Dimite el director de Frontex. Acosado por las continuas revelaciones sobre casos de violaciones de derechos humanos en devoluciones en caliente en el mediterráneo, Fabrice Leggeri ha presentado este viernes su dimisión ante el consejo de administración de la guardia de fronteras de la UE. Según una nueva investigación publicada por The Guardian, Frontex ha estado involucrada en las devoluciones de al menos 957 solicitantes de asilo en el mar Egeo entre marzo de 2020 y septiembre de 2021.
En su carta de dimisión, Leggeri escribe: “Devuelvo mi mandato al Consejo de Administración, ya que parece que el mandato de Frontex en el que he sido elegido y renovado en junio de 2019 ha sido silenciosa pero efectivamente modificado”. La Comisión Europea, no obstante, afirma que el mandato no ha sido en absoluto modificado. Además, Leggeri en su carta pide usar sus vacaciones anuales restantes, un total de 61 días.
Mientras, está previsto que se publique en los próximos días este informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) sobre las denuncias de la presunta implicación de la Frontex en devoluciones ilegales de migrantes en la frontera entre Turquía y Grecia.
El Consejo de Administración de Frontex ha explicado más tarde: “En vista de las investigaciones de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) contra tres miembros del personal de Frontex, incluido el director ejecutivo de la agencia, el Consejo de Administración de Frontex se ha reunido los días 28 y 29 de abril de 2022 de forma extraordinaria para decidir los próximos pasos. En la reunión, el director ejecutivo tuvo la oportunidad de comentar las conclusiones del informe de la OLAF. El primer día de la reunión, declaró su renuncia a todas sus funciones con efecto inmediato y su intención de terminar su trabajo en la agencia. El Consejo de Administración tomó nota de sus intenciones y concluyó que, por lo tanto, el mandato había llegado a su fin. En vista de la dimisión del director ejecutivo, el consejo de administración decidió que ya no es necesario incoar nuevos procedimientos contra el director ejecutivo en relación con el informe de la OLAF de 15 de febrero de 2022, ya que el resultado de estos procedimientos no afectará a la posición de director ejecutivo”.
El consejo de administración ha nombrado a Aija Kalnaja, directora ejecutiva adjunta de mayor rango, sustituta de Leggeri hasta nombrar un director ejecutivo interino, a más tardar en la reunión del consejo de administración de junio de 2022: “A tal fin, el consejo de administración solicitó a la Comisión Europea que preparara con urgencia la publicación del puesto de director ejecutivo de Frontex”.
En una pregunta parlamentaria remitida en marzo a la Comisión Europea, el diputado de los Verdes Erik Marquardt aseguraba que, en el resumen de ese informe que se había proporcionado a los eurodiputados, la OLAF ha revelado que la cúpula de Frontex estaba al tanto de las violaciones de derechos humanos y “evitó reportarlas de manera deliberada”, informa Efe.
Frontex, la agencia mejor financiada de la UE, con un presupuesto de 758 millones de euros, está siendo investigada por denuncias de complicidad con las autoridades griegas en devoluciones ilegales de solicitantes de asilo, algo que la organización ha negado.
Ahora, una investigación conjunta de Lighthouse Reports, Der Spiegel, SRF Rundschau, Republik y Le Monde ha revelado la participación de Frontex en las devoluciones según su propia base de datos. Según la investigación, una solicitud de libertad de información (FoI, por sus siglas en inglés) encontró que la base de datos de informes de incidentes internos de la agencia, llamada Jora, registró avistamientos de devoluciones de solicitantes de asilo en el Egeo que los funcionarios etiquetaron como “prevención de salida”.
Frontex define esto como un incidente en el que las autoridades de un país no europeo detienen a los migrantes en el mar en sus aguas territoriales y los envían de regreso a su punto de partida.
Frontex proporcionó una versión con tachones de la base de datos, pero incluyó descripciones de 145 casos etiquetados como “prevención de salida”, que diferían de los informes de los mismos incidentes por parte de la guardia costera turca, testigos, documentos filtrados y otras fuentes confidenciales.
“La dimisión de Leggeri es una gran noticia, aunque Frontex no lo haya hecho oficial todavía. Se deben esclarecer inmediatamente todos los motivos que han llevado a esta decisión. Por su parte, la Comisión debe asumir su responsabilidad con respecto a Leggeri y esta agencia”, ha declarado la portavoz de IU en la Eurocámara, Sira Rego, miembro de la comisión que investigó la agencia por las denuncias sobre violaciones de derechos humanos: “El problema de Frontex no es sólo Fabrice Leggeri, el problema de Frontex es estructural. Por ello, su dimisión no es suficiente y necesitamos un cambio total en la política migratoria de la UE”.
Según el informe publicado entonces por el Parlamento Europeo, Frontex no estaba haciendo lo suficiente para que se respeten los derechos humanos en las fronteras europeas. Es más, Frontex, según el informe del grupo de trabajo del Parlamento Europeo presentado este jueves, mira a otro lado ante actuaciones de países como Hungría, Croacia o Grecia contrarias a los derechos fundamentales en relación con las personas migrantes. Aún más, Frontex, según los eurodiputados, se queda tan lejos de sus obligaciones que sigue teniendo vacantes una veintena de puestos de trabajo de supervisores de derechos humanos. Y eso que el informe se ha elaborado sin convocar a las sesiones de Bruselas a víctimas de las violaciones de derechos humanos denunciadas por investigaciones periodísticas y de organizaciones humanitarias: incluso la evaluación interna de la agencia demostró que había casos en los que había participado Frontex en los que no podía descartarse violaciones de derechos fundamentales.
“El grupo no encontró pruebas concluyentes sobre la realización directa de devoluciones en caliente y / o expulsiones colectivas por parte de Frontex en los casos de incidentes graves”, dicen las conclusiones del informe: “Sin embargo, la Agencia encontró pruebas que respaldan las denuncias de violaciones de los derechos fundamentales en los Estados miembros con los que tenía una operación conjunta, pero no abordó ni dio seguimiento a estas violaciones de manera rápida, vigilante y eficaz. Como resultado, Frontex no evitó estas violaciones ni redujo el riesgo de futuras violaciones de los derechos fundamentales”.