Bruselas, 20 nov (EFE).- El presidente de Canarias (España), Fernando Clavijo, reclamó este miércoles a las instituciones europeas un estatus especial para los menores inmigrantes que llegan a la UE solos, sin adultos a su cargo, y que su acogida no descanse en exclusiva sobre las regiones frontera, sino que sea compartida.
Clavijo ha expuesto ante el pleno del Comité de las Regiones que se celebra esta semana en Bruselas la situación de la Ruta Atlántica, que acababa de batir su récord de llegadas, con más de 40.000 personas rescatadas, y en la que se estima que este año ha muerto una persona cada 45 minutos intentando “alcanzar el sueño de Europa”.
Pero, sobre todo, ha remarcado la situación que viven los menores solos, niños y niñas que han hecho una ruta de nueve días o más en el océano sin ningún familiar o que han perdido a sus padres en la travesía, menores a los que hay que atender como exigen los tratados internacionales en materia de infancia, ha recordado.
Sin embargo, Clavijo ha denunciado que las regiones de la frontera sur de Europa, como las españolas islas Canarias, se sienten “solas” en ese esfuerzo, porque sus Estados no se hacen cargo de la acogida de los menores.
Y el presidente de Canarias no ve que tampoco que los Veintisiete estén tratado de forma adecuada esta cuestión.
“La UE no distingue en su política entre adultos y menores extranjeros no acompañados. Por lo tanto, regiones como Canarias, pero también Marsella (Francia) u otras de Italia ven como sus Estados se desentienden de la situación jurídica de esos niños que llegan a Europa”, ha apuntado.
Por eso, Clavijo ha demandado que se “articule un estatus jurídico para los menores extranjeros no acompañados” y que adopten las medidas necesarias para que “las regiones podamos contar con el apoyo de la UE de manera directa, porque el problema en muchas ocasiones, como le está ocurriendo a Canarias, el Estado se desentiende, alegando que es competencia exclusiva de las comunidades autónomas”.
Clavijo ha subrayado que regiones como la suya u otras de la Europa Mediterránea “no pueden asumir en solitario la presión migratoria de la Unión Europea”, sino que “necesitan contar con el apoyo firme de las instituciones comunitarias, la solidaridad compartida de todos los Estados miembros y una financiación justa y adecuada que permita hacer frente a escolarización y a la tutela de todos esos menores”.
El presidente canario ha precisado que “no se trata solo de un asunto económico, sino del reconocimiento de unos derechos, de una solidaridad compartida, porque los territorios frontera, como es el caso de Canarias, no son el recipiente donde dejar esa migración”.
“Somos víctimas de este fenómeno migratorio. No somos responsables de la situación del Sahel, ni de la ausencia de programas de colaboración y desarrollo en África. No nos compete proteger nuestras fronteras ni tenemos la competencia de inmigración, pero sí tenemos la obligación de dar respuesta a esos niños y niñas”, ha concluido.