Se sienta frente a un ordenador en Los Ángeles, en Estados Unidos, a miles de kilómetros de Sao Paulo, donde nació. A los 12 años de edad se mudó con su familia a Florianópolis, en el Sur, tras un incidente violento en el que su padre pudo haber perdido la vida. Carla Toledo Dauden ha contribuido a explicar la complejidad de Brasil más allá del fútbol como religión, las mulatas, los carnavales, la samba y la violencia en las favelas. A unos meses de la celebración del Mundial, su cámara captó la ebullición social que vive su país y que millones de personas han podido ver en un vídeo de seis minutos gracias a Internet.
Su pelo claro, piel blanca, ojos verdes y acento estadounidense sin fisuras al hablar inglés también han contribuido a romper estereotipos sobre un país que no se puede desprender de su complejidad mestiza: indígenas, italianos, alemanes, holandeses, españoles, portugueses, africanos y asiáticos. Esa diversidad aporta una riqueza tan enorme como su territorio, que abarca casi tanto espacio como toda Europa continental, aunque también se ha utilizado durante siglos para dividir, para discriminar y para excluir a los más desfavorecidos.
P: ¿Cuándo decidió hacer un vídeo para posicionarse contra el Mundial?
R: Fue mucho antes de que se intensificaran las protestas. Que lo estuviera elaborando durante esos meses fue solo una coincidencia. Primero pensé en el vídeo en mayo de 2013, lo grabé a principios de junio y estuvo listo cuando se intensificó la protesta. Fue curioso porque había entonces tanta información que pensé que el vídeo quedaría sepultado. Pero ocurrió todo lo contrario.
¿Qué hay de los otros dos vídeos?
No tuvieron tantas visitas ni se compartieron tanto. No sé porqué, es un poco frustrante. En el primero explico lo que ocurre, expongo el problema. El segundo le da a la gente formas concretas en las que pueden implicarse y participar. Después del primer vídeo, mucha gente me había enviado mensajes para preguntar cómo podían ayudar. Supongo que los últimos vídeos son más “políticos”, más aburridos y la gente tiene menos paciencia y pierde concentración. Quizá fue la elección de tiempos para publicarlo, pocos días antes de la visita del Papa a Brasil. Lo importante es que me posicioné. Si se comparte, estupendo y, si no, al menos he hecho lo que me correspondía. Con el primer vídeo siento que cambiamos la forma en que las personas ven eventos deportivos como el Mundial y ha contribuido a luchar contra ciertos estereotipos.
¿El Mundial refuerza la desigualdad en Brasil?
El hecho de que el gobierno quisiera llevar el Mundial a Brasil no empeora la situación, ya es en sí misma horrible. Simplemente es absurdo. Tenemos tanta desigualdad que, ¿por qué lo llevaríamos? Imagina que tengo una familia muy pobre, no puedo pagar la comida de mis hijos, mi casa es un caos, no sale agua de la ducha y de pronto digo: “¡voy a organizar una fiesta!” No provoca desigualdad, pero la refuerza y la hace más evidente. El hecho de que estén echando a gente de su casa por tan poco dinero es una falta total de respeto. Y la forma en que lo están hacienda… viola derechos humanos. No diría que sólo la FIFA tiene responsabilidad. Es fallo del gobierno principalmente y luego de la FIFA por no asegurarse de que estos eventos se hacen de forma adecuada y por mirar hacia otro lado. Están haciendo lo mismo con Qatar.
¿Se ha utilizado dinero para hospitales, colegios y transporte en la construcción de estadios?
No “en lugar de”. El gobierno argumenta que gasta suficiente dinero en escuelas y hospitales; “este es el presupuesto”, dice. Les pregunto entonces: “¿Han visto nuestros colegios públicos? ¿En dónde está el dinero?” No se refleja en nuestra realidad. Así que no es que estén utilizando dinero que podría invertirse para un transporte eficaz, para escuelas o para hospitales. Pero estamos en tan mal estado que cada céntimo cuenta y es casi una falta de respeto. Podemos regresar a nuestro ejemplo de la casa. Podríamos tener trenes que conectaran Brasil de Sur a Norte. Es más caro viajar dentro de Brasil que volar a otros países. Además de una falta de respeto, todo esto muestra una falta total de prioridades.
¿Es tan grande el descontento que la gente deja de lado el fútbol en un país como Brasil o es que el fútbol no era tan importante?
El fútbol es muy importante. Los brasileños tienen una gran pasión por este deporte, es una parte muy importante de nuestra cultura pero la gente comienza a reorganizar sus prioridades. Muchas personas me han dicho que aman el fútbol pero que comprenden mis argumentos. Que protesten no significa que les haya dejado de gustar. El hecho de que los jugadores sean vendidos con tanta facilidad, de que el Mundial tiene tan poca importancia, de que las grandes estrellas jueguen en otros países… nada tiene sentido ya porque el deporte se ha globalizado tanto.
¿Se ha ganado enemigos con sus vídeos? ¿Cómo hace para lidiar con los ataques?
Sí, pero lo esperaba. Leí los comentarios la primera noche y luego simplemente pare. No me parece mal y, de hecho, pensé que podía ser mucho peor. De hecho, la mayor parte de las respuestas han sido positivas. Lo que fue más aterrador fue que mucha gente decía que mi vídeo era parte de algún movimiento de la extrema derecha. Decían que mi vídeo promovía un golpe de Estado. Mis ideas pueden posicionarse en la izquierda, pero eso no implica que apoye a este gobierno. De hecho estoy en contra. Pero mucha gente dijo que tenía vínculos con la CIA… El problema es que una parte de la derecha utilizó mi vídeo porque se posicionaba contra el gobierno y lo subieron a sus páginas web. Fue escalofriante porque esas ideas no representan quien soy. Pusieron en mi boca palabras que no he dicho. Eso fue lo peor.
¿Por qué Brasil decidió celebrar la Copa? ¿Ha habido corrupción?
Iría demasiado lejos con semejante afirmación sin una investigación en condiciones. Sólo puedo decir que Brasil presionó muy fuerte para ganarse el Mundial. Venía de la mano con el paquete que Lula intentó vender. La FIFA ha estado eligiendo países empobrecidos de los que se pueden aprovechar y sacar más dinero del mundial. Es más fácil cambiar las reglas de juego en esos países.
¿Cómo valora la cobertura de los medios internacionales de lo que ocurre en Brasil?
No se habían centrado en los desahucios ni en las condiciones laborales hasta que se produjeron las protestas. Los medios habían mostrado mucha condescendencia con el Mundial hasta ese momento. Fue interesante que mostraran luego tanta sensibilidad hacia lo que la gente que formamos parte de este movimiento tratábamos de explicar. Grandes canales contactaron: conmigo Al Jazeera, BBC, The Discovery Channel; estuve en Le Monde… No me lo esperaba. Mucha gente va a Brasil para hacer documentales y contar “el otro lado” de la historia. No sé si esto ocurrirá durante el Mundial, pero a veces es triste ver cómo los medios se dejan llevar por lo “candente”.
¿Cree que las protestas aumentarán y serán más violentas?
Es difícil de adivinar y estamos en un momento delicado porque hay mucha violencia y eso asusta a mucha gente. Es frustrante que haya miles de manifestantes y que una sola persona puede deslegitimar todo el movimiento. Pero es difícil saber hacia dónde va todo esto. O bien la gente se olvidará porque estén desbordados por la fiesta y la diversión, lo cual sería triste, o las protestas se harán más intensas. Lo que me asusta es que, si persiste la violencia, menos gente estará interesada en participar.