Una de las grabaciones de las conversaciones mantenidas entre agentes de la Guardia Civil durante la tragedia de Ceuta demuestra que una patrullera avistó dos cadáveres pero, aunque tenía intención de recogerlos, el centro operativo dio la orden de dejarlos allí porque estaban “en Marruecos”. No obstante, los mismos agentes habían avisado de que los cuerpos sin vida localizados estaban “al lado” de tres inmigrantes supuestamente rescatados en “las rocas del espigón”.
A pesar de que el ministro de Interior se había comprometido a difundir toda la documentación entregada a la jueza de Ceuta, esta es una de las pocas conclusiones extraídas de los escasos extractos de las grabaciones hechos públicos durante la comparecencia del secretario de Estado de Seguridad, ya que en ninguno de los audios presentados se hacía referencia alguna al uso de material antidisturbios durante el intento de entrada a Ceuta en el que murieron 15 personas. Ni una orden concreta sobre cómo efectuar los lanzamientos de pelotas de goma y botes de humo que, según los testimonios de los supervivientes, causaron el pánico entre las personas que intentaban rodear el espigón fronterizo nado.
Aunque Interior ha confirmado el uso de “145 pelotas de goma, cartuchos de protección y cinco botes de ocultación”, durante la comparecencia se han obviado los fragmentos de los vídeos oficiales donde se aprecia su utilización y, con ello, se han ahorrado las explicaciones al respecto. Las imágenes difundidas hace semanas mostraban disparos de bolas muy cerca de los inmigrantes y el lanzamiento de botes de humo sobre los ellos. Nada de esto ha sido mentado por el secretario de Estado de Seguridad que insiste: “Lo que se ha mostrado es lo que hay”.
Tampoco se ha detallado el contenido de los protocolos de actuación de la Guardia Civil, solocitados también por la titular del Juzgado de instrucción número 6 de Ceuta y, por tanto, susceptibles de ser explicados según el compromiso de Fernández Díaz.
El número dos de Interior sí ha hecho hincapié en los momentos posteriores al rescate de los cuerpos sin vida en Marruecos, cuando los inmigrantes comenzaron a tirar piedras hacia el lado español. “Están lanzando piedras. Han roto un cristal”, comunicó uno de los agentes a través de la radio.
¿La marea estaba alta o baja?
Nueva contradicción. El secretario de Estado de Seguridad ha mencionado como una de las causas de las muertes la “falta de apreciación [de los inmigrantes] de la profundidad de las aguas” a la hora de planear el intento de entrada. Es decir, según Interior, los subsaharianos no contaron con el hecho de que la marea estaba “en su punto más alto” y “muchos no saben nadar”.
No obstante, en la grabación de las conversaciones del Instituto Armado se escucha con claridad como un agente grita: “¡La marea está baja!”.
“Retenedlos, que van para Ceuta”
Otra de las grabaciones ilustra la petición de instrucciones de los agentes después de localizar a varios inmigrantes nadando cerca de su patrullera.
- ¿Pero qué hacemos? ¿Los cogemos?
- No lo sé... —dudan desde el centro operativo— por lo menos retenedlos y que no sigan avanzando, que van para Ceuta“.
- “Es imposible, han pasado por detrás de nosotros y, o los cogíamos, o los dejábamos avanzar”.
Francisco Martínez ha confirmado que al menos cuatro inmigrantes fueron recogidos de las aguas españolas y devueltos de forma inmediata a Marruecos, algo ilegal según la ley de Extranjería. Este dato se pudo apreciar en el análisis de los vídeos oficiales difundidos pero hasta el momento no habían sido ratificados por Interior.
“A la altura del espigón hay tres 'morenos'”
En un extracto de la grabación un agente da el aviso de la presencia de tres inmigrantes nadando en las inmediaciones del espigón fronterizo. Pero se expresa de una forma peculiar: “A la altura del espigón hay tres 'morenos”, anuncia.
Los testimonios de los inmigrantes que lograron llegar a la orilla de Ceuta, recogidos en el informe de la ONG Caminando Fronteras, describían cómo algunos agentes se dirigían a ellos empleando esta expresión.
“He llegado a la zona española, estaba extenuado, entonces he elevado la mano para que el guardia le ayudase a salir del agua pero le ha pegado con la porra (...). Cuando llegué a la playa, me han dicho 'moreno tranquilo'”, dijo uno de los supervivientes.
“He recibido dos bolas de goma, una en el brazo, una de las balas me ha paralizado uno de los brazos pero he nadado hasta llegar a la playa. Los guardias decían 'tranquilo moreno, tranquilo'. Había una mujer guardia que me ha pegado”, podía leerse en otra de las declaraciones recogidas en este informe que, además, acredita las lesiones de supervivientes y de al menos uno de los fallecidos en la tragedia de Ceuta.
El secretario de Estado de Seguridad también ha refutado entrar a valorar este documento, que incluye partes médicos y fotografías de los heridos, porque, según argumenta, su labor “no es entrar en informes de organizaciones” sino que “se tiene que basar en la información de la Guardia Civil”.