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De las series se aprovechan hasta los títulos de crédito

En las nominaciones de los Emmy cabe de todo. Desde las polémicas que generan y que todavía colean por determinadas ausencias en las listas de nominados, categorías técnicas que protagonizan su propia gala de premios (los Creative Emmy Awards, que se entregan una semana antes), hasta aquellas que son la debilidad de muchos seriéfilos como los Emmy de diseño de los títulos de crédito y de mejor sintonía de series.

Gracias a la series de cable, las cabeceras han salido de una época de decadencia que casi provocó que los Emmy prescindieran de estas dos categorías hace unos años. En muchas series pasan sin pena ni gloria, en otras su brevedad es un ejercicio de estilo (Perdidos, este año Fargo) y en algunas son pequeñas obras de arte que se convierten en su primera prueba de excelencia.

En los Emmy de este año, las cinco candidatas a conseguir el galardón de mejor cabecera corresponden a otras tantas series de estreno, como dictan las normas de la Academia estadounidense. Tampoco esta categoría se ha librado de la polémica y podéis dejar vuestras preferencias o a las que echáis de menos en los comentarios.

True Detective. El entusiasmo por el drama de HBO comenzó en sus oníricos títulos de crédito. Son obra de Elastic, la misma compañía que ha hecho los de Juego de Tronos (ganadora en 2011), Carnivàle o The Americans. Su éxito también ha beneficiado a The Handsome Family, autores de la canción que se escucha durante la intro y que formaba parte del disco Singing Bones publicado hace más de 10 años.

Masters of Sex (en agosto en Movistar TV). Su cabecera llena de dobles sentidos también es obra de Elastic. Ha sido una de las elecciones más polémicas, porque es una cabecera muy llamativa que también ha dividido a los fans entre los que la ven hasta el final en todos los capítulos y los que han decidido saltársela sin contemplaciones desde el primer momento.

Black Sails compite con True Blood en cuanto a duración. Los títulos son uno de los detalles más destacados de la serie de piratas producida por Michael Bay (en Movistar TV en TNT). Su creadora es Imaginary Forces, responsable también de los títulos de crédito de Mad Men (ganadora del Emmy en 2008), Boardwalk Empire (candidata en 2011) o Se7en.

Cosmos: A spacetime odissey. La vuelta de la serie documental alumbrada por Carl Sagan, ahora en manos de Neil deGrasse Tyson y Seth McFarlane, es el primer contacto de los espectadores con el viaje por el tiempo y el espacio que propone la producción más exitosa de la historia de National Geographic.

Silicon Valley es la prueba de que la originalidad no depende de la duración. El opening de la comedia geek de HBO es breve pero de paso también es la primera indirecta a las compañías que ha nombrado sin nombrar en los 8 capítulos de su primera temporada.

Además de la nostalgia que siguen despertando en los fans las cabeceras de series que ya tienen unos cuantos años, también ha aumentado el éxito de la variaciones más o menos inspiradas, originales o sorprendentes que muchos seriéfilos hacen correr como la pólvora por Internet. Muchas series no podrán presumir de ser un fenómeno hasta que no tengan su propia parodia. Ya sea al estilo de serie de los 90 como Juego de Tronos….

... o convertida en una nueva entrega del videojuego GTA V como esta de Los Soprano.

Homenajes como en los que ha especializado Los Simpson con sus intros dedicadas a Juego de Tronos, Breaking Bad o Dexter o la que hizo Malviviendo con Juego de Tronos

... o esas cabeceras falsas que nacen a partir de transformar, por ejemplo, a Perdidos en una sitcom cruzándola con Cosas de casa, Friends o Los vigilantes de la playa.

Larga vida a las cabeceras de las series.

En las nominaciones de los Emmy cabe de todo. Desde las polémicas que generan y que todavía colean por determinadas ausencias en las listas de nominados, categorías técnicas que protagonizan su propia gala de premios (los Creative Emmy Awards, que se entregan una semana antes), hasta aquellas que son la debilidad de muchos seriéfilos como los Emmy de diseño de los títulos de crédito y de mejor sintonía de series.

Gracias a la series de cable, las cabeceras han salido de una época de decadencia que casi provocó que los Emmy prescindieran de estas dos categorías hace unos años. En muchas series pasan sin pena ni gloria, en otras su brevedad es un ejercicio de estilo (Perdidos, este año Fargo) y en algunas son pequeñas obras de arte que se convierten en su primera prueba de excelencia.