El cineasta irlandés Neil Jordan, ganador de un Oscar por el guion de “Juego de lágrimas” (1992) y que este viernes estrena en España su último trabajo, “La viuda”, cree que hay motivos para temer que el acuerdo de paz de Irlanda del Norte salte por los aires con el “brexit”.
“El brexit es muy mala idea, no quiero ver el retorno de ningún tipo de violencia en mi país y no quiero tener que volver a hacer películas como 'Juego de lágrimas' o 'Michael Collins'”, ha señalado el director en una entrevista con Efe.
Si la primera versaba sobre la camaradería inesperada que surge entre un soldado británico y su captor, miembro del IRA, la segunda era un 'biopic' protagonizado por Liam Neeson sobre el líder independentista irlandés de principios de siglo.
Las tensiones en Irlanda del Norte se han avivado en las últimas semanas con el rebrote de la violencia terrorista, unido a la caída del gobierno autónomo hace ya más de dos años y la amenaza que el “brexit” supone para la invisibilidad de la frontera.
En “La viuda”, un thriller psicológico protagonizado por Isabelle Huppert y Chloë Grace Moretz, Jordan se aleja del realismo para entregar lo que él define como “un cuento de hadas oscuro y delicioso” o “una versión contemporánea de Hansel y Gretel”.
Aunque normalmente el cineasta firma sus propios guiones, en esta ocasión ha tomado como base una historia de Ray Wright.
La siempre impecable Huppert es la bruja del cuento, pero es una bruja que a ratos despierta compasión y a ratos un miedo atroz. Su personaje, Greta, es una pianista viuda con una necesidad desesperada de compañía en la difícil Manhattan.
Un día olvida un bolso en el metro y se lo encuentra Frances (Moretz), una dulce e ingenua joven que acaba de mudarse a la gran ciudad, y que acaba de perder a su madre, y comienza una relación que finalmente no será tan inocente.
“Cuando Isabelle expresó interés en el guion fue cuando para mi el personaje cobró vida”, señala Jordan. “En la historia inicial Greta era más mayor y era húngara; lo reescribí para ella, y salió más sofisticada, joven y amante de la música”.
“La viuda” sería otra película más sobre acoso si no fuera porque aquí las protagonistas son mujeres y además no hay asomo de motivación sexual.
“Por eso me atrajo tanto la historia”, dice Jordan, “no explora la dimensión sexual sino la relación madre-hija, ese deseo de Greta de reemplazar a una hija ausente es más aterrador que otra cosa y también es muy de cuento de hadas: madres amorosas, niños que buscan a sus padres, padres que buscan a sus hijos...”.
Jordan no estrenaba película desde 2012, año en el que, con “Byzantium”, volvió al subgénero de vampiros que él mismo contribuyó a poner de moda en la década de los 90, con la ayuda de Brad Pitt, Tom Cruise y Antonio Banderas en “Entrevista con el vampiro”, un filme que acaba de cumplir 25 años.
Uno de los motivos que le mantuvo alejado de la cámara fue un accidente de tráfico que le dejó una rodilla rota y del que ya está recuperado. Sus últimos trabajos, como la serie “Los Borgia” (2011-2013), han sido para la televisión.
En el debate sobre los nuevos modelos de consumo, Jordan apuesta porque salas de cine y plataformas encuentren una forma pacífica de convivencia.
“Las plataformas de televisión como Amazon o Netflix son las únicas compañías que están haciendo el tipo de películas que, a mi modo de ver, solían ser la esencia del cine, mientras que los estudios de Hollywood están volcados en películas de cómics, superhéroes o grandes sucesos”, reflexiona.
Al mismo tiempo, opina que éstas plataformas deberían “abrir” su forma de distribución a las salas de cine. “No veo que eso suponga ningún daño, estar nueve semanas en el cine y luego en tu plataforma, creo que ambos deberían encontrar el modo de coexistir”, dice.
Magdalena Tsanis