Hay reuniones que acaban bien y otras que acaban mal. Y luego están las que sencillamente, no sabemos cómo acaban. De la reunión que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, en calidad de responsable política del área de cultura, mantuvo con algunos representantes de la denominada Plataforma en defensa de la cultura, sabemos cómo acabó: con un selfie de todos ellos sonrientes.
La reunión la convocó la propia Cristina Cifuentes como respuesta a las numerosas iniciativas en forma de cartas, abiertas o discrecionales, que desde la misma Plataforma o desde otras asociaciones sectoriales le habían hecho llegar a la flamante nueva Presidenta de la Comunidad de Madrid. En ellas, esa parte del sector cultural organizada en la Plataforma en defensa de la cultura, transmitía a la Presidenta su inquietud por que no se constituyese una Consejería de Cultura con entidad política propia en el seno del Gobierno autonómico. Y como el criterio de la Presidenta fue otro, a tenor de la decisión política de asumir ella cultura, la reunión para explicárselo a los requirentes, parecía obligada.
Y ese fue uno de los temas centrales por los que discurrió la reunión: Cristina Cifuentes volviendo a argumentar que cultura tiene mayor peso político al depender directamente de ella. Para tranquilizar a los asistentes, les contó incluso sus intenciones de crear una Oficina de Cultura y Turismo con un director con rango de vice-consejero. La intención era clara: utilizar esa primera reunión con unos representantes sectoriales para lanzar un mensaje apaciguador ante unos sectores culturales que la han recibido con pocos aplausos y mucha desconfianza. Para ello contó con la presencia de sus dos directores generales del ramo: Jaime de los Santos (Promoción Cultural) y Paloma Sobrini (Patrimonio Cultural).
A vueltas con la representatividad
Sin embargo también salieron en la reunión otros temas en los que Cifuentes se comprometió a ofrecer soluciones inmediatas, tales como la Ley de Patrimonio (revisada en 8 puntos de su articulado por el Tribunal Constitucional en Julio de 2014 y que obliga a la Comunidad de Madrid a una nueva formulación), una mejor financiación de la cultura en los presupuestos de la Comunidad (mejora que la presidenta dató para el 2017) y el compromiso de tener un trato más cercano con las compañías de artes escénicas de la comunidad.
Esa necesidad de “otro trato” parece que está instaurado en el lenguaje de los representantes de la Plataforma. Su portavoz, Francisco del Barrio, reconoce que reclamaron un “Consejo de Cultura más participativo y plural, un espacio que recogiese la crítica y que no sea un mero espacio de bendición de las decisiones de la Administración”.
El cómo se fijaron estos puntos a tratar y no otros, explica Francisco del Barrio, responde a la dinámica participativa de los conformantes de la plataforma. Pero tras consultar a algunas asociaciones integradas en la misma, la agenda de esa reunión no fue manejada nada más que por un círculo cerrado de personas. Esas críticas internas a las formas de concertar y preparar la reunión también afloraron en el sector de la cultura que no está organizado y que, por tanto, no pertenece a esta Plataforma.
Un problema, el de la representatividad, que desde la propia Presidencia de la Comunidad de Madrid reconocen y en palabras de Jaime de los Santos, “esperan escuchar a todas las partes que conforman el sector de la cultura, tanto las organizadas como las que no lo están”. Y desde la misma Plataforma, Del Barrio lo argumenta: “No somos nada más que un movimiento de base, una marea que nunca ha dicho representar a todo el sector de la cultura; tan solo buscamos crear estados de interlocución”.
Quiénes son la Plataforma en defensa de la Cultura
La Plataforma en defensa de la Cultura es una organización no constituida compuesta de varias asociaciones sectoriales que tienen que ver con el ámbito de la cultura. Una plataforma que nació de las protestas que desde diferentes sectores se organizaban al calor de los recortes en servicios y equipamientos públicos. Y aunque desde la Plataforma reconocen que están en fase de constitución, no consiguen explicar cómo casan el respaldo o membresía de las algo más de 90 asociaciones sectoriales con la participación de las alrededor de 15 personas activas en su núcleo duro.
Preguntados por la estrategia a seguir, desde la Plataforma lo tienen claro. En palabras de Del Barco, aseguran que “reunirnos más veces para hablar con ellos”. Desde Presidencia, la estrategia es la misma: “Convocaremos cuantas reuniones sean necesarias y aprovechar el clima de cordialidad que hemos tenido en esta reunión”, explica De los Santos. Una coincidencia y una sintonía que fue la que llevó a los representantes de la Plataforma y a la Presidenta a tomarse una improvisada foto de todos ellos, un selfie que da imagen a los 100 primeros días de gobierno de Cifuentes al frente de cultura en la Comunidad de Madrid.