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El toque manual de campanas español es ya Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

El toque manual de campanas español estaba en una lista entre otras 56 candidaturas de inscripción en las listas de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que ha examinado la Unesco en los últimos días. Este miércoles, su Comité del Patrimonio Cultural Inmaterial ha decidido otorgarle ese título en una reunión en Rabat (Marruecos).

En la actualidad perviven en España más de 30 modos diferentes de toque manual de campanas con un amplio repertorio de formas y técnica. Su función ha sido durante siglos la de medio de comunicación comunitario, anunciando aspectos de la vida festiva, ritual, laboral y cotidiana. En el caso de León, tres toques diarios marcaban el reloj y la vida de sus vecinos. El toque de alba o alborada, al amanecer, anunciaba un nuevo día de trabajo. A las doce de mediodía, el ángelus llamaba a la oración e interrumpía las labores para almorzar. Y al atardecer, el toque de oración invitaba al recogimiento, a volver a casa y dar gracias a Dios por otro día disfrutado. Perduran los toques a concejo, un semivolteo de una campana para llamar a los vecinos al lugar de costumbre a debatir los temas importantes del pueblo; el toque de fuego y el toque de fiesta con variedad de ritmos.

Con esta protección, la Unesco pone en valor esta tradición y asegura la perviviencia de un lenguaje al borde de la extinción por la falta de campaneros.

Tañen con fuerza las campanas en Valencia

La candidatura a la Unesco ha estado impulsada desde Albaida (Valencia). Reconocido como Bien de Interés Cultural Inmaterial, el toque de campanas en Albaida se produce ininterrumpidamente desde el siglo XIII, tras la conquista por Jaume I. La población, de 5.900 habitantes, es la única en la Comunidad Valenciana con una tradición ininterrumpida como esta y se calcula que cada año se producen 3.200 toques, revolteos y repiques. En los años 80, dejó de llevar a cabo la actividad una persona que cobraba por esa función y se hizo cargo la asociación cultural Campaners d’Albaida, formada por voluntarios que, además de los toques, se dedican a la investigación y divulgación del patrimonio. En 2015 crearon el Museu Internacional del Toc Manual de Campanes (MitMac), ubicado en el Palau Marquesal de Albaida, que es el primer museo del mundo dedicado a este patrimonio inmaterial, informa Toni Cuquerella.

Con esta inscripción, España suma ya 18 manifestaciones culturales declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, listado que podría aumentar este jueves si se incluye la candidatura del ‘Timber Rafting, transporte fluvial de madera’. España participa en este proyecto internacional liderado por Polonia, representada por portadores de cinco comunidades autónomas (Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Navarra y Valencia), para reconocer la importancia que tuvo el transporte de la madera por los ríos desde un punto de vista cultural, económico, medioambiental y social.

El repiqueteo de Alustante

Los 16 toques de campana de Alustante , en Guadalajara, fueron declarados Bien de Interés Cultural en febrero de 2021. En Castilla-La Mancha el toque manual de campanas tiene su máxima expresión en el pequeño municipio de Alustante, en la comarca de Molina de Aragón (Guadalajara). Un lenguaje sonoro que, según el departamento de Cultura de la comunidad autónoma, está documentado al menos desde el siglo XVI.

La iglesia parroquial de Santa María de la Asunción de esta población cuenta con cuatro campanas con una disposición precisa. La campana mayor se llama Santa María, en honor a la advocación de Asunción y mira al Sur. La otra campana se llama Bárbara (o la de los Credos) y mira a poniente (SW) porque es de allí de donde suelen venir las tormentas. La campana menor estaba dedicada a San Pedro, muy posiblemente porque miraba a Motos (SE), pueblo cercano de la antigua diócesis de Albarracín, que tiene como patrono al apóstol. En 1803 se añadiría la cuarta campana (NE), la del reloj, conocida como campanillo menor, cuyo mecanismo se encuentra documentado en 1773.

Alustante ha mantenido hasta 16 toques manuales de campanas basadas en cuatro técnicas, a veces combinadas: la señal, el repique, el medio vuelo o medio bando y el volteo o bandeo.

Toques de oración, de repique de fiestas, de ir a clase, toque de nublo, de concejo, de rebato, toque de difuntos o bandeo. Son algunas de las variantes. Era un sistema de comunicación que servía -y sirve- para informar, alertar, delimitar las lindes del territorio y proteger a la población. La mecanización del toque de campanas provocó que este patrimonio inmaterial desapareciese en muchos puntos del país. Pero se ha mantenido como tradición musical y campanera en Alustante que ha servido de inspiración a campaneros y a los investigadores de las tradiciones culturales, informa Carmen Bachiller.