Madrid, 19 mar (EFE).- El Pleno del Tribunal Constitucional ha avalado el uso del bable en el Parlamento de Asturias porque pese a no ser una lengua cooficial, se considera un patrimonio cultural de España, que debe ser objeto de especial respeto y protección.
Fuentes jurídicas han informado a Efe de que el tribunal de garantías ha desestimado el recurso de inconstitucionalidad del grupo parlamentario de Vox en el Congreso contra la última modificación del Reglamento de la Junta General del Principado, en la que se establece que en el parlamento regional se podrá intervenir indistintamente en castellano o asturiano.
La sentencia, cuyo contenido se dará a conocer en los próximos días, ha provocado un largo y dilatado debate en torno a la cuestión, si bien finalmente solo ha contado con voto particular en contra de la vicepresidenta del tribunal, Encarnación Roca.
Según la fuentes, la decisión se encuadra en el párrafo tercero del artículo tercero de la Constitución, que se refiere a las lenguas no cooficiales, pero que se consideran un patrimonio cultural de España, que debe ser objeto de especial respeto y protección.
Hasta la fecha había mucha jurisprudencia sobre temas lingüísticos, en particular sobre el párrafo 1 que se refiere al castellano como lengua oficial del Estado, y el 2, lenguas cooficiales, pero no sobre el 3, que trata de las lenguas españolas minoritarias, no cooficiales, consideradas como riqueza cultural y representativas de la pluralidad que la Constitución garantiza en su preámbulo. Por tanto, la sentencia sienta jurisprudencia.
El fallo se apoya también en el Estatuto de Autonomía, que aunque no declara la cooficialidad del asturiano, si establece que las autoridades autonómicas deberán promocionar su uso.
Asimismo, la resolución, cuya ponencia ha correspondido al magistrado Cándido Gómez Pumpido, hace mención a la Carta Europea de lenguas minoritarias, que recomienda que se autorice su uso en las asambleas regionales.
De esta forma, el Constitucional avala a la Junta General del Principado que modificó su reglamento el pasado julio para dar la posibilidad a todos los comparecientes en la Cámara, y no solo a los diputados, de utilizar el asturiano en sus intervenciones en el parlamento, una reforma que contó con el apoyo de PSOE, IU, Podemos y un diputado de Foro, y la abstención del PP, Vox y Ciudadanos.