Ni es un drama romántico ni es cine social ni un documental combativo. Aunque, en cierto modo, es todo eso a la vez. Jeff Nichols presentó ayer en la competición de Cannes Loving, una de las películas más comentadas de lo que llevamos de festival.
La película narra la historia de Mildred y Richard Loving, una pareja interracial que se casó en 1958 en Washington DC porque en su Virginia natal no estaban permitidos los enlaces interraciales. Él era blanco y ella negra y, tras casarse, fueron detenidos y obligados a abandonar el estado de Virginia durante 25 años si no querían ir a la cárcel. Su lucha por poder regresar a su hogar terminó nueve años después, cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaró inconstitucional la ley que prohibía los matrimonios interraciales. Su caso cambió para siempre la historia del país.
Esta es la historia a la que ponen piel y voz Joel Edgerton y Ruth Negga, en un film que su realizador, Jeff Nichols, no tiene miedo en describir como “una de las historias de amor más puras de Estados Unidos”.
El equipo de la película en Cannes
Estrenarla en el festival era importante para Jeff Nichols, “simplemente para que la película se viera, porque la gente tiene que hablar sobre este tema”. Según él “había que llegar al corazón del problema y la mejor forma era mostrando a los personajes tal y como eran (...). Las leyes segregacionistas no tenían nada que ver con los seres humanos. Muchas veces los legisladores se olvidaban de que simplemente se trataba de hombres y mujeres”, explicó el realizador en la rueda de prensa posterior al pase. Por eso le pareció importante narrar la historia desde la sencillez de la pareja y el punto de vista de dos personas que simplemente se enamoran.
“Espero que esta sea la película discreta del año y que haga pensar a la gente sobre la dureza de estos problemas y sobre cómo las decisiones de unas personas afectan a otras”, destacó Nichols.
Para Joel Edgerton, que ya había trabajado con Nichols en Midnight Special, esta película no sólo es interesante por su contenido social, es “muy especial” debido a sus silencios, su tono meditativo y la sencillez de los personajes, que contrasta con el drama que vivieron sólo por amarse teniendo un color de piel distinto. “Pieza a pieza se demuestra la realidad. Es poco habitual ver una película así, que no se enmarca forzosamente en las reglas de Hollywood”, contó el actor en la rueda de prensa.
Para Edgerton, el papel de Charlie Loving fue toda una oportunidad, puesto que “aún quedan muchas cosas que no han cambiado nada” en materia de derechos civiles. Según él, películas como esta “pueden eliminar escepticismos y demostrar cómo a las personas les afecta las ideas de los demás”.
Por su parte, Ruth Negga defendió la necesidad del diálogo y de aprender a través de conversaciones con otras personas. “Lo mejor de esta película -agregó- es que nos humaniza. Muestra al mundo que las ideas políticas afectan a los seres humanos, a los individuos y se trata simplemente de ver cómo ser más amable con el otro”.
Una historia muy conocida
La historia del matrimonio Loving tiene incluso su propio día conmemorativo: cada 12 de junio se celebra el Loving Day en memoria del caso que adapta Nichols. Él, cuenta que, a pesar de conocerlo, lo descubrió de verdad gracias al documental The Loving Story que Nancy Buirski realizó en 2011 para la HBO. De hecho, cuando su mujer lo vio le dijo: “te quiero de verdad, pero si no haces esta película, me divorciaré de ti”, recordaba Nichols con una sonrisa orgullosa.
Al respecto, Nichols señaló que decisiones tribunales como la que afectó a los Loving, pueden hacer mucho por la evolución de los derechos civiles pero, desgraciadamente, “lleva mucho tiempo que sean aceptadas por la sociedad”. Sin ir más lejos, la llamada Racial Integrity Act aún estaba presente en estados como el de Alabama, que no la eliminó de su legislación hasta el año 2000 mediante un referéndum. Para vergüenza de la mayoría, un 40% de ciudadanos votó en contra. “Me sorprenden aún algunas reacciones en Estados Unidos. La gente tiene miedo a algunas cosas y es necesario legislar sobre esos miedos”, afirmó el realizador.
Jeff Nichols se ha confirmado como una de las voces del cine independiente americano más interesantes del momento. Su segundo largometraje, la increíble Take Shelter se presentó en Cannes en 2011 en la sección Quincena de realizadores. Y la delicada pero potente Mud se estrenó en Sección Oficial al año siguente. En 2016, su película Midnight Special también se presentó en el Festival de Berlín, hace a penas unos meses.