Este blog se ocupará de las series más influyentes del momento, recomendará otras que pasan más desapercibidas y rastreará esas curiosidades que solo ocurren detrás de las cámaras.
'Halt and Catch Fire': Pioneros del futuro
El canal AMC está en plena renovación en su división de series, después despedir hace un año a Breaking Bad y estar a punto de hacerlo con Mad Men, que la próxima primavera emitirá sus últimos siete capítulos. The Walking Dead, su gallina de los huevos de oro, tiene cuerda para rato pero la cadena estadounidense necesita sangre nueva para mantener su posición de referencia en la televisión estadounidense.
Una de sus nuevas apuestas es Halt and Catch Fire, una serie que llega este jueves a España. Su título hace referencia a un antiguo comando informático que podía conseguir que un ordenador dejara de funcionar y es la mejor introducción a la época en la que se desarrolla la historia. A principio de los 80, IBM era la gran dominadora en la industria de la informática pero había empresas mucho más pequeñas como Apple o Compaq, la que precisamente sirve de inspiración para la serie, que no estaban dispuestas a cruzarse de brazos y empezaban a plantarle cara lanzándose a diseñar ordenadores más rápidos, más ligeros y más baratos. Las leyes del mercado y el empuje de unos pioneros ansiosos por explorar las infinitas posibilidades que les ofrecía el futuro aceleraron el desarrollo de una industria, que en los últimos 30 años ha recorrido un camino larguísimo a pasos agigantados.
En el campo de la ficción, Halt and Catch Fire es fiel al estilo de la cadena que la alumbró en Estados Unidos, de la misma forma que HBO consigue que sus series sean fácilmente reconocibles o que el punto de irreverencia sea una marca de fábrica para las dramedias de Showtime. Su ritmo narrativo puede recordar al de la malograda Rubicon, una cancelación que todavía escuece, y con el perfil de los protagonistas, por lo menos es su presentación, es muy fácil identificar ciertos paralelismos.
Joe MacMillan (Lee Pace) es un tiburón comercial que pasaría por alumno aventajado de Don Draper, Gordon Clark (Scoot McNairy) es un genio frustrado al estilo de Walter White, su mujer Donna (Kerry Bishé) es una experta informática en la sombra y la gran revelación de la serie es Cameron Howe (Mackenzie Davis), una estudiante de informática visionaria a quien va dirigida una de las mejores frases de la primera temporada: “Mucha gente querrá que fracasemos, pero eso es porque somos el futuro y no hay nada más aterrador que eso”. Sus equivalentes en la historia real serían los equipos que formaron Steve Jobs y Steve Wozniak en Apple o Bill Gates y Paul Allen en Microsoft para alumbrar a los gigantes informáticos del presente.
Halt and Catch Fire es una serie magnética. Algunos espectadores conectarán enseguida con ella, otros se irán dejando arrastrar poco a poco tolerando los altibajos que tiene la primera temporada. A estas alturas del curso seriéfilo Halt and Catch Fire, que se estrenó en verano en EE UU, todavía aspira a estar presente en las listas de los mejores estrenos de 2014. Sus grandes bazas, además de la historia, son una cabecera hipnótica, una BSO que rescata grandes temas pero no tan conocidos de la década de los 80 y capítulos tan redondos como el sexto.
Es también una de las series que ha elegido AMC para su desembarco en España (en el dial 32 de Movistar TV) junto a The Divide, una serie también muy recomendable que, salvo rescate de última hora, se quedará con una primera y única temporada.
El canal AMC está en plena renovación en su división de series, después despedir hace un año a Breaking Bad y estar a punto de hacerlo con Mad Men, que la próxima primavera emitirá sus últimos siete capítulos. The Walking Dead, su gallina de los huevos de oro, tiene cuerda para rato pero la cadena estadounidense necesita sangre nueva para mantener su posición de referencia en la televisión estadounidense.
Una de sus nuevas apuestas es Halt and Catch Fire, una serie que llega este jueves a España. Su título hace referencia a un antiguo comando informático que podía conseguir que un ordenador dejara de funcionar y es la mejor introducción a la época en la que se desarrolla la historia. A principio de los 80, IBM era la gran dominadora en la industria de la informática pero había empresas mucho más pequeñas como Apple o Compaq, la que precisamente sirve de inspiración para la serie, que no estaban dispuestas a cruzarse de brazos y empezaban a plantarle cara lanzándose a diseñar ordenadores más rápidos, más ligeros y más baratos. Las leyes del mercado y el empuje de unos pioneros ansiosos por explorar las infinitas posibilidades que les ofrecía el futuro aceleraron el desarrollo de una industria, que en los últimos 30 años ha recorrido un camino larguísimo a pasos agigantados.