María Pagés presenta el centro de danza encargado por el Ayuntamiento de Madrid sin explicaciones sobre su presupuesto, sueldo ni adjudicación

El Ayuntamiento de Madrid fichó el pasado mes de enero a la bailaora y coreógrafa María Pagés para dirigir la nueva Nave de la Danza de Matadero. La ganadora del Premio Nacional de Danza 2002 y Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022 fue la elegida para liderar el proyecto de mayor envergadura en años de materia de cultura por el consistorio; y el más importante de su delegada de cultura, Marta Rivera de la Cruz. Diez meses después de la designación, sus responsables han presentado el Centro este jueves, en un acto en el que no se ha permitido a la prensa hacer ninguna pregunta.

Pese a que en la presentación no se ha hecho mención al presupuesto, sueldos ni adjudicación –que fue directa– del Centro, elDiario.es accedió a las cifras a través de la plataforma de contratación del sector público. La adjudicación de la dirección artística, formada por María Pagés y su pareja, el dramaturgo El Arbi El Harti como director adjunto, es de 150.000 euros anuales sin impuestos, a los que se suma un máximo de 15.000 euros para gastos. El contrato es por dos años prorrogable a otros dos.

Según El Periódico de España, el desglose de las remuneraciones de cada uno es de 85.000 euros anuales para Pagés y 65.000 para El Harti. Estos números juntos superan los otorgados a la dirección de otros proyectos públicos como el Centro Dramático Nacional (el sueldo anual de su directo, Alfredo Sanzol, es de 94.728 euros) y la Compañía Nacional de Teatro Clásico (79.586 euros).

El Centro Danza Matadero tiene a 38 personas trabajando, 20 de nueva contratación y 18 del personal de Madrid Destino, la empresa gestora de los espacios culturales del cabildo. Para acondicionar la Nave 11 y Nave 16 del espacio, se han acometido unas obras por valor de 2.164.000 euros, que ahora abarca una superficie de 3.000 metros cuadrados. 1.200 de ellos corresponden a la sala de exhibición, y un aforo máximo de 449 butacas con la distribución habitual, con posibilidad de ampliación hasta 634 localidades si se despliegan las gradas laterales.

Espacio para todas las danzas y vocación internacional

María Pagés ha definido el centro como la “casa de todos”, y ha agradecido al alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida, Marta Rivera de la Cruz –ambos presentes en el evento– y el resto del equipo del Ayuntamiento su apuesta por la creación del centro “la casa de la danza de los madrileños”. “Con él, estamos situando a la ciudad, el país y la danza en el centro de la contemporaneidad”, ha defendido. La bailaora ha definido la programación como “hospitalaria, innovadora, transversal y auténtica”.

La directora ha explicado que serán siete los ejes en los que se base la actividad del Centro Nave Matadero: espectáculos nacionales e internacionales, residencias artísticas y técnicas, coproducción de espectáculos, colaboración e intercambios artísticos, programas formativos, espacio de reflexión y sensibilización, talleres y seminarios. A su vez, ha avanzado que entre sus objetivos están “enamorar a nuevos públicos”.

El programa lo conforman 140 funciones (108 de compañías nacionales y 32 de internacionales y tres de creadores españoles del mundo) desarrolladas por 5 compañías (48 nacionales, siete emergentes y ocho internacionales). Ellas serán las encargadas de representar los 66 espectáculos interpretados por 600 artistas. El Ballet Flamenco de Andalucía será el que estrene el centro, con la obra Pineda, dirigida por Patricia Guerrero. Le seguirán otras como Bailes Robados y ¡Fandango! De David Coria; Matarife Paraíso de Ana Morales y Andrés Marín, Loop de la compañía Aracaladanza dirigida por Enrique Cabrera y Sorda, de la compañía Jone San Martín.

“Fomentamos la pluralidad, promovemos la alianza entre artistas e instituciones, propiciamos espacios de formación y reflexión, impulsamos a los talentos emergentes y acogemos a los consagrados, aportamos a los artistas en todas las coreografías y lenguajes”, ha descrito la responsable, que ha concluido su discurso con el mensaje: “Vamos a bailar al mundo”.

Martínez-Almeida, por su parte, ha expresado que el objetivo del Centro era que “cupieran todas las danzas, una aproximación al mundo de la danza sin dejar fuera a nadie”. “Queremos ser también una ventana al mundo”, ha señalado, consciente de que “la cultura es una seña de identidad de la ciudad” y que tiene que serlo “en mayúsculas” con la “búsqueda de la excelencia como elemento distintivo”.