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Cuando el rodaje se convierte en un negocio

Después de semanas de rumores, HBO ha revolucionado a los fans españoles de Juego de tronos con el anuncio de que parte de la quinta temporada se rodará en varias localizaciones de la provincia de Sevilla. Las redes sociales se ha llenado de imágenes de cómo sería el paso de los personajes por Andalucía y de especulaciones sobre qué escenarios se recrearán, además del reino de Dorne, en el Real Alcázar de Sevilla o la Plaza de toros de Osuna.

En la vertiente económica de la noticia, ya han empezado los cálculos del impacto que tendrá la presencia del equipo de la serie, como ya ha ocurrido en otros países que han sido escenario de la producción como Croacia, Islandia o Reino Unido (Irlanda del Norte), que además de beneficiarse de la pequeña industria que se forma alrededor del rodaje se han convertido en un destino turístico muy atractivo para fans de todo el mundo.

Y es que las series, como lo lleva siendo el cine desde hace muchos años, son un gran circo ambulante que pone de moda los sitios que visita y deja un rastro que perdura en el tiempo. Hace unos meses, el diario The Guardian explicaba en un artículo cómo Juego de tronos, que se mueve por varios países pero tiene su base de operaciones en Belfast, había convertido a algunos de los paisajes más espectaculares de Irlanda del Norte en un nuevo lugar de peregrinación para los fans, a los que las autoridades locales llamaban los nuevos trekkies. Lo mismo que le había pasado antes a Islandia, escenario del Muro y las Tierras salvajes, en una época en la que todavía se estaba recuperando de una crisis económica que había acabado con la visión idealizada que muchos tenían de ella.

Un poco más al sur, los alrededores de Dublín y varias zonas de Reino Unido se están convirtiendo también en un plató de moda para las series estadounidenses. Las facilidades económicas y la espectacularidad de sus localizaciones naturales han atraído en los últimos meses a los equipos de Outlander, Penny Dreadful o 24 (Vive otro día), que por primera vez ha optado en su novena temporada por situar la acción fuera de EEUU y ha desplegado persecuciones por las calles de Londres y operaciones antiterroristas en el mítico estadio de Wembley. Otras series, como The Musketeers, Alatriste o Hatfields & McCoys, eligieron irse a Centroeuropa para conseguir recrear una ambientación histórica fiel pero también ajustada a sus presupuestos.

En otras casos, los beneficios sirven para convencer a unas autoridades preocupadas por la mala imagen que la serie podría dar sobre su localidad. Breaking Bad se fue a Nuevo México para ahorrar costes (otras series optan por Canadá) pero sus responsables tuvieron que vencer las reticencias de los vecinos de Albuquerque que no querían que su ciudad fuese identificada como la meca de la fabricación y venta de metanfetamina del oeste de Estados Unidos.

Cinco temporadas después, las autoridades estaban tan encantadas con los beneficios que les ha reportado la serie que declararon el 16 de marzo como el Día de Breaking Bad y habilitaron en la web oficial de la ciudad una guía para que los visitantes localicen dónde están 'Los Pollos Hermanos', el negocio de autolavado que Walter utilizaba como tapadera o el barrio donde vivía la familia White.

Más acogedores estuvieron los vecinos de Atlanta con The Walking Dead y han sabido sacarle el máximo provecho participando como extras en los capítulos y elaborando mapas para que los visitantes sepan por dónde se mueven los zombis y el equipo de rodaje.

Los incentivos fiscales que ofrecen estados como Nueva York, Luisiana o Georgia y países como Canadá o Reino Unido están consiguiendo que por primera vez en la historia se rueden más series y películas fuera que dentro de California. La nueva meca de la ficción es Nueva York, que hace unos años veía cómo las series teóricamente ambientadas en sus calles se rodaban en estudios de Los Ángeles y ahora se ha acostumbrado a ser un gigantesco plató de cine y televisión incluso para series como The Good Wife, que está situada en Chicago. Durante la temporada 2011-2012 se rodaron allí más de 23 series casi al mismo tiempo, y en los últimos meses se han ido sumando más proyectos. Hollywood East ya figura en la lista de sinónimos de la Gran Manzana.

Después de semanas de rumores, HBO ha revolucionado a los fans españoles de Juego de tronos con el anuncio de que parte de la quinta temporada se rodará en varias localizaciones de la provincia de Sevilla. Las redes sociales se ha llenado de imágenes de cómo sería el paso de los personajes por Andalucía y de especulaciones sobre qué escenarios se recrearán, además del reino de Dorne, en el Real Alcázar de Sevilla o la Plaza de toros de Osuna.

En la vertiente económica de la noticia, ya han empezado los cálculos del impacto que tendrá la presencia del equipo de la serie, como ya ha ocurrido en otros países que han sido escenario de la producción como Croacia, Islandia o Reino Unido (Irlanda del Norte), que además de beneficiarse de la pequeña industria que se forma alrededor del rodaje se han convertido en un destino turístico muy atractivo para fans de todo el mundo.