80 disidentes encarcelados en Azerbaiyán no verán los Juegos de Bakú
El viernes a las 18.00 horas Bakú, capital de Azerbaiyán, se ha vestido de gala para inaugurar los primeros Juegos Europeos de la historia. Desde su celda, la periodista disidente Khadija Ismayilova se perderá la inauguración, este mes de juegos y un número de años aún sin determinar de su propia vida. Ella es una de tantos presos considerados convictos políticos por los Juegos Europeos que están ensombreciendo la brevísima historia de esta competición.
Ismaylova es una periodista de investigación que ha denunciado la corrupción en las más altas instancias del gobierno y fue detenida hace seis meses por “falsos cargos de malversación, negocios ilegales, evasión fiscal y abuso de poder”, según denuncian sus abogados. Su carta, escrita y filtrada desde la prisión, ha sido publicada en exclusiva por eldiario.es y otros medios internacionales, como The New York Times.
En una oficina en el centro de Londres la estadounidense Rebecca Vincent, también represaliada por el régimen, nos cuenta cómo varias campañas de Sport for Rights en toda Europa, España incluida, están tratando de hacer llegar al mundo las denuncias que el gobierno de Azerbaiyán quiere acallar. En Barcelona, este viernes a las 17 horas ha habido una concentración frente a la Oficina de la Comisón Europea.
La propia Rebeca Vincent, que había trabajado años antes como diplomática para la embajada de Estados Unidos en el país, fue expulsada de Azerbaiyán y separada de su marido y su hijo durante más de un año por participar en una campaña llamada Arts for Democracy.
“Ismayilova es una entre tantos detenidos en la limpieza de voces discordantes que el gobierno hizo antes de los juegos olímpicos”, nos cuenta Vincent. En verano de 2014 comenzó una intensa persecución de las voces que podían ensombrecer la imagen de país progresista que Azerbaiyán quiere dar al mundo en estos juegos. Como ella, otros siete periodistas y seis activistas de derechos humanos pasarán los primeros juegos europeos de la historia entre rejas por atreverse a contar las verdades incómodas de este país. Son los 13 activistas a los que Vincent considera los “presos políticos de los Juegos Europeos”.
“Las personas que están encarceladas lo están por cargos inventados”, denuncia Rebeca Vincent. La mayoría de los bloggers, por ejemplo, están acusados de tenencia de drogas. Otros periodistas han sido arrestados por evasión de impuestos o abuso de poder, como es el caso de Ismayilova.
La nación que patrocina al Atlético de Madrid, está en el puesto 126 de 175 en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional y ha sido denunciada en repetidas ocasiones por Reporteros sin Fronteras por la ausencia de libertad de prensa. Nada de esto impidió al Comité Olímipico Europeo votar a favor de que este país se convirtiera en la primera sede de los Juegos Olímpicos Europeos. Aunque su historia ha comenzado con mal pie.
Holanda, que había sido designada como la segunda sede de esta nueva competición para 2019 renunció hace seis días a la candidatura por considerar “irresponsable” dedicar 57,5 millones de euros a los juegos, según dijeron en un comunicado.
Silencio de la organización de los Juegos
Cuestionados por la situación de los presos políticos del régimen, los organizadores de Bakú respondieron que no comentan cuestiones políticas. “Nos concentramos en trabajar con el Comité Olímpico Europeo para asegurarnos que los Juegos Europeos benefician al deporte del continente y otorgan infraestructura de calidad como legado para los ciudadanos del país. El Comité Operacional de los Juegos Olímpicos de Bakú es una organización no política que va a llevar a cabo unos juegos de primera categoría para el pueblo de Azerbaiyán y las 50 naciones europeas que participan”.
España acude con 212 deportistas, entre otros Joel González, quien ganó la medalla de oro de taekwondo en Londres 2012. Pero tanto en España como en el extranjero los titulares previos a este evento no se los están llevando los atletas sino los más de 80 prisioneros políticos del país. Nijat Aliyev, director del sitio web azadxeber.az (10 años de prisión), Araz Guliyev, editor del sitio xeber44.com (ocho años de prisión), Intigam Aliyev abogado por los derechos humanos y presidente de la Legal Education Society (7.5 años) o el propio Rasul Jarjof (6.5 años), cuyos delitos según las autoridades de Azerbaiyán son los de evasión fiscal, emprendimiento de negocios ilegales y abuso de poder. Antes de ingresar en prisión, hace seis meses, estaba investigando si los cargos de otros prisioneros políticos eran legítimos.
“El deporte no está por encima de los derechos humanos y en los años previos a los Juegos Europeos el gobierno de Azerbaiyán ha arrestado a los defensores de derechos humanos y periodistas más prominentes. Aún así desde lo más alto del deporte europeo, se guarda silencio. ¿Por qué es hoy el deporte sinónimo de corrupción?”, se pregunta Gulnara Akhunodova, una activista exiliada del país en Copenhague desde el verano de 2012.