La Unión Europea está analizando la posibilidad de impulsar “un nuevo patrón” en las labores de control fronterizo y salvamento marítimo en el Mediterráneo: la financión comunitaria de patrulleras en Túnez y Egipto para “evitar la salida de inmigrantes de la orilla sur” y, de esta forma, “detener las tragedias en el mar”. La propuesta, materializada por el Gobierno italiano en un documento confidencial al que ha tenido acceso eldiario.es y otros medios europeos como The Guardian o The Spiegel, ha sido estudiada en diversas reuniones informales por representantes de algunos países europeos, entre los que se encuentra España.
El esquema que resume la apuesta de Italia pretende la financiación de embarcaciones de países del norte de África —el documento menciona Túnez y Egipto— para “localizar y rescatar a los migrantes en peligro en el mar”. Las personas rescatadas serían trasladadas por los países africanos “a sus propios puertos” con dinero europeo. La UE, por tanto, no sería responsable de la acogida de estas o de la tramitación de solicitudes de asilo en el caso de aquellas que huyan de su lugar de origen.
La propuesta italiana menciona un doble objetivo: disiminuir las salidas de inmigrantes desde Túnez y Egipto a Europa por la vía irregular y, con ello, bajar las preocupantes cifras de muertes en el Mediterráneo. Este tipo de acuerdos no son nuevos. España, por ejemplo, mantiene varios convenios de “cooperación” con esta finalidad con países como Senegal o Marruecos.
A corto o largo plazo, señala, “el nuevo patrón produciría un efecto disuasorio real, porque cada vez menos inmigrantes estarían dispuestos a arriesgar su vida para llegar a las costas europeas”, indica el documento interno discutido el pasado 12 de marzo en el marco de la reunión del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea, en un encuentro informal en el que participó el comisario europeo de Inmigración y los ministros de Interior de España, Francia y Alemania, según ha podido saber este medio.
“Tenemos que hacer todos los esfuerzos posibles para evitar la salida de migrantes de la orilla sur del Mediterráneo, principalmente con el fin de detener esta secuencia de tragedias en el mar”, expone el documento confidencial. “Una opción viable es una gradual y directa participación de países terceros de confianza en la vigilancia marítima y la actividad de búsqueda y rescate”.
Desde la tragedia de Lampedusa de octubre de 2013, desde la Unión Europea afirman estar buscando la solución a las preocupantes cifras de muertes en el Mediterráneo. Las negociaciones no se reflejan en las cifras. El 2014 fue el año más mortífero para los inmigrantes según la OIM, con más de 3.200 fallecidos en las aguas del Mediterráneo. El 2015 no parece romper con esta dramática tendencia, y los naufragios continúan al alza. Al aumento de los viajes migratorios desde el norte de África motivados por el auge de las emergencias humanitarias se une a la inexistencia de una operación europea de salvamento marítimo.
El Gobierno italiano, tras verse obligado a suspender su dispositivo de rescate Mare Nostrum ante la falta de apoyo de la UE, sostiene en esta nueva propuesta que “el objetivo” debería ser “compartir la carga pesada” con pasíses africanos para “manejar esta emergencia humanitaria y migratoria sin precedentes”.
Además de la posible implicación de los estados miembros, el documento cita a organizaciones internacionales, como el ACNUR y la OIM, para “proporcionar competencias a autoridades de terceros países” a través de “su experiencia en la gestión de flujos migratorios mixtos, los procedimientos de protección internacional, asistencia a las personas vulnerables y el retorno de inmigrantes irregulares a su país de origen”.
Centros de refugiados fuera de la UE
Otra de las cuestiones que están siendo discutidas a nivel europeo sobre migración es la financiación y la apertura de centros en países africanos para personas que pretenden pedir asilo en Europa y el establecimiento de oficinas europeas de tramitación de asilo en el exterior de la UE, según adelantó el diario británico The Guardian.
En una carta a la que ha tenido acceso eldiario.es, el director de la oficina de Acnur en Europa, Vicent Cochetel, aclara al comisario europeo de Migración, Dimitris Avrampoulos, que su institución no ha llegado a un acuerdo con las autoridades italianas sobre esta iniciativa pues, afirma, necesita más información para poder valorarla.
En este sentido, Cochetel considera que la propuesta “requeriría una consulta y un acuerdo con los estados en los que el proceso se llevaría a cabo y que estos se realizasen conforme al derecho internacional para ofrecer soluciones a las personas que necesitan protección internacional”. Fuentes de Acnur reiteran a eldiario.es que, por el momento, no se les ha aportado más información.
Ante la confusión que rodea a esta inciativa, la eurodiputada de Izquierda Unida Marina Albiol ha registrado una batería de preguntas en el Parlamento Europeo con el fin de aclarar “qué mecanismos activaría la UE” para que las personas internadas puedan solicitar asilo en estos países o “cómo va a garantizar la Comisión Europea” el cumplimiento de los “derechos de las personas detenidas en terceros países”.
La 'externalización de fronteras'
Las diferentes iniciativas se enmarcan en un proceso denominado por ONG y especialistas en movimientos migratorios como “externalización de fronteras”, basado en el traspaso de las labores europeas de control fronterizo y salvamento marítimo a terceros países a cambio de financiación y asistencia técnica, como el envío de fuerzas de seguridad de estados miembros o tareas de formación.
Desde Amnistía Internacional, aunque rechazan valorar la nueva propuesta italiana hasta haber analizado el documento, recuerdan que “los acuerdos con terceros países sobre control de la inmigración irregular siempre deben ser respetuosos con los derechos humanos” por ambas partes. “No pueden firmarse con países donde no existe la posibilidad de pedir protección internacional o donde los malos tratos a los migrantes sean generalizados”, ha recordado Virginia Álvarez, responsable de Política Interior de la ONG. Túnez, por ejemplo, no cuenta con un sistema de asilo asentado, según Acnur.
“Uno de los objetivos de estos acuerdos es evitar las llegadas a Europa y se olvida que hay personas necesitadas de protección internacional”, afirma Álvarez. “Lo que no es aceptable es que Europa externalice sus responsabilidades de derechos humanos. Estamos en un momento de graves crisis humanitarias. Europa, además de apoyar económicamente, debe ofrecer otras medidas como posiblitar que los refugiados puedan acceder de forma segura a países europeos, como los reasentamientos”, añade.
Por su parte, la eurodiputada de Izquierda Unida ha tachado de “hipocresía” la propuesta italiana por utilizar el salvamento marítimo cuando, asegura, su objetivo real es evitar la llegada de inmigrantes. “Es un paso más de la externalizacion de fronteras, que busca esconder la inmigracion para que no llegue a Europa. La UE impulsa que terceros países le haga el trabajo sucio y se manchen las manos a cambio de recursos de económicos”, ha criticado Albiol.