Víctor Ullate anunció el 2 de octubre su decisión de cerrar su compañía ante su “inviabilidad económica” y ese mismo día sus bailarines fueron despedidos “de manera tácita, verbal e injustificada”, una medida que recurrirán ante los tribunales, según ha informado este viernes a EFE su abogado.
Veinte de los veintitrés bailarines de la compañía más seis miembros de su equipo, entre ellos el sastre, el técnico de iluminación y el de sonido, fueron despedidos ese día aunque hasta ahora no lo han hecho público, según el abogado que les representa a todos ellos, Luis Hormeño, del Bufete Peláez & Hormeño.
Los otros trabajadores, “una chica extranjera que llevaba pocos meses, el hijo de Ullate, Josué, y su novia”, no se han sumado a la demanda, ha precisado el letrado.
“Muchos de ellos llevaban 30 años en la compañía -creada en 1988- y empezaron como bailarines para luego asumir otras competencias como maestros o profesores”, ha señalado Hormeño.
El bufete ya ha presentado la demanda de conciliación, un paso obligado antes de acudir a los juzgados de lo Social, ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), aunque Hormeño duda de que se llegue a un acuerdo previo.
Los trabajadores, explica el bufete en un comunicado, se han visto “súbitamente privados de sus trabajos, sin motivo ni justificación, sin ser indemnizados ni finiquitados, adeudándoseles varias mensualidades y otros conceptos salariales”.
Los ex trabajadores de Ullate expresan en esa nota su “malestar, indignación, impotencia y desmerecimiento” por el trato recibido por parte del bailarín y coreógrafo y la decisión de despido, comunicada “a través del esposo del señor Ullate y Director Artístico (de la compañía), Eduardo Lao”.
Lao, según Hormeño, compareció el 2 de octubre acompañado de un abogado “y, sin justificación alguna, les comunicó el cierre de la empresa y su despido desde ese mismo día”.
“Los trabajadores, no obstante, acudieron a su puesto de trabajo al día siguiente, no permitiéndoseles trabajar y ratificándoles el despido tácito efectuado el día 2 por Lao”, indica el comunicado.
Los trabajadores, añade el bufete, llevan años “de plena dedicación a su trabajo, con jornadas de más de 60 horas semanales” y se han visto “súbitamente privados de sus trabajos, sin motivo ni justificación, sin ser indemnizados ni finiquitados, adeudándoseles varias mensualidades y otros conceptos salariales”.
Subvenciones de la Comunidad y del Ministerio
Desde 2009, la compañía estaba asociada a los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, de forma que tiene allí su residencia y puede usar sus salas de ensayo además de recibir una subvención del Gobierno regional de en torno al millón de euros.
El Ministerio de Cultura, a través del Instituto Nacional para las Artes Escénicas y la Música (Inaem), ha aportado desde 2002 a los proyectos del Ballet de Víctor Ullate más de 1,5 millones de euros.
“Me siento muy mal; cerrarla es un palo enorme”, aseguraba el día 2 el coreógrafo en declaraciones a EFE, y señalaba que mantendría abierta la escuela y la fundación que llevan su nombre.