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Pet Shop Boys
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Como ocurre con el protagonista de Will-o-the-wisp, posiblemente la canción bandera de su décimocuarto disco, pasan los años pero lo esencial permanece intacto en la música de Pet Shop Boys. Aunque los niveles de inspiración lógicamente varían de disco a disco, Neil Tennant y Chris Lowe mantienen un estatus envidiable a medio camino del mainstream y un merecido culto. Pet Shop Boys se han convertido con el paso de los años casi en un género en sí mismos, y han sabido además rejuvenecerse reivindicando como descendientes directos a jóvenes bandas de éxito como Years & Years (que colaboran en un tema, Dreamland) o The Killers.
En la última entrega de esa suerte de trilogía que ha tenido a Stuart Price como productor, Tennant y Lowe se han marchado a los míticos estudios Hansa de Berlín. Y Berlín se convierte también en escenario de un puñado de canciones que, en la línea de siempre, se mueven a medio camino de la fantasía literaria y la ácida crítica social. Evidente en la misma Dreamland, una irónica visión de su país en particular y el nacionalismo en general que imagina un lugar “donde no necesites un visado / en el que puedas venir, volver a irte y todavía formar parte de él”.
Musicalmente la producción de Price se debate entre las baladas electrónicas y el ejercicio dance pop, entre Introspective y Behaviour, los dos discos que al principio de su carrera mejor definieron los márgenes en los que se mueve la música del dúo. De un tiempo a esta parte curiosamente son sus canciones más uptempo y abiertamente bailables las que mejor les sientan, aquí representadas por la ya citada Will-o-the-wisp -casi un autohomenaje, un tema que describe la vida de un fiestero entrado en años-, el sonido abiertamente disco de Monkey Business o el eurodance de Happy People.
The Black Lips
Sing in a World That’s Falling ApartFire / Popstock!ROCK7Sing in a World That’s Falling Apart
The Black Lips no son excesivamente reconocidos ni cuentan con un núcleo de fans multitudinario que les coloque como cabezas de cartel de grandes festivales. Sin embargo la banda de Atlanta fue en buena medida responsable hace dos décadas de la enésima explosión de un revival garagero que todavía mantiene buena salud gracias a sellos como Burger Records. Mientras miles de bandas de todo el planeta buscan acercarse al lugar del que ellos vienen (musicalmente hablando) The Black Lips se lanzan a nuevas aventuras, siempre claro está en el contexto del rock’n’roll.
Sing in a World…, su noveno largo ya, es en ese sentido un revolcón al sonido con el que les habíamos relacionado, un disco de country rock borrachuzo (hay cosas que nunca cambian) que viene a ser algo así como un trabajo de madurez para Cole Alexander y sus compinches. Mantienen intacto su sentido de la diversión y la irreverencia -llegan a dedicarle una canción a las figuritas de acción G.I. Joe- pero los medios tiempos dominan sobre el frenesí que les había caracterizado en el pasado.
Fuel Fandango
OrigenWarnerFLAMENCO-ELECTRÓNICA7Origen
Fuel Fandango lleva diez años explorando las posibilidades de hibridación entre el flamenco y la electrónica para las masas. Empezaron cuando ni tan siquiera podíamos imaginar un fenómeno como el de Rosalía, y propuestas como la de Califato 3/4, Maria José Llergo y mil más habrían resultado impensables. Merecido tienen pues el calificativo de pioneros, una categoría que se niegan a abandonar. En su cuarto álbum Nita y Ale Acosta se abren a nuevas influencias, especialmente en el aspecto rítmico, cruzando el Estrecho y abrazándose a los sonidos africanos.
Tal y como ha ocurrido en el pasado con otras formaciones nacionales emblemáticas del mestizaje como Ojos de Brujo o Radio Tarifa, cada vez más la música de Fuel Fandango deja atrás los clichés para entregarse a una suerte de sonido global, en su caso siempre marcado por las producciones de corte dance de Ale y, claro, la voz aflamencada de Nita. Las colaboraciones de Vicente Amigo y Rycardo Moreno sirven para recordarnos de dónde vienen Fuel Fandango, pero lo que cada vez resulta más impredecible (y esto es un piropo) es saber hacia dónde van…
Luis Alberto Spinetta
Ya no mires atrásSonyAUTOR8Ya no mires atrás
Aunque su popularidad en nuestro país nunca estuvo al nivel de su influjo, incluso en España hay consenso de que el argentino Luis Alberto Spinetta es el padre del rock en castellano. Su primer disco con su banda Almendra data de 1969, y solo dos años más tarde Spinetta arrancó una carrera en solitario que terminó en 2012, cuando falleció a los 62 años víctima de un cáncer. Cuenta su hija Caterina que poco después de su fallecimiento entre sus documentos encontró un pendrive con las siete canciones que ahora se publican bajo el título de Ya no mires atrás.
La posterior reconstrucción de los hechos permitió averiguar que ese pendrive sale de unas sesiones registradas cuatro años antes de su muerte, en 2008, en el estudio personal del propio Spinetta, La Diosa Salvaje. Comenzó a partir del momento del descubrimiento un proceso de finalización de esas canciones con la ayuda de una serie de músicos cercanos a Spinetta: el productor Mariano López y los músicos Claudio Cardone, Mono Fontana, Nerona Nicotra, Sergio Verdinelli y Alejandro Franov.
Todos ellos formaron parte de la banda de Spinetta y aparecen como instrumentistas en diferentes discos del bonaerense. El resultado es un pequeño milagro para los fans del músico, su segundo álbum póstumo, publicado en el día del que habría sido su 70 cumpleaños y con una portada obra del propio Spinetta. Otro ejercicio de rock con aires jazzeros, en la línea de su proyecto Spinetta Jade y, como toda su obra, con un altísimo nivel lírico.
Taifa Yallah & Dellafuente
Ep.01-CausaSanta CatalinaFLAMENCO-ROCK7Ep.01-Causa
Dellafuente sorprende con este nuevo proyecto, acompañado de músicos de confianza como Antonio Narváez y Moneo y en un contexto que lo aleja tanto del sonido urbano como de la metodología que había seguido hasta ahora. El músico granadino, uno de los nombres que ha empujado con fuerza en ese terreno en los últimos años, apuesta ahora por un formato de banda que conecta directamente con la tradición del rock andaluz, en una línea que va de Triana y Smash al Omega de Morente & Lagartija Nick, y que se suma a otras formaciones actuales –de Fuerza Nueva a Derby Motoreta Burrito Cachimba- en la búsqueda, cada cual con sus peculiaridades, de un rock de raíz ajeno a la tradición anglosajona.
Dellafuente consigue con la publicación de estas ocho canciones ocupar un lugar propio dentro de ese “género”. Su particular lírica, uno de los puntos fuertes de su producción urban tal y como ha venido demostrando desde los tiempos de Azulejos de corales (2015), encaja sin problemas con una propuesta que pasa de de lo emotivo a descargas de electricidad cercanas al heavy, utilizando para terminar de ubicar la propuesta recursos propios del flamenco como las palmas o su propia voz, una suerte de versión alternativa del cante.
Queda por comprobar si este ha sido un capricho sin continuidad o el primer paso de una nueva línea creativa que va a ocupar buena parte de su tiempo. Pero lo que resulta innegable es que Taifa Yallah es un primer paso interesante y personal, que desde el minuto uno posiciona el proyecto y lo convierte en referente del “rock andaluz” contemporáneo.
The Innocence Mission
See You TomorrowBella Union / [PIAS]POP8See You Tomorrow
En activo desde 1985 es de suponer que la formación nacida en Pensilvania lo habrá visto durante estos 35 años de todos los colores. De lo que no cabe lugar a dudas es de que vivimos hoy tiempos en que la atención mediática y también la del público van por derroteros muy lejanos del pop melancólico, casi “emo” que practica la banda. Lo que explica la poca atención que está recibiendo un proyecto que está publicando los mejores trabajos de su larga carrera de un camino a esta parte.
Sun on the Square (2018) ya resultaba un disco exquisito, arreglado con cuidado y marcado por la voz de Karin Perin, a veces un lamento casi infantil, siempre al borde de quebrarse y quebrar con ello nuestro corazón. El encantamiento prosigue en See You Tomorrow, un álbum cargado de canciones que parecen salidas del túnel del tiempo, con preciosos arreglos de cuerda y una producción que potencia ese sabor a tiempo pasado que fue mejor.
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