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OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

¡Cuidado! Estas 9 series de 2016 pueden crear adicción

Este año hemos vuelto a estar muchas, pero que muchas horas enganchados a las series. El 2016 nos deja una buena colección de títulos que en muchas ocasiones hacen palidecer a las producciones de la gran pantalla. Hemos elegido nueve, una selección que, al igual que nuestra lista de películas, no pretende ser un resumen o un top indiscutible.

Son las series que más nos han gustado, divertido, emocionado o simplemente entretenido en la sección de Cultura y Tecnología de eldiario.es. Esas que nos han hecho tragarnos temporadas enteras en un tiempo récord. ¿Nos hemos dejado alguna imprescindible de este año? ¡Seguro! Por eso os invitamos a compartir vuestras elegidas en los comentarios. Démosle al play, porque aquí van las nuestras.

Marta Peirano - The Get DownThe Get Down (Netflix)

Concedo de antemano que no es la mejor serie del año, pero sí es la que me ha hecho más feliz. Su lema es el mismo que el famoso grafitti suspendido en West 25th con la Sexta que planea sobre el Bronx: “FORGET SAFETY, BE NOTORIOUS” (Olvídate de la seguridad, ten mala reputación). Con el apagón de 1977 como punto de inflexión, esta historia mítica de cómo un Nueva York arruinado parió la cultura negra contemporánea, pero también la electrónica y la escena queer, chorrea pura oxitocina y este año sobraban prodigios televisivos. Lo que más necesitábamos era amor.

En cualquier otro momento, la mejor serie nueva habría sido The Night Of  y, de las veteranas, el final de The Good Wife y la increíble tercera temporada de Halt & Catch Fire. Son las tres mejores series sobre tecnología que he visto nunca.

Vanesa Rodríguez: Westworld (HBO)Westworld

Aquí no cabe negociación posible. Si todavía no has visto Westworld, tienes que verla. La nueva serie de HBO nos lleva a un parque temático ambientado en el Antiguo Oeste en el que la atracción es interactuar sin ningún tipo de límites con una población de robots humanoides que terminan rebelándose (y no les sobran razones). El universo creado por Lisa Joy y Jonathan Nolan -basado en la película homónima de Michael Crichton- es un rompecabezas lleno de giros de los hacen que te dé vueltas la cabeza.

Un laberinto argumental que engaña al espectador arrastrándole a la búsqueda del centro de otro laberinto. En el que cuando crees que sabes lo que ocurre te das cuenta de que en realidad no te estabas enterando de nada. Contemplar desde el otro lado de la pantalla cómo giran los engranajes de la trama es droga. El espectador es en sí mismo un ‘anfitrión’ a merced de los guionistas. Hay quien por este gusto por confundirnos compara a la producción con Perdidos, para mal o para bien. Pero en el juego de tronos de las series de este año Westworld ha ganado sin duda la batalla.

Bonus tracks: La banda sonora de Westworld  es otra de esas piezas pensadas para cautivar. Cuando se abren las puertas del salón regentado por Maeve reconocemos grandes temazos del mundo real en versión de vieja pianola. Una colección que lidera Radiohead con No Surprises, Fake Plastic Trees o Exit music for a film, pero en el que también se encuentran canciones de The Cure, Sunflowers o Amy Winehouse.

Mars (National Geographic)Mars

National Geographic ha sorprendido con esta producción de formato novedoso a caballo entre la ficción y el documental. La miniserie de seis capítulos -basada en el libro Cómo vamos a vivir en Marte, de Stephen Petranex- narra la odisea de los primeros pobladores del planeta rojo en un futuro no muy lejano: el año 2033. Previamente, en el 2016, la NASA trabaja en colaboración con otras agencias espaciales en misiones para que esa ficción se haga realidad, mientras que la empresa Space X anuncia que en breve llegarán los primeros viajes tripulados a Marte.

Entrevistas a astronautas, científicos, a figuras como el divulgador Neil deGrasse o empresarios como Elon Musk, vertebran la parte documental de la serie. Testimonios todos de gente que sueña con que la humanidad rompa otra frontera. El futuro al que nos asoma de la mano de una tripulación formada por seis pioneros refleja cómo, pese a todos los preparativos técnicos, los imprevistos que provoca el factor humano son inevitables.

Bonus track: El tema principal de la serie está compuesto por Nick Cave y Warren Ellis. En él Cave canta a  un “frío infierno”, palabras con las que se puede definir la atmósfera extrema de temperaturas bajo cero a la que se tendrán que enfrentar los colonos en el planeta rojo.

Francesc Miró: Stranger Things (Netflix)Stranger Things

Desapariciones, experimentos, niños con poderes, niños sin poderes pero con bicis, un 'más allá' oscuro y un monstruo horrendo. Parecían demasiados elementos como para que el combo que manejaba la serie de Netflix resultase algo más que un producto referencial e indigesto de una década hecha para ser referenciada: los 80.

Sin embargo, la serie de los hermanos Duffer ha dado en el clavo en su apuesta por no arriesgar con todo lo que nos gusta. Stranger Things es una experiencia encantadora que pone en valor las historias pensadas para ser consumida con prisas y poca reflexión. Devoradas pero, a su vez, consiguiendo -en la época del exceso de mainstream- el preciado trofeo de lo icónico. Eleven es desde ya, uno de los personajes más memorables de la televisión moderna y el Demogorgon uno de los engendros más cool de la pequeña pantalla. Todo en ocho capítulos de endiablado ritmo y no menos magia.  

Black Mirror (Netflix)

La serie creada por Charlie Brooker se enfrentaba en su tercera temporada a las voces agoreras que decían que se había vendido al fichar por un gigante como Netflix. La calidad iba a verse afectada porque la mordacidad sin contemplaciones podía condicionarse a tener que responder ante la Coca-Cola company del vídeo online. Sin embargo,  la nueva entrega también multiplicaba sus episodios y por tanto, las posibilidades temáticas y satíricas sobre la sociedad tecnofílica. Eso era y había sido siempre Black Mirror.

Entre las seis historias independientes de este año se ha abordado el acoso online, la dependencia a las redes sociales, la deshumanización de la guerra y las posibilidades de la realidad virtual. Y, a pesar de todo, la serie ha demostrado que funciona mejor cuando menos moralizante intenta ser. Por ejemplo: San Junipero es una de las más bellas historias de amor del año y Odio nacional una interesantísima renovación del serial killer procedimental y paranoico. Pocas, poquísimas, series en la actualidad mezclan tan bien la reflexión crítica con el entretenimiento puro. Y tal vez ninguna sea tan disfrutable. 

David Sarabia: The Night Of (HBO) The Night Of

Se tiende a hablar de una ficción para referirse a una serie, pero lo mejor de The Night Of es que todo lo que le ocurre a Nasir Khan (Riz Ahmed) podría ocurrirle a cualquiera.

La serie de Steven Zaillian y Richard Price podría parecer lenta en apariencia y difícil en la práctica para los no iniciados en el lenguaje jurídico, los procesos judiciales y los trámites burocráticos de la Administración. En definitiva, podría causar cierto rechazo por eso de airear cómo funciona el aparato del Estado en EEUU desde el mismo momento en que alguien presuntamente delinque hasta que se celebra el juicio, pero no es así. Y no lo es porque el reparto (John Turturro, Jeannie Berlin, Michael K. Williams, Bill Camp...) es brillante; la historia, sobrecogedora y el realismo tan puro que a veces se puede llegar a dudar de si estamos viendo un documental o una ficción. 

Mónica ZasInsecure (HBO)Insecure

Issa trabaja en un centro de orientación para chavales que crecen en un barrio de Los Angeles sumido en la desigualdad. Sus compañeros parecen todos recién salidos de la misa del domingo: tipos blancos, rubios, vestidos con colores pastel y que no sabrían ni deletrear ‘estigma racial’. Ella tendrá que ser el ángel de la guarda de esos críos y, a la vez, aprender a afrontar una relación monótona que mata las horas en un sofá deshilachado.

Basada en la serie web de su misma creadora (Issa Rae), Las desgracias de una chica negra rarita, esta nueva apuesta de HBO es mucho más que otra tragicomedia sobre la clase media y la crisis de los treinta.

Son negros escribiendo sobre ellos mismos y su interrelación con otros negros. Y eso es algo que siempre se echa en falta en un Hollywood que suspende en diversidad. Además, Insecure es una oda a la amistad femenina en su forma más pura. Issa y Molly son dos almas gemelas que se entienden con un bitch, se apoyan sin tregua y hacen las paces con una bolsa de Cheetos y una tarrina de helado. Ambas son tan reales que parecen escaparse de las dos dimensiones. Y sus conversaciones sin petulancias sobre raza, feminismo e inseguridad eran lo que necesitaba la televisión.

You’re the worst (FX)You’re the worst

La comedia romántica ha abrazado una nueva tendencia de cinismo que explota pompas de corazón y alimenta nuestras almas. Están The Affair, Love, Buena conducta... pero la criatura primigenia fue You’re the worst (Eres lo peor). Gretchen y Jimmy son una versión enajenada de cada uno de nosotros. En la primera temporada fueron los héroes de una generación cansada de las típicas historias de amor. Nos enganchamos a su sexo salvaje de una noche, a sus atracones de tortitas sin remilgos y a su inevitable noviazgo final.

Ahora, con todas las cartas sobre la mesa, Stephen Falk (guionista de Weeds y Orange is the new black) ha decidido explorar uno por uno a sus perturbados personajes. En la segunda temporada fue la depresión clínica de Gretchen y, en la última, la frialdad congénita de Jimmy junto al estrés post-traumático de Edgar. Pero que no cunda el pánico. Este giro es solo una falsa ilusión de madurez. El amor en You’re the worst es tan sucio y narcisista como el primer día. Por eso sigue siendo una de mis favoritas en 2016.

The Crown (Netflix)The Crown

En un año en el que se empieza a reclamar las figuras femeninas (aunque sea en el Playmobil), llega esta radiografía de la monarca más longeva y conocida del mundo. La reina Isabel II no va a tomar el relevo a Khaleesi como la nueva heroína feminista de la televisión. La realidad pesa demasiado. Pero siempre se agradece el retrato histórico de una mujer que toreó como nadie el mansplaining de Winston Churchill y logró formarse su propio discurso.

The Crown quizá sea elitista y conservadora. Quizá omita a propósito detalles desagradables de la monarquía británica (como el presente filonazi de algunos miembros o el discurso racista y machista del marido de la soberana). Pero los responsables de la serie dejaron claro que su intención no era dar una lección de Historia. 

En cambio, Peter Morgan decidió ficcionar a una figura tan admirada como odiada a través de unas interpretaciones que rozan la excelencia y un cuidado en la producción que quita el hipo. Por eso The Crown, con todos sus valores imperialistas y anticuados, ha sido la gran oportunidad de 2016 para poner la Historia en manos de las mujeres.