The Birth of a Nation, uno de los filmes más esperados del año y con serias opciones para los Oscar, se ha visto rodeado de una fuerte polémica después de que saliera a la luz un antiguo caso de violación relacionado con su director y protagonista, Nate Parker.
En las últimas semanas, los medios estadounidenses rescataron un caso de violación a una joven que tuvo lugar hace 17 años y en el que fueron acusados Parker y su coguionista, Jean Celestin.
Aunque Parker fue absuelto de los cargos, nuevas revelaciones acerca del caso ensombrecieron el lanzamiento de la cinta, que se estrenará el 7 de octubre tras ser la gran triunfadora de la última edición del Festival de Cine Independiente de Sundance y firme aspirante para los próximos Oscar.
Los hechos se remontan a 1999, cuando una joven, de entre 17 y 18 años y cuya identidad se mantiene en secreto, acusó a Parker y Celestin, por aquel entonces estudiantes universitarios en Penn State, de haberla violado cuando se encontraba inconsciente tras haber bebido.
Los acusados negaron los cargos de violación y argumentaron que el encuentro sexual fue consentido.
Parker, que previamente había mantenido relaciones sexuales con la chica que ambas partes definieron como consensuadas, fue absuelto en el juicio, mientras que Celestin fue condenado inicialmente, pero salió libre tras la apelación debido a que la víctima se negó a testificar en una nueva vista.
La revista Variety, tras hablar con el hermano de la joven, ha revelado que ésta se suicidó en 2012 con una sobredosis de somníferos. Variety afirma que no hay pruebas que relacionen directamente el suicidio de la mujer con el caso, mientras que el hermano apuntó que la joven sufrió una grave depresión tras los hechos.
Durante el juicio, la joven afirmó que había tratado de quitarse la vida en dos ocasiones tras la presunta violación.
En todo momento, Parker ha mantenido que es inocente y, en un mensaje publicado en su cuenta de Facebook después de que el caso saliera a la luz, defendió de nuevo que el encuentro sexual fue “inequívocamente consensuado”.
“No puedo ni quiero ignorar el dolor que ella padeció durante y después del juicio”, dijo Parker, quien señaló que se había enterado recientemente de la muerte de la mujer y que se sentía “profundamente apenado” por ello.
La controversia ya ha alterado los planes comerciales de The Birth of a Nation, una cinta que recibió elogios casi unánimes de la crítica y que narra la historia de sublevación negra y el movimiento de liberación que protagonizó el esclavo Nat Turner en 1831.
El estudio Fox Searchlight, que adquirió los derechos de distribución de la película por una cifra récord en Sundance de 17,5 millones de dólares, cancelo la rueda de prensa del filme en el Festival de Cine de Toronto y está por ver cómo afrontará una campaña publicitaria que incluía encuentros sobre los derechos civiles por todo el país.
Otro golpe llegó por parte del Instituto de Cine Americano (AFI, por sus siglas en inglés), que decidió suspender esta semana un pase de la película en Los Ángeles.
La fuerza de la discusión ha llegado hasta la Academia de Hollywood, donde su presidenta, Cheryl Boone Isaacs, ha dicho que, al margen de la polémica del caso, es una película que “la gente debería ir a ver”.
Lo cierto es que el filme de Nate Parker, con su potente mensaje sobre el racismo y la esclavitud, aparece en un momento idóneo en el que la situación de la población negra en Estados Unidos vuelve a sonar con fuerza en el debate público.
La última edición de los Oscar, que por segundo año consecutivo no tuvo actores negros nominados, y la vigencia de movimientos como Black Lives Matter parecían beneficiar a The Birth of a Nation, que no por azar tomó el título de la cinta homónima de 1915 de D.W. Griffith, (El nacimiento de una nación), un clásico del cine mudo y una película abiertamente racista.