Patrimonio Nacional no sienta cabeza. La renuncia como presidenta de María Llanos Castellanos a finales de julio y el nombramiento de Ana de la Cueva, exsecretaria de Estado de Economía, parecía que pondría paz al año y medio de despidos y dimisiones que caracterizó la gestión de la nueva número dos de Óscar López en el Gabinete del presidente Pedro Sánchez. Sin embargo, la recién nombrada presidenta ha descartado en un mes a la última gerente del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional nombrada por Castellanos, Lorena González Olivares, que accedió al cargo el pasado marzo y lo ha ostentado apenas cinco meses.
En su lugar, tal y como determinó el Consejo de Ministros de este martes y ratifica el BOE, llega María Dolores Menéndez Company, hasta la fecha subdirectora General de Administración Financiera y Oficialía Mayor en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Antes, esta funcionaria de Escala Técnica de gestión de organismos autónomos, había sido nombrada secretaria General del Instituto Español de Oceanografía.
Estas alteraciones continuas en la cúpula de Patrimonio Nacional en los últimos seis años, la convierten en la institución con menos estabilidad de toda Presidencia y, posiblemente, del conjunto de centros culturales públicos dependientes del Estado. Desde 2015 han pasado cuatro presidentes y cinco gerentes por los despachos más altos del organismo responsable de difundir los valores de la monarquía y su patrimonio histórico-artístico.
Lorena González Olivares sustituye a José Luis Masegosa Carrillo, que fue nombrado gerente a finales de septiembre de 2020 y aguantó en la casa poco más de seis meses. Masegosa entró como mano derecha de María Llanos pero no soportó las turbulencias que se vivían en la institución que ha sido un pozo sin fondo de los reyes. A través de sus cuentas se pagaron gastos de la casa de Corinna, los sueldos y viajes del personal desplazado a Emiratos Árabes Unidos para asistir al rey emérito, las nóminas de 100 empleados de Zarzuela, las de la tripulación del Fortuna o el mantenimiento de tres piscinas.
Dimisiones en bloque
La dimisión de Masegosa se sumaba a la de José Luis Díez como director del Museo de las Colecciones Reales, antes de la apertura del centro. Junto a Díez y Masegosa se marcharon otras cuatro personas más: la directora de administración y medios, la responsable de sistemas informáticos, el responsable de Recursos Humanos y Pilar de Navascués, directora adjunta del Museo de Colecciones Reales.
Masegosa, funcionario del Cuerpo Superior de Administraciones Civiles del Estado, había trabajado anteriormente a las órdenes de Llanos Castellanos, como director del Gabinete Técnico de la Secretaría General de Coordinación Territorial en el Ministerio de Política Territorial y Función Pública. La entonces presidenta de Patrimonio Nacional volvió a confiar en Masegosa cuando cesó a Ernesto Abati García-Manso (gerente del expresidente Alfredo Pérez-Armiñán) de su cargo como Consejero Gerente, después de dos años al frente de las decisiones técnicas de Patrimonio Nacional, como la gestión de la Basílica y la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Abati reemplazó a su vez, en septiembre de 2018, a la que había sido su superior hasta ese momento, Alicia Pastor, gerente de la casa desde 2012, junto con José Rodríguez-Spiteri.
Uno de los últimos errores atribuidos a la gerencia de Patrimonio Nacional es la denegación del reconocimiento de los trienios de un cocinero, cuya primera reclamación fue interpuesta durante el periodo de gerencia de García-Manso. La justicia acaba de condenar a Patrimonio por ello.
En medio de este guirigay el futuro del Museo de las Colecciones Reales está pendiente. Con la marcha en octubre de José Luis Díez, ante la imposibilidad de seguir trabajando con independencia en el proyecto artístico, Leticia Ruiz, exconservadora del Museo del Prado, fue nombrada directora del futuro centro. Con cada nuevo director y gerente al frente de Patrimonio Nacional, el museo entra en un proceso de revisión editorial para determinar qué quiere contar al millón y medio de visitantes que espera atraer al año.
El pasado febrero, la entonces presidenta Llanos Castellanos se comprometió a inaugurar dentro de un año, a finales de 2022, el Museo de las Colecciones Reales con una museografía diferente a la de Díez. En principio, este otoño Patrimonio Nacional dará a conocer este nuevo montaje y relectura de las piezas artísticas que han acompañado a la Casa Austria y los Borbones.