El escritor, dramaturgo y guionista Alfonso Sastre, galardonado con el Premio Nacional de Teatro en 1985, ha muerto este viernes a los 95 años de edad en Hondarribia, localidad guipuzcoana en la que residía.
Sastre, nacido el 20 de febrero de 1926 en Madrid, estaba considerado uno de los principales exponentes de la denominada Generación del 50 y durante su larga trayectoria intelectual se caracterizó por su compromiso político, primero contra la dictadura franquista y después en favor de la izquierda abertzale.
Su primera obra teatral de cierto éxito, realizada tras terminar sus estudios de Filosofía y Letras, fue Escuadra hacia la muerte, un drama en dos actos sobre de un escuadrón de cinco hombres en una hipotética Tercera Guerra Mundial.
En 1945, ya con la dictadura instaurada en el país,, fundó el grupo Arte Nuevo como muestra temprana de la reacción al régimen. Como consecuencia de ello, aquel embrión de dramaturgos españoles realistas sufrieron la censura provocando que su obras fueran escasas y estuvieran mal representadas hasta la llegada de la democracia. A pesar de ello logró estrenar funciones como La mordaza (1954), una crítica encubierta a la dictadura basada en la historia de una familia que vive atemorizada por un déspota que acaba en la cárcel.
También fue militante del Partido Comunista hasta comienzo de los 60, etapa en la que también comenzó un ciclo de obras llamado Teatro último entre las que destaca La taberna fantástica (1966). Sastre también pisó la cárcel en diferentes ocasiones: en 1956, por participar en manifestaciones universitarias; y en 1974, acusado de haber colaborado con ETA en un atentado.
Ya en 1977 se traslada a Hondarribia, localidad guipuzcoana en la que ha vivido hasta su muerte y desde la cual ha seguido comprometido con la izquierda radical vasca.