrando al ritmo de grandes orquestaciones y también de máquinas. El poder musical masculino se escandalizo y tembló sobre todo porque aquellas grabaciones eran muy caras y no salían las cuentas. Se inició una campaña de descredito. Lo consiguieron solo a medias porque, algo devaluada y rutinaria, resurgió bajo el eufemismo dance y no ha dejado de sonar.
Play: Gloria Gaynor, Donna Summer, Grace Jones, Chic, The Trammps, Van McCoy, Evelyn King, Sister Sledge, etc.
Hip hop. Las arengas de los maestros de ceremonia de las discotecas de los 70 convertidas en forma de arte y a veces en instrumento de comunicación de mensajes contestatarios. Hablaban en pareados encima de los discos e invitaban a la gente a bailar y moverse. Muy barato y fácil de producir, contó con el apoyo de la industria desde casi el principio pero se les fue de las manos. Ahora es la música que mueve a la gente más joven y hay un estilo de hip hop diferente en cada barrio y cada ciudad.
Play: The Sugarhill Gang, Grandmaster Flash, Africa Bambaata, Run DMC, Public Enemy, Fat Boys, N.W.A., Ice Cube, Ice T, Lil Wayne, Kanye West, Jay-Z, etc.
House
Música de Chicago derivada del funk que se ha expandido por todo el mundo: tiendas, gimnasios, clubs, emisoras y polígonos. Muy rápida y extremadamente sencilla, se basa en el bombo machacón a piñón fijo y los efectos electrónicos. Asequible hasta para un chaval en su dormitorio con un equipos y barato, de modo que han surgido infinidad de subgéneros que se diferencian musicalmente poco entre sí pero que cada uno trae consigo su subcultura correspondiente a cual más radical.
Play: Frankie Knuckles, Larry Heard, Marshall Jefferson, Phuture, etc.
Mientras tanto en...
Jamaica. Se escuchaban las radios USA e intentaban imitar la música que oían, pero les salió otra cosa. Los djs recibían pocos discos y tuvieron que inventarse técnicas para alargar y camuflar los que llevaban meses pinchando. Ska, reggae, dub, ragga... Una pequeña isla se convirtió en centro musical de carácter global.
África. Las músicas de los imperios y tribus africanas -desgajadas y cuadriculadas por la colonización europea del XIX y XX- representaban un patrimonio valioso que servía para conservar la tradición y la historia, para comunicar noticias y para montar juergas inacabables. Cuando escucharon los discos de sus primos americanos y caribeños nacieron infinidad de nuevos estilos y de músicas preciosísimas. Cuando empezaron a circular y a ser valoradas en el mundo occidental, África cayó otra vez bajo la dominación blanca. Esta vez fueron los hombres de negocios musicales que explotaron a los cantantes y los grupos a través de un término ecuménico y evangelizador que se llamó world music pero que era una mera explotación económica y manipulación musical.
El Caribe. Los esclavos africanos llegaron como mano de obra porque los indígenas habían sido exterminados por las guerras y los virus de los blancos. En las islas españolas, muchos de ellos quedaron fascinados por las músicas que oían en los salones y casalicios que servían y así surgieron mezclas explosivas que fueron automáticamente importadas a Europa y Norteamérica y se montó un entramado de viajes y rebotes musicales difícil de desentrañar para el musicólogo y de etiquetar para los departamentos de marketing pero irresistible para el bailarín y el melómano.
De las islas francesas, la metrópolis importó un exotismo de music-hall inspirado en la música antillana y haitiana. Lo que se dio en llamar sabrosura de Lys.
Latinoamérica. Brasil vende con orgullo su MPB y todo el mundo canta las excelencias de sus cantautores y de sus músicas de baile. En la América hispana, la presencia negra ha quedado oculta debajo, y también dentro, de otras músicas y estilos que en algún momento y por turnos cronológicos obtuvieron el beneplácito de la radio, las orquestas o la industria del disco.
Un ejemplo evidente: ¿quién sabe en 2014 que las deliciosas composiciones de Chabuca Granda proceden directamente de la música de los negros limeños? Las versiones de Mª Dolores Pradera se han escuchado en todos nuestros hogares durante décadas y los jóvenes flamencos les robaron el cajón a los negros peruanos... pero pocas veces podemos escuchar la música del Perú negro en su dimensión original.
Empezamos una nueva serie en eldiario.es a petición popular. Todos estos temas se tratarán en nuestros próximos capítulos. Esperamos que guste tanto como la de los clásicos.