“Irrisorio”. “Un eufemismo”. “Vergonzoso”. La noticia de la privatización de la gestión de los espacios culturales de Madrid ha caído como una bomba en el mundo de la cultura. Si en septiembre se encendían las alarmas con la intención de externalizar la gestión del Teatro Fernán Gómez, el miércoles se confirmaron los peores presagios que hacían extensivo este modelo de negocio, que ya practica el consistorio madrileño en otros ámbitos de la acción municipal pero que todavía no había llegado a la cultura, a toda la red de teatros municipales.
Mientras que el Ayuntamiento garantizaba en un comunicado que “no va a privatizar ningún equipamiento cultural” y aseguraba que “la empresa municipal Madrid Destino seguirá gestionando el Teatro Español, Fernán Gómez, Centro Cultural de la Villa, Teatro Circo Price, Matadero-Madrid, Teatro Español Naves del Español, Medialab-Prado y CentroCentro Cibeles”, un día antes (el miércoles) Pablo del Amo, el nuevo consejero delegado de la empresa, repartía en su primer Consejo de Administración un documento al que ha tenido acceso eldiario.es.
El documento señala claramente que “Madrid Destino empezará a cambiar radicalmente su modelo de financiación y de actuación. Migrará desde un modelo de financiación mayoritariamente mediante subvención (transferencias corrientes procedentes del Ayuntamiento) hacia un modelo empresarial de ingresos vía aportación de los socios del sector privado y de otras entidades, así como la prestación de servicios o venta de productos”. Es decir, Madrid Destino “empezará, cuando las condiciones así lo aconsejen, a constituirse en una sociedad de capital público-privado”.
Es más, según las directrices de Del Amo, Madrid Destino tendrá un fin puramente comercial cuya máxima será la rentabilidad económica por encima del servicio público que como tal debe dar el sector cultural y turístico. “Madrid Destino se dedicará únicamente a aquellos servicios públicos cuya gestión resulta más sostenible y eficiente que la gestión por el propio Ayuntamiento. Los criterios a tener en cuenta para determinar si la gestión es más sostenible y eficiente incluye los de rentabilidad económica y recuperación de la inversión”, reza dicho documento y añade que “no se hará cargo de la dirección artística o cultural ni de la programación cultural municipal que actualmente se llevan en los espacios municipales”.
Este modelo de gestión mercantilizado y en manos externas no públicas que quiere poner Del Amo en marcha se llevará a cabo entre 2014 y 2015. Madrid Destino absorbió en octubre a Madrid Arte y Cultura (MACSA), la sociedad pública encargada de la gestión cultural, y a Madrid Visitors & Convention Bureau, del turismo y sus acciones internacionales, asumiendo sus 392 trabajadores. El 31 de diciembre de este año concluirá el proceso de reestructuración de la empresa pública con la integración de Madridec (Madrid Espacios y Congresos, que gestiona el Palacio Municipal de Congresos, la Caja Mágica, el Recinto Ferial de la Casa de Campo, el Palacio de Cristal y el Madrid Arena).
“Ellos dicen que es un cambio de gestión o una externalización pero esto en realidad es una privatización en toda regla”, se queja Jesús Lloris, representante de CCOO del Comité de Empresa de los teatros municipales. “Madrid Destino controla todos los espacios culturales menos las bibliotecas y los museos. Si se lo vamos a dar a terceras personas para gestionarlos, ¿qué sentido tiene mantener la empresa?”, agrega.
“Quieren imponer un modelo de empresa neoliberal donde se subcontrata todo”, se queja Milagros Hernández, portavoz de Las Artes de IU. “Del Amo nos explicó que no puede tener pérdidas, que necesita superávit. Esto es un proceso de desmantelamiento”, subraya para recalcar que se está jugando con un capital público que se ha invertido en estos espacios a través de MACSA “para ahora generar un negocio para unos cuantos con un modelo que vende a privados el Estado del bienestar y de la cultura”.
Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista, Jaime Lissavetzky, ha definido como un “escándalo” el hecho de que la nueva configuración de la empresa municipal Madrid Destino suponga que en su accionariado haya “mayoría privada”. Más allá del anuncio de la “externalización” de algunos teatros de la capital, apunta, hay un asunto “muy grave” y es que en el Ayuntamiento “quieren abrir la puerta a que nos quiten otra cosa a los madrileños. ”Es el escándalo de una señora (la alcaldesa, Ana Botella) que está vendiendo Madrid a trozos“, remacha.
“Su filosofía es la del Palacio Municipal de Congresos”
Pablo del Amo se reunió ayer con los trabajadores durante dos horas y tres cuartos. En dicha reunión, en la que se tomó el nombre y DNI de los asistentes, Del Amo presentó al nuevo equipo directivo de Madrid Destino, que es el mismo que el de Madrid Espacios y Congresos, y trató de tranquilizar a los trabajadores, pero sin éxito.
“Nos ha dicho que su filosofía es la del Palacio Municipal de Congresos y que si encuentra gente que lo haga de una forma más eficiente o económica, se lo va a dar sin ningún problema”, explica Jesús Lloris a la salida del encuentro. El Palacio Municipal de Congresos es el único espacio del que abiertamente Del Amo ha afirmado que su gestión será externalizada (el mes pasado se publicó de hecho el pliego de condiciones para su adjudicación).
“El mensaje que nos ha dado es que tenemos que ser más eficientes” pero, cuenta Lloris, “no ha contestado a preguntas concretas. Ha venido a vendernos su moto de que va a hacer la mejor empresa del mundo”. “No voy a permitir injerencias de políticos, ha dicho, para terminar pidiendo disculpas a los concejales que estaban allí”, relata el representante de los trabajadores.
Pablo del Amo procede del mundo empresarial. Sin experiencia en el mundo cultural, uno de sus últimos trabajos en la empresa privada fue en Repsol YPF, donde llevó adelante 25.000 despidos. Por eso, otro de los puntos de preocupación que se ha tratado en la reunión ha sido el de la posible pérdida de puestos de trabajo.
Peligran unos 400 empleos, apuntan fuentes sindicales, o sea el 90% de la plantilla. Ante esto, Del Amo, explica Lloris, “ha dicho que despidos va a haber, pero ha eludido hablar de plazos, cifras, cómo y demás”. Desde el Ayuntamiento han señalado vía comunicado que “ya se anunció un proceso de reestructuración de las plantillas, una vez integrada en Madrid Destino la plantilla procedente de Madridec (en vías de disolución). Dicha reestructuración no conllevará el cierre o privatización de ningún centro cultural u otro espacio; evitará las duplicidades sin mermar la capacidad de gestión de los espacios”.
El Español no se toca
Lo cierto es que mientras que el mundo de la cultura busca sobrevivir mediante mecenazgos, patrocinios y colaboraciones con terceros para sacar sus programaciones adelante y mantener al público, esta fórmula que ahora llega desde el Ayuntamiento de Madrid para sus teatros supone directamente poner su gestión en manos privadas. Un servicio como la cultura en el que primará la rentabilidad, según el documento de Del Amo, por encima de hacer accesibles géneros y espectáculos de todo tipo y para todos los nichos de público. Y una fórmula, además, que no ha dado muy buenos frutos en la capital, como pasó con el Teatro Madrid.
Este teatro cerró en 2011 tras 12 años como referente nacional en el ámbito de danza, coincidiendo con el fin del contrato del Ayuntamiento con la empresa gestora Artibus tras tres años al frente. Entonces el consistorio ya mantenía que su intención era reabrir este espacio cultural del Barrio del Pilar tras acometer las reformas pertinentes. Hoy sigue cerrado o, mejor dicho, “cerrado temporalmente”, como dice la web del Ayuntamiento de Madrid.
Si algo parece claro entre todo este revuelo es que el único teatro municipal que se salvará de esta externalización va a ser el Español. Además de ser toda una institución de la cultura que, en el caso de llegar a tocarse supondría un verdadero cataclismo dentro del sector, Milagros Hernández explica que en la reunión del Consejo de Administración puso esta cuestión sobre la mesa y le garantizaron que “no se toca. Es más, está previsto protegerlo para que siempre sea municipal”.
Otro de los temas que se están planteando es que continúen al frente de los teatros municipales todos sus equipos de gestión y sus líneas de programación. “Que no los toquen porque han demostrado con creces que son capaces de hacerlo en estos momentos. Cambiar a estos equipos sería cambiar el enfoque de estos teatros”, señala Milagros Hernández. Algo que ya se ha empezado a ver por ejemplo en el Teatro Fernán Gómez con el cambio de dirección que supuso la llegada de Natalio Grueso al frente de programación escénica madrileña. Se cancelaron los ciclos de danza y teatro de bebés con el motivo de que “la línea de programación ha cambiado”, argumentaron en su momento. Pero ante este futuro incierto, hay teatros cuyas programaciones siguen el aire para el año próximo.
Fuentes del Circo Price y del Teatro Fernán Gómez aseguraban en la mañana de ayer que conocían la noticia por la prensa. “Hubo ayer [por el miércoles] una asamblea en la que nos dijeron que no nos preocupáramos, que no iban a privatizarnos sino que habría una gestión público-privada, pero eso es irrisorio”, explican. En el Price, por ejemplo, la programación está cerrada hasta finales de año pero nada más allá.
Algunas empresas ya están avisadas
La situación en el Fernán Gómez es muy similar. Está cerrada la programación de este año y aprobadas pocas cosas para el primer trimestre de 2014. Pero además varias fuentes han confirmado a eldiario.es que ya ha habido contactos por parte de empresas de gestión cultural que se han interesado. “No es que haya habido algún movimiento, es que ha habido muchos movimientos”, relatan. Además, la portavoz de IU asegura que son las salas 1 y 2 sobre las que se han hecho ofertas “pero no sabemos para qué” y que se pretende abrir una cafetería, un restaurante y utilizar la parte de arriba (en la plaza de Colón) para actividades.
Los planes del Ayuntamiento no solo han provocado el enfado de los trabajadores de estos teatros municipales sino que numerosas personalidades del mundo de la cultura ha expresado públicamente su rechazo y se ha creado también una petición en change.org contra la privatización, que cuenta con el apoyo de actores como Emilio Gutiérrez Caba.