Cada minuto que pasa, 30 personas se convierten en desplazados. El número de personas forzadas a huir de sus lugares de origen ha destrozado durante el último año todos los récords registrados, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que contabiliza en su último informe Tendencias Globales, Desplazamiento Forzado en 2014, un total de 60 millones de personas desplazadas en el mundo, “aproximadamente la población de Italia o Reino Unido”, apunta Acnur.
El cruento conflicto en Siria, que dura ya cuatro años, el estallido o reavivamiento de nuevas guerras o guerrillas en al menos 15 países (ocho de ellos africanos) y la escasa respuesta por parte de los países occidentales han llevado, según la organización de la ONU, a esta situación insostenible.
Muy pocas de estas crisis han podido ser resueltas, por lo que los refugiados no pueden regresar a sus países. El año pasado, Acnur sólo pudo retornar a sus países a 126.800 refugiados, el número más bajo en 31 años.
En 2014, un total de 59,5 millones de personas eran desplazados internos o refugiados en el mundo, de los que 13,9 millones eran “nuevos desplazados”. El récord del pasado año superó en cerca de ocho millones de personas el número de afectados durante el año anterior y en veinte millones más que hace diez. Según denuncia el informe, entre 2013 y 2014 se ha producido el incremento anual de desplazados más grave jamás registrado.
De los casi 60 millones, 19,5 millones eran refugiados, 38,2 millones desplazados internos y 1,8 millones solicitantes de asilo. Más de la mitad de los refugiados son menores.
Tras Siria (con 3,88 millones), el país que más refugiados ha creado es Afganistán (2,59 millones) y después Somalia (1,1 millones). Le siguen Sudán, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Myanmar, República Centroafricana, Irak y Eritrea.
El 86% de los refugiados es acogido por países en desarrollo
Los que se deciden por huir de sus hogares, afrontan un enorme desafío: adónde huir. Los países con más recursos, como los miembros de la Unión Europea no han respondido a la magnitud de la crisis actual.
La distribución en el mapa de las personas que encuentran refugio está muy mejos de ser proporcionada. Casi 9 de cada diez refugiados (86%) sobreviven en regiones y países en desarrollo, y una cuarta parte de ellos viven en estados incluidos en la lista de Países Menos Desarrollados de la ONU.
Por orden, los países que más refugiados acogen son Turquía, Pakistán, Líbano, Irán, Etiopía, Jordania, Kenia, Chad, Uganda y China.
Más allá de las cifras, el drama es insostenible. “La ayuda humanitaria es un imperativo moral”, ha reclamado hoy la representante de Acnur en España, Francesca Friz-Prguda, al tiempo que ha denunciado que las naciones con más poder económico están obviando la responsabilidad que les compete con respecto a la acogida de refugiados en su territorio.
En la última reunión de los ministros de la UE para llegar a un acuerdo sobre el reparto de refugiados en Europa, la mayoría se mostró en contra de la medida de la Comisión Europea. Bruselas propone un plan obligatorio para distribuir a 40.000 solicitantes de asilo sirios y eritreos llegados a Italia y Grecia. Según los datos de Acnur, en 2014, unas 42.500 personas al día se convirtieron en refugiados, desplazados internos o solicitantes de asilo.
En este sentido, Francesca Friz-Prguda ha recordado que en los últimos años se ha producido un incremento de la llegada de refugiados a través de vías marítimas, como el mar Mediterráneo, pero también a través del Golfo de Adén y del Mar rojo. Friz-Prguda ha hecho hincapié en este aspecto ya que a través de estas vías se mezcla la llegada de migrantes desplazados con la de migrantes de carácter económico. La vía marítima es el único camino que les queda a quienes solicitan asilo puesto que, según denuncia Acnur, las vías legales de entrada a la Unión Europea cada vez más escasa.
Acnur denuncia la falta de fondos
En la presentación del informe en Ginebra, António Guterres, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ha denunciado que, a pesar de este incremento incesante, los fondos disminuyen. Guterres indicó que de los 7.000 millones presupuestados, sólo han obtenido 3.000, por lo que, añadió: “No alcanzamos ni la mitad de lo requerido y, esto, obvio, tiene graves consecuencias para los refugiados”.
“Actualmente no tenemos la capacidad de ofrecer los mínimos estándares y eso teniendo en cuenta las necesidades dramáticas y el terrible sufrimiento de las personas a las que tenemos que apoyar”, denunció.