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VÍDEO | Quique González: Trucos fáciles para intentar salvarse
Quique González
Las palabras vividasVarsovia!!FOLK-ROCK7Las palabras vividas
Más que un ejercicio de reinvención, Las palabras vividas supone un punto y seguido para Quique González. La pausa necesaria para pararse a tomar aire después de un tiempo especialmente intenso musicalmente hablando. La colaboración con el poeta Luis García Montero no solo le permite al músico madrileño quitarse de en medio la responsabilidad de dar forma al aspecto lírico del álbum, sino que supone casi un tiempo de recreo por la novedad que supone en su modus operandi musicar textos ajenos.
De por sí los universos de García Montero y de González se encuentran bastante cercanos, pero además, y tal y como ha desvelado el músico, el poeta ha llevado a cabo un ejercicio de acercamiento a las letras de González que explica por qué este disco no resulta incoherente o ajeno al resto de la obra de Quique González.
Y en ese contexto, Quique ha apostado por vestir las canciones con una instrumentación cálida, que potencia su intimismo. Las guitarras eléctricas y el formato rock que caracteriza casi toda su discografía deja paso aquí a los instrumentos acústicos, a arreglos en los que instrumentos inusuales como el violín o la trompeta le dan un aire color sepia a estas canciones que, aún mirando al futuro, tienen un no-sé-qué esencialmente nostálgico.
Bifannah
Danças líquidasThe John Colby SectPSICODELIA8Danças líquidas
La superbanda del undergound gallego, con componentes de Jay, Wild Bambina o Munich, publica un segundo álbum en el que las líneas maestras que ya se mostraban con claridad en Maresia (John Colby Sect 2017) aparecen todavía un poco más definidas.
Aquel era un disco en el que el sonido garagero que había caracterizado algunos de los proyectos previos de sus componentes se abría a una marcada influencia de la tropicalia más psicodélica, ingrediente que terminaba de hacer evidente la interpretación de las canciones en portugués a cargo de Guillermo Zapata. Todavía un paso más allá, en Danças líquidas el componente Atlántico termina por ganarle la partida a los ingredientes netamente ye-yés.
Registrado prácticamente en directo, tal y como caracteriza las grabaciones del Estudio Brazil, con producción a cargo de Frank Maston (Jacco Gardner), Bifannah afinan el disparo con diez canciones cargadas de groove, y en las que hay espacio para suntuosos arreglos de viento y percusión. Como salidos de una máquina del tiempo.
Clipping
There Existed an Addiction to BloodSub Pop / Popstock!RAP8There Existed an Addiction to Blood
Tal y como están las cosas ahí afuera, lo sorprendente no es que unos pocos artistas se pongan por objetivo retratar el horror en sus diferentes formas, sino que la práctica totalidad del entretenimiento en general y la música popular en particular encuentre su inspiración en otras cuestiones infinitamente más livianas.
Aunque el rap en líneas generales se ha oscurecido casi tanto en los últimos años como el panorama social que aspira a representar musicalmente, pocos artistas del género resultan tan explícitos en la representación del tremendismo como este trío de Los Ángeles que con su cuarto álbum pone una nueva pica en su Flandes particular del hip hop experimental.
Grabaciones de campo, guiños al trap, progresiones electrónicas siempre a punto de estallar con una tensión casi insoportable, y el recitado impenitente de Daveed Diggs, ese el menú del que se compone un trabajo admirable y muy recomendable para todo aquel al que, un poco a la manera del Telediario, no le importa asomarse al abismo y que le estropeen el día.
Matana Roberts
COIN COIN Chapter Four: MemphisConstellation / Popstock!JAZZ7COIN COIN Chapter Four: Memphis
Cuarto capítulo de una serie de discos bautizada Coin Coin en la que la excomponente de la Exploding Star Orchestra transforma sus raíces y recuerdos en un ejercicio de free-jazz desbordante. En sintonía con ese planteamiento, Roberts sitúa una fotografía de su abuela tal y como apareció en su día en los archivos de la policía, para dedicar este cuarto volumen a sus raíces familiares en la ciudad de Memphis.
Como el resto de títulos de las Coin Coin Series publicadas por el sello canadiense Constellation, que su objeto de estudio sea un sonido o la historia musical de una ciudad no significa ni mucho menos que Matana se limite a reproducirlo. Un ejemplo magnífico de su modo de actuar podría ser el tercer tema de este disco, Trail of the Smiling Sphinx, en el que el sonido del violín interpretando una reconocible melodía cajún se convierte una enloquecida pieza de free jazz que termina dando paso una explosión de spoken word, en sintonía con otras piezas de la serie. Y aunque la de Matana dista mucho de ser una propuesta para todos públicos, vuelve a dejar claro por qué la de Chicago se ha convertido en una de las voces de referencia del jazz librepensante contemporáneo.
Richard Dawson
2020Domino / Music As UsualAVANT POP82020
Si bien la mayor parte de discos previos de Richard Dawson echaban la vista atrás varios siglos, encontrando la inspiración para sus canciones y hasta para las melodías en la Inglaterra del medievo, 2020, como su propio nombre indica, mira hacia un futuro casi inmediato. Concretamente al año próximo, que probablemente será uno de los momentos históricos más importantes para el Reino Unido a raíz de su desconexión del resto de Europa.
Pero Dawson evita el discurso panfletario y, un poco a la manera de los ejercicios de spoken word de Kate Tempest, dibuja un estado de ánimo dominado por la paranoia, la angustia y desconfianza a partir de una serie de retratos personales contados desde la primera persona de manera novelesca.
Su música, en sintonía también, resulta menos intrincada que de costumbre. Más allá del enésimo ejercicio de singular virtuosismo guitarrero, en esta ocasión el sintetizador es el instrumento elegido para servir de contrapunto. Los sintes aportan un sonido que, sin terminar de abandonar del todo el carácter lo-fi que le caracteriza, tiene más que ver con las excursiones psicodélicas de un (por ejemplo) Gruff Rhys y convirte 2020 en lo más accesible y contemporáneo que el músico británico ha firmado hasta la fecha.
Ryuichi Sakamoto
Thousand Knives OfWe Want Sounds / Popstock!TECNOPOP7Thousand Knives Of
We Want Sounds, sello francés del que ya hemos comentado unas cuantas referencias en esta sección, recupera en esta ocasión a un clásico del techno-pop japonés reconocido en todo el mundo: Ryuichi Rakamoto. Thousand Knives Of fue su primer largo, publicado en 1978 en paralelo del que también significó el debut de la Yellow Magic Orchestra.
No es la única conexión entre este trabajo y la banda con la que Sakamoto alcanzó inicialmente el reconocimiento internacional: el tema titular, que arranca con un sampleo vocoderizado de la voz de Mao, sería posteriormente recuperado por la YMO para su álbum BGM.
Paralelismos al margen, Thousand Knives Of contiene ya la esencia del trabajo de juventud de Sakamoto. Con la ayuda de Hideki Matsutake ejerciendo de programador de sintetizadores (habitual de Isao Tomita y considerado el cuarto miembro de la YMO), el joven Sakamoto plantea a través de estos seis temas una epopeya electrónica en la que lo mismo aspira a reproducir musicalmente los sonidos de la naturaleza (Island Of Woods) que homenajea a Kraftwerk titulando en alemán Das Neue Japanische Elektronische Volkslied.
Tito Ramírez
The Kink Of MamboAntifaz / El VolcánLATINO7The Kink Of Mambo
La fiebre actual por el coleccionismo y la retrodelia da pie a picarescas y timos tan cachondos como el que Tito Ramírez practicó desde su sello Antifaz Records hace tres años. Fue entonces cuando se presentó en sociedad con un single titulado Be My Girl (Sé mi chica) que se anunció como una grabación perdida de un intérprete ignoto de los sesenta. No fueron pocos los que picaron el anzuelo dentro y fuera de nuestro país y hoy ese single se cotiza a alrededor de 200 € en discos.
El engaño, claro, no podía mantenerse por mucho tiempo más teniendo en cuenta que hoy por hoy el jornal de los músicos se encuentra sobre las tablas. Así que, después de otra referencia corta y alguna que otra aparición en directo, llega el primer largo de Tito Ramírez y una pequeña gira por nuestro país en salas de mediano aforo.
Un primer disco que explica el éxito de aquel engaño: la música de Ramírez se mueve a caballo del pop de Raphael en su etapa más ye-ye y los sonidos caribeños (mambo, boogaloo, cha cha chá…). Todo registrado con una sonoridad muy de aquellos tiempos, en un ejercicio ejemplar de reproducción de las maneras musicales de la década de los 50 y 60.
El resultado final tiene un efecto infalible sobre esos conectores neuronales, sean los que sean, que activan nuestro sentido de la nostalgia. Aunque en la mayor parte de los casos curiosamente sea una nostalgia de un tiempo que no hemos llegado a conocer.
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