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Chernobyl no solo se ha convertido en una de las mejores series de la temporada (y de la historia, según las notas de IMDB). También ha devuelto a la actualidad el interés por el considerado como uno de los desastres medioambientales más importantes de la historia. De hecho, el planeta todavía lidia con las consecuencias de aquella explosión que en 1986 hizo estallar por los aires el reactor número cuatro de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, en Ucrania.
Nunca es mal momento para recordar las secuelas humanas y naturales de aquel incidente, pero la serie de Chernobyl, además, lo ha hecho con gran maestría. Ha combinado la ficción y la realidad dando lugar a un producto redondo dividido en cinco capítulos que narra de forma majestuosa las razones y las consecuencias de la catástrofe. Desde los intentos de la URSS por ocultarlo hasta la labor de los 'biorobots', trabajadores de carne y hueso que limpiaron el tejado de la central de grafito radioactivo.
Pero la serie guionizada y dirigida por Craig Mazin ha llegado a su fin. Ni siquiera hay planeada una segunda temporada, como se encargó de confirmar el cineasta a través de Twitter. Aun así, si todavía queremos seguir profundizando en Chernóbil, la serie de HBO es solo la punta del iceberg de una amplia serie de recursos sobre el tema que el propio Mazin ha compartido en una serie de tuits. Apoyándonos en estas y otras referencias, recogemos 9 recomendaciones para profundizar aún más sobre qué se perdió entonces.
La primera recomendación es la más obvia: al mismo tiempo que se publicaba cada capítulo, HBO también sacaba una serie de podcasts en inglés en los que Craig Mazin era entrevistado por Peter Sagal, presentador de la cadena de radio estadounidense NPR (National Public Radio). En ellos se exploran detalles del guion, de la producción, de las historias que realmente ocurrieron… Son el complemento perfecto a cada entrega de la serie.
Craig Mazin se comprometió a subir los guiones de cada capítulo una vez que terminara la serie, y así ha sido. No todos harán una lectura completa de ellos (a no ser que sean estudiantes de guion), pero resulta cuanto menos interesante repasar escenas que brillan por su grandeza narrativa. Una de ellas, por ejemplo, es aquella en la que Legasov intenta explicar en medio del juicio cómo funciona exactamente un reactor y por qué se produjo la explosión.
Otra lectura obvia es la del libro Voces de Chernóbil escrito en 1997 por la ganadora del premio Nobel Svetlana Alexiévich. La escritora rusa no narró la historia de forma cronológica, como suele ser habitual, sino mezclando testimonios y diferentes momentos clave del incidente para dar al lector un amplio mapeado mental de lo ocurrido. Es probablemente una de las mayores fuentes de inspiración para Mazin. Solo hay que fijarse en un detalle: tanto la serie como el libro comienzan con Vasili Ignatenko, el bombero de Prípiat que acudió al incendio y fue de los primeros en morir.
Este es un libro vital para entender desde dentro cuál era el ambiente de la Central Nuclear de Chernóbil, antes y durante el desastre. Está escrito por Grigori Medvedev, que fue ingeniero jefe del reactor número 1 en la década de los 70 y luego pasó a ser subdirector del ministerio de Energía soviético. Se trata de una obra basada en una gran cantidad de entrevistas, y es de las pocas que pone nombres y apellidos de forma tan exhaustiva a lo que ocurrió.
Es un programa documental producido por National Geographic en el que se analizan las causas de diferentes desastres recientes. El hundimiento del Titanic, los atentados del 11S y, como no, el desastre nuclear ucraniano. En el capítulo 7 de la primera temporada, titulado La tragedia de Chernóbil, exploran con entrevistas, imágenes de archivo y recreaciones los antecedentes y las consecuencias que ocasionaron la tragedia.
Este es un documental para todos aquellos que tras el capítulo 4 tengan interés en explorar más sobre la figura de los 'biorobots', aquellas personas voluntarias para limpiar el techo contaminado de la central al que ni siquiera las máquinas podían llegar. “Es prácticamente una biblia para mí”, reconoció Craig Mazin sobre este.
El documental Ljudmilas röst (The voice of Ljudmila, en inglés) dirigido por el sueco Gunnar Bergdahl se centra en la figura de Ljudmila Ignatenko, la esposa del bombero que aparece al comienzo de la serie y quedó embarazada. Perdió a su hijo por exponerlo a la radiación y no hacer caso de los médicos que le advertían del peligro de entrar en zonas contaminadas. Este reportaje cuenta la historia directamente por ella e incluso regresa al piso de Prípiat en el que vivía con su marido.
La miniserie no profundiza en este aspecto, pero ¿cómo se construyó el enorme sarcófago de Chernóbil? Hubo que crear una estructura de acero de 110 metros de alto y más de 30.000 toneladas para tapar el reactor que todavía contenía los residuos nucleares más radioactivos del mundo, una tarea titánica que narran en el documental de la BBC llamado Inside Chernobyl Sarcophagus (En el interior del sarcófago de Chernóbil). También en este mismo diario, el periodista Pepe Cervera escribió un artículo que ahonda en muchos detalles sobre la elaboración del segundo sarcófago de Chernóbil.
Por último, un reportaje de Vice en el que muestran cómo el lugar se ha convertido en una zona turística. Cientos de personas de todo el mundo se desplazan al lugar del incidente y contratan tours por “zonas seguras” para contemplar con sus propios ojos escenarios como el Bosque Rojo, la ciudad de Prípiat o el reactor número 4. ¿La razón? “Vivir una experiencia diferente”, dicen algunos de los entrevistados.
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