Escasas semanas después de convertirse en presidente, Pedro Sánchez aseguraba ante el pleno del Congreso de los Diputados que uno de los retos de su mandato iba a ser “fortalecer y recuperar” la política de cooperación como “elemento definitorio” de la política exterior española. En la oposición, el PSOE había sido uno de los partidos más críticos con el “desmantelamiento” de esta política durante el Gobierno de Mariano Rajoy.
Sin embargo, el esfuerzo presupuestario que el Ejecutivo socialista prevé dedicar a Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) se mantendrá en 2019 en niveles similares a los años anteriores.
Según el informe presentado en el Congreso tres días después de entregar su proyecto de presupuestos, el Gobierno pretende inyectar en ayuda al desarrollo un 0,23% de la Renta Nacional Bruta (RNB) prevista para este año, un leve repunte respecto a los 0,22% y 0,21% presupuestados en 2018 y 2017, respectivamente. La proporción de fondos sobre la RNB es la medición utilizada por organismos internacionales como el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE para evaluar las políticas de cooperación de los países que la integran.
Así, en 2019, si las cuentas presentadas salen adelante y se gastan todos los fondos previstos, la AOD se situará en 2.937,96 millones de euros. En términos absolutos, esto es, sin tener en cuenta, por ejemplo, el propio crecimiento de la renta nacional, para este año se han presupuestado algo más de 336 millones de euros más que en 2018, lo que supone un aumento del 12,9%.
A diferencia del proyecto de presupuestos presentado el pasado 14 de enero, el informe elaborado por el Ejecutivo detalla la cifra total de AOD compuesta por partidas de otros ministerios y de comunidades autónomas. La Ley de Cooperación estipula que ambos documentos deberían difundirse juntos, una exigencia incumplida desde hace años, según ha denunciado ejercicio tras ejercicio la Coordinadora española de ONGD.
La previsión del Gobierno para ayuda al desarrollo se mantiene lejos de los fondos reclamados por el sector y el propio PSOE en la oposición para remontar una década de recortes en los que la política de cooperación ha perdido más del 70% de sus recursos. Aunque no mencionó una cifra concreta, en su programa para las últimas elecciones, Pedro Sánchez se comprometió a plantear “una senda realista” para la recuperación presupuestaria de esta partida.
Asimismo, el grupo parlamentario socialista fue el que impulsó a finales de 2017 una Proposición No de Ley, aprobada por todos los partidos políticos, que pedía al Ejecutivo de Rajoy que caminara hacia el 0,4% de la RNB a ayuda al desarrollo para 2020. Para poder alcanzar paulatinamente este horizonte, la Coordinadora de ONGD estimaba que se debían destinar en estas cuentas el 0,35% de la RNB, frente a los 0,23% presupuestados. Los cerca de 2.938 millones que se pretenden invertir en AOD se encuentran, además, muy lejos de los niveles alcanzados en los años previos a la crisis económica. En 2011, esta cifra se situó en los 4.277 millones de euros.
En este sentido, la red española de ONG, que agrupa a decenas de organizaciones, considera que el compromiso del Gobierno con esta política pública es “claramente insuficiente”. “Son cifras fuera de la ruta del 0,4%. Pedro Sánchez había mostrado su voluntad política de salir del atolladero, pero este no es el músculo que nosotros esperábamos. Hay dinero, pero no está a la altura de las declaraciones políticas”, resume a eldiario.es Carlos García, responsable de incidencia de la Coordinadora.
Según sus cálculos sobre el incremento propuesto, España tardaría 15 años en alcanzar el compromiso del 0,7%, recogido en la Agenda 2030 contra la pobreza y para el desarrollo sostenible. Este medio se ha puesto con el Ministerio de Asuntos Exteriores para conocer su visión sobre los nuevos presupuestos, pero por el momento no ha recibido respuesta.
De acuerdo con el informe del Gobierno, el grueso de la dotación de la ayuda al desarrollo estatal corresponde al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, un 42,59% –compuesto principalmente por contribuciones obligatorias a la Unión Europea– y no el Ministerio de Asuntos Exteriores, encargado de dirigir de la política de cooperación. Las entidades sociales agrupadas en la Coordinadora de ONGD llevan años criticando el “peso secundario” que se le da a este departamento y consideran que el Gobierno de Sánchez “arrastra” esta tendencia en sus nuevos presupuestos.
La Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), el órgano especializado de Exteriores que gestiona los fondos que contribuyen a la erradicación de la pobreza y la desigualdad los países más empobrecidos, recibirá un 12,2% más de fondos que el año pasado, 40 millones más que en 2018.
“Nos gustaría contar con más fondos pero no es algo que dependa de nosotros”, dicen fuentes de la AECID consultadas por eldiario.es. “Nos centramos en hacer el máximo con lo que tenemos. Tenemos una trayectoria sólida en distintas regiones y ámbitos, lo que nos permite crear amplio impacto con los fondos disponibles”, recalcan estas mismas fuentes.
Parte de este presupuesto, 81,18 millones, proceden de la cooperación delegada con la UE, por lo que no computa como AOD. En su análisis, la Coordinadora destaca que, a diferencia de los presupuestos de 2018, el aumento de fondos para la AECID sí proceden de recursos adicionales para la agencia y no de fondos de la UE. Por otro lado, en los presupuestos han remontado los fondos destinados para ayuda humanitaria y pasan de 18,9 a 35,9 millones, aunque siguen muy lejos de las cifras alcanzadas antes de los recortes: en 2008, esta partida fue de 350 millones de euros.
En la otra cara de la moneda, sin embargo, está el Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE), que este año registra un incremento del 25,8%, hasta los 249,23 millones de euros, después de dos años en los que la partida se mantuvo igual. Este instrumento financiero basado en la concesión de créditos acumula años de críticas por parte de la sociedad civil, que cada año cuestiona su dotación presupuestaria debido a la “enorme infraejecución” en los últimos ejercicios.
“En los últimos años, 1 de cada 5 euros presupuestados no se ejecutaron, en su mayor parte por la falta de operaciones aprobadas por el FONPRODE. Aunque en los últimos ejercicios se están haciendo esfuerzos para revertir esta realidad, es un ejercicio de optimismo pensar que es posible ejecutar proyectos de calidad por valor de 249 millones”, señala la Coordinadora de ONGD. El anterior Gobierno prometió antes de la moción de censura una reforma del Fonprode que el PSOE apoyaba siempre y cuando “volviese a dar peso a las prioridades de la cooperación”.
El aumento de los fondos del Fonprode explica, en gran medida, el incremento experimentado por la AOD, así como los 20 millones más que recibe el fondo del agua. Otra gran parte del crecimiento de la ayuda presupuestada a nivel estatal, un 60%, tiene como objetivo la contribución a organismos internacionales de los que no se aportan más detalles, indica la Coordinadora de ONGD, que más que en el repunte de fondos, se centra en dónde está colocando el Ejecutivo el monto previsto para AOD.
“La composición no es baladí. El Gobierno apuesta por una presencia internacional basada en instancias financieras multilaterales e instrumentos de deuda más que la recuperación del sistema en sus instituciones. Se va por el camino fácil para tratar de recuperar el liderazgo”, sostiene García. “Esta situación hace que queden relegadas a un segundo plano instituciones centrales en el sistema de cooperación como la AECID. No se está invirtiendo en recuperar el sistema propio”.
A ello se le unen los 208,25 millones gestionados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad social, el 7,94% de la AOD estatal. La Coordinadora de ONG lleva años denunciando que el Gobierno “infla” las cifras de ayuda con fondos destinados a atender a personas refugiadas en España. Se tratan, defienden cada año, de fondos que son computados como ayuda al desarrollo, pero “no contribuyen” a erradicar la pobreza, disminuir las desigualdades o reducir la degradación del medio ambiente en terceros países.
Los datos aportados por el Gobierno reflejan los fondos presupuestados, pero, desde 2012, la ayuda española finalmente gastada no ha superado el 0,2% de la RNB, la línea roja simbólica que exige la OCDE a los Estados para formar parte del club de donante. La media de los países de la UE que forman parte del Comité de Ayuda al Desarrollo fue del 0,49% en 2017. Para la Coordinadora, con las nuevas cifras de AOD, España continúa “estancada a la cola de Europa y alejada de una cooperación a la altura de los retos mundiales”.