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‘Kidding’, el esperado renacer televisivo de Jim Carrey

Hace quince años, Jim Carrey se alió con un realizador francés que había sorprendido en Cannes con una película llamada Human Nature para gastar una pequeña broma en las calles de Los Ángeles. Se llamaba Michel Gondry y le convenció para construir un coche-cama y conducirlo mientras cantaba una canción imitando a Elvis. Así nació el cotrometraje Pecan Pie, un exabrupto lleno de humor que prefiguraba futuros gags de tiempos de los stories de Instagram.

Tal fue su conexión durante aquella locura, que un año después rodarían juntos una de las películas más sorprendentes del siglo XXI, y una de las mejores según los doscientos críticos de la célebre lista de la BBC: ¡Olvídate de mí!, un artefacto de imaginación cinéfila que se convirtió automáticamente en un film de culto y terminó de convencer a los escépticos de lo que Jim Carrey había sido siempre: un actor increíble al que le sobraba talento en films como Man on the Moon o El show de Truman.

Catorce años después, los dos genios se reúnen en una serie que promete no dejar indiferente a nadie: Kidding, una comedia agridulce que en España se podrá ver en Movistar+ el mismo día de su estreno en EE.UU., la madrugada del 9 al 10 de septiembre.

Al otro lado de la felicidad

Jim Carrey interpreta a Jeff, un hombre de mediana edad a quien casi nadie conoce por este nombre. Todo el mundo le llama Mr. Pickles, pues es el pseudónimo que utiliza en su show televisivo infantil, y el nombre de la marca que le ha convertido en un icono para los más pequeños.

Mr. Pickles representa todo lo bueno que se quiere transmitir durante la más tierna infancia: es un símbolo de bondad y esperanza. Pero detrás de la imagen que ofrece en televisión, se esconde un tipo inestable y profundamente infeliz. Cuando su familia empieza a desmoronarse, Jeff no encuentra fábula que le dé respuestas a sus preguntas, ni muñeco de felpa que le acompañe en el camino que está obligado a recorrer para superar su crisis. ¿De dónde sacará las fuerzas para seguir siendo feliz?

Kidding promete el regreso de un dúo interesantísimo que muchos espectadores echaban de menos: Jim Carrey y Michel Gondry vuelven a las andadas.

El primero protagoniza y produce la serie, combinando su labor con la de también productor de Morir de pie, en la serie sobre la escena de la stand-up comedy de los 70 que también puede verse en Movistar+. Amén de enfrentarse al reto de volver a encarnar un papel protagonista para televisión en 20 años.

El segundo, por su parte, la dirige en lo que parece ser un producto hecho a su medida: se palpa la libertad absoluta para recrearse en todas sus manías visuales encarnadas en planos cenitales imposibles, muñecos de gomaespuma y animación stop-motion. Pero sobre todo, en Kidding  se pueden ver sus constantes temáticas en torno a los sueños rotos, la nostalgia y el absurdo intrínseco al vivir que ya estaban en ¡Olvídate de mí! pero también en La ciencia del sueño, Rebobine, por favor o La espuma de los días. Todo, con una filosofía encomiablemente valiente: la que combate el drama con sonrisa.

Les acompañan un reparto repleto de secundarios de lujo que va desde Catherine Keener -Virgen a los 40, Begin Again- a Justin Kirk –Weeds-, pasando por Judy Greer –a quien hemos visto en Ant-Man o Jurassic World, y hemos escuchado como la voz de la genial Cheryl Tunt en Archer- o el nominado al Oscar Frank Langella -El desafío: Frost contra Nixon-.

Hace quince años, Jim Carrey se alió con un realizador francés que había sorprendido en Cannes con una película llamada Human Nature para gastar una pequeña broma en las calles de Los Ángeles. Se llamaba Michel Gondry y le convenció para construir un coche-cama y conducirlo mientras cantaba una canción imitando a Elvis. Así nació el cotrometraje Pecan Pie, un exabrupto lleno de humor que prefiguraba futuros gags de tiempos de los stories de Instagram.

Tal fue su conexión durante aquella locura, que un año después rodarían juntos una de las películas más sorprendentes del siglo XXI, y una de las mejores según los doscientos críticos de la célebre lista de la BBC: ¡Olvídate de mí!, un artefacto de imaginación cinéfila que se convirtió automáticamente en un film de culto y terminó de convencer a los escépticos de lo que Jim Carrey había sido siempre: un actor increíble al que le sobraba talento en films como Man on the Moon o El show de Truman.