Las 7.000 temporeras de la fresa atrapadas en Huelva vuelven a Marruecos a partir de esta semana
Las más de 7.000 jornaleras marroquíes atrapadas en Huelva por la pandemia tras terminar la campaña de recogida de frutos rojos volverán a su país a partir del viernes después de someterse a los test PCR. La Junta de Andalucía y el Gobierno del país vecino han llegado a un acuerdo para repatriar a todo el contingente de trabajadoras contratado en origen en seis barcos marroquíes especiales para esta operación que saldrán del Puerto de Huelva y llegarán a Tánger Med, según han confirmado fuentes diplomáticas a eldiario.es.
Las temporeras comenzaron a llegar escalonadamente a las fincas onubenses en el mes de diciembre. Solo cruzó el 35% del contingente, poco más de 7.000 mujeres, que se quedaron atrapadas con el cierre de las fronteras de Marruecos el 13 de marzo para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
“Estaban viviendo una situación dramática”, explica el empresario Antonio Luis Martín ‘Curi’. “La gente aquí está cansada. Incluso las que han ido perdiendo a familiares en Marruecos durante este tiempo están desoladas por no haber podido estar junto a los suyos”, añade.
“Aquí seguimos atrapadas y sentadas en el campo sin derecho alguno y con un calor insoportable, cientos de mosquitos, en fin una situación indescriptible. Nuestra paciencia está al límite y no sabemos qué hacer”, describía a este medio Fouxia, una de las temporeras, hace una semana.
La semana pasada, las trabajadoras se concentraron para solicitar al rey Mohamed VI que las ayudara a volver a su país, sobre todo a unos días de la celebración de la Fiesta del Sacrificio, el 31 de julio.
El dinero que han ganado estos meses de trabajo, alrededor de mil euros al mes, lo están consumiendo, aunque siguen alojadas por los propietarios de las fincas onubenses. “Comparto casa y gastos, cien euros al mes, con otras seis jornaleras, 2 marroquíes y 4 rumanas”, explicaba Fátima a eldiario.es.
Cuatro meses después y con la temporada cerrada, solo han regresado a su país, las personas más vulnerables, 167 mujeres, entre enfermas, embarazadas y madres que acaban de dar a luz, y 22 bebés, en dos vuelos humanitarios de repatriación en el mes de junio desde Málaga y Sevilla a Tetuán y Beni Mellal.
Mientras ambos países negociaban una solución, se les extendió la validez de los visados hasta finales de septiembre, pero como turistas, por lo que no podías trabajar regularmente. Solo medio centenar se acogió a la campaña de concatenación y fueron trasladadas a otras fincas de Valladolid para fabricar las plantas de fresas que se exportan a Marruecos. Otras incluso han dejado las fincas para buscar trabajo, de manera que han entrado en situación irregular. Es el caso de L., que ya está en Italia, subió en tren hasta Cataluña donde cogió un barco, con dos gemelas que dio a luz durante la temporada en Huelva.
El desbloqueo llega en un momento crucial porque el 15 de julio Marruecos abre las fronteras aéreas y marítimas parcialmente para marroquíes residentes en el extranjero, los ciudadanos nacionales bloqueados fuera y los extranjeros que residen en el país. Sin embargo, la conexión con España se limita a vuelos entre Tánger, Nador y Casablanca, con los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Málaga y Palma de Mallorca. Los pasos fronterizos con Ceuta y Melilla permanecen cerrados, así como los puertos con rutas regulares con la península. Así, Marruecos solo quedará conectado vía marítima con los puertos de Sète en Francia y el de Génova en Italia.
Las negociaciones para su repatriación las han llevado estos meses la embajada de Marruecos en España y la Secretaria de Estado de Migraciones. Sin embargo, fueron varias las propuestas de los empresarios onubenses y la Junta de Andalucía a Marruecos a lo largo de estos meses, como “fletar una docena de barcos desde Algeciras, y en dos días estarían las 7.000 mujeres de vuelta a coste cero, si Marruecos acepta que se hagan los tests en Andalucía”, explicaron entonces a eldiario.es. Sin embargo, las autoridades marroquíes alegaron que hasta que no estuvieran abiertas las fronteras tenían miedo al contagio y que no podían asumir el recibir a tanta gente de un golpe.
El cónsul de Marruecos en Sevilla, Charif Cherkaoui, que visitó a las trabajadores hasta en cuatro ocasiones durante la pandemia, ya había adelantado que si el gobierno marroquí decidía mantener sus fronteras cerradas, entonces habría una segunda tanda de repatriación de ciudadanos bloqueados en el extranjero, incluido el contingente de Huelva.
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