¿Qué es la música ambient? Esta es la muy sensata cuestión que plantea David Toop casi al principio del libro Océano de sonido. Y dedica las siguientes 322 páginas a no contestar directamente esa pregunta. Paradójicamente, cuando llega a la frase final, “La música -fluida, rápida, etérea, abierta de miras, anclada en la temporalidad, erótica y matemática, inmersiva e intangible, racional e inconsciente, ambiental y sólida- ha anticipado las palabras en el éter del océano de información”, el lector se ha hecho una idea difusa pero muy utilizable sobre qué puede ser el ambient y muchas otras músicas que constituyen una parte fundamental y no siempre bien valorada del mundo que habitamos.
Océano de Sonido se publicó en el Reino Unido a finales de 1995 y desde entonces pasa por ser uno de los textos referenciales sobre una buena parte de la música de nuestros días. Esto sigue siendo así aunque Toop haya preferido no tocar una linea del original para su primera edición en castellano, que aparece ahora vía la editorial argentina Caja Negra. Son solo 21 años de espera y nunca es tarde... etcétera.
Con todo y su carácter de clásico, el libro sigue funcionando porque cuando se escribió ya se habían vivido la revolución de la electrónica y lo digital, de la world music, del sampling, del postpunk, del indie, de un nuevo dub, del hip-hop o de una nueva apreciación de la música de vanguardia, elementos básicos de la música actual. Y de todo ello se habla en Ocean of Sound con conocimiento y criterio. Desde Satie a Aphex Twin. Naturalmente, durante estas dos décadas ha habido novedades, pero conciernen más a la producción, distribución y consumo de la música (mp3,Youtube, P2P, Spotify, DAWs, Soundcloud, etcétera) que a innovaciones estéticas marcadas en general por la retromanía.
De Debussy a Rock
Océano de sonido, subtitulado Palabras en el éter (primer titulo que fue rechazado), música ambient y mundos imaginarios, no es un recorrido ni cronológico ni temático. Tomando el título como excusa, se trata más bien de un viaje en el que los sonidos de origen más dispar se encuentran en miríadas de islas, que es otra manera de describir las Mil mesetas de las que hablaba el filósofo Gilles Deleuze.
Mil mesetas/islas de pensamientos y sentimientos diferentes pero relacionadas entre ellas y que resultan aún más intuitivas imaginándolas en ese marco oceánico.
En gran medida, Toop combina su muy notable experiencia personal (además de autor es crítico, músico y conferenciante) y una vasta cultura para ir entrelazando un tapiz en el que pueden reunirse con cierta naturalidad nombres como Lamonte Young, Velvet Underground, West Coast jazz, música vocal india o Terry Riley en un mismo capítulo, el llamado Estados alterados III: Mundo de cristal. Es solo un ejemplo, la mayor parte de las aproximaciones del libro son así de transversales.
Regresando a la pregunta del principio, ¿qué es la música ambient? Como se ha indicado, Toop no contesta directamente esa pregunta pero conduce hacia dos interpretaciones: “¿Sonidos tranquilos y terapéuticos para relajarse o música que continúa la corriente subterránea perturbadora y caótica de nuestro entorno?”. El libro, que comienza por Debussy escuchando por primera vez música javanesa en la Expo de París de 1889 (la de la torre Eiffel) y acaba con la relación entre el chamanismo y el rock, se decanta por la segunda posibilidad.
En su lanzamiento original, Ocean of Sound, tuvo el acompañamiento de un doble CD con el mismo título seleccionado por el propio David Toop. La música era estupenda y muy reveladora de las ideas y músicas expuestas en el libro, con mas de 32 piezas perfectamente imbricadas. El disco no se ha vuelto a editar y, lamentablemente, una búsqueda en Spotify da como resultado centenares de sonidos de los océanos con fines relajantes pero no de este Océano de sonido. En YouTube se ha intentado hacer un remiendo y, eso sí, parece que en las tiendas online hay ejemplares disponibles. Merecen mucho la pena. Letra y música.