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Un voto de ida, vuelta y regreso: la ajetreada jornada electoral de Javier Maroto en Sotosalbos

Javier Maroto vota desde Sotosalbos.

Ángel Villascusa

Sotosalbos (Segovia) —

El frío y el cielo plomizo son una constante el 10 de noviembre de 2019, día de elecciones generales en Sotosalbos (Segovia). En las calles del pueblo, el termómetro no sube de dos grados y hay debate entre los vecinos sobre si es frío o no. El Ayuntamiento, que hace las veces de centro cívico, también es el único colegio electoral de este pueblo de 113 habitantes en el que hay censadas 101 personas para estos comicios. El más famoso, Javier Maroto –vicesecretario de Organización del Partido Popular– ha acudido temprano a votar, a eso de las 9.30, pero ha abandonado el colegio sin hacerlo. Tres horas después ha regresado para, esta vez sí, ejercer su elección.

El también exalcalde de Vitoria ha llegado, cuentan en el colegio, para recoger las papeletas, pero, finalmente se ha marchado sin meter sobre alguno en las urnas. “No voy a hacer declaraciones, sobre todo por ellos”, ha comentado a la salida del Ayuntamiento, en referencia a los vecinos. Desde allí se ha dirigido hasta la vivienda en la que está empadronado, a escasos metros del centro de votación. Una vecina del pueblo, ligada a movimientos sociales, ha respondido al comentario de Maroto. “¿No ha hablado porque no quiere hacer daño al pueblo? El daño ya está hecho”.

Como la cuestión sobre el frío, la discusión sobre si Maroto vive o no en Sotosalbos genera diferencias en el pueblo. Otra vecina le asegura a una conocida que el empadronamiento es real: “Está en el pueblo más que yo”. Pese a las dudas, que han lanzado algunos políticos de signo contrario, como el secretario general de los socialistas de Castilla y León, Luis Tudanca, Maroto sí está empadronado desde este verano.Tal y como pudo saber eldiario.es, fijó su residencia en la vivienda de un alto directivo de la consultora Accenture.

Tres horas de diferencia

La situación que se ha vivido en el Ayuntamiento de Sotosalbos este domingo ha sido extraña. El político popular estaba en la única cabina de votación que hay colocada, de la que ha salido sin emitir el voto ante la presencia de eldiario.es. En un lapso de dos horas, han ido votando un puñado de vecinos. La gran sala del centro cívico está decorada con carteles hechos por los niños del pueblo. La temperatura en el interior es agradable, lo que invita a muchos sotosalbeños a quedarse a charlar. El pueblo no tiene bar. Tan solo una panadería y un par de comercios. La panadería está abierta y varios vecinos compran antes de proseguir con su domingo.

La taberna está cerrada: anoche permaneció abierta hasta tarde y varios vecinos albergan la esperanza de que Freddy, el dueño, abra la que es una de las principales instituciones del municipio, junto a la iglesia y Ayuntamiento. La taberna del Arcipreste de Hita ha comenzado su actividad sobre las 13.00, prácticamente sincronizada con el fin de la misa de 12.00. Una de las vecinas del pueblo ha traído café, leche y bizcochos caseros para hacer más llevadera la jornada electoral a los miembros de la mesa electoral.

A las 12.30, aproximadamente, el senador ha vuelto al colegio electoral. Acompañado de su marido, ambos ataviados con ropa deportiva. En ese momento, el político ha ejercido su derecho al voto y se ha marchado sin mediar palabra con la prensa. Sin embargo, sí ha tenido tiempo para hablar con otros vecinos y con el alcalde de Sotosalbos, que estaban el la puerta.

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