Entre 2015 y 2021, hubo en Yemen al menos 577 bombardeos contra civiles o instalaciones que no tenían nada que ver con objetivos militares. Casi todos ellos acabaron con la vida de cientos de víctimas. La mayoría de estos ataques se llevaron a cabo con aviones cuyas piezas se fabricaron en España o bien con el apoyo de otras aeronaves fabricadas íntegramente en nuestro país.
Un informe de Amnistía Internacional, el European Center For Constitutional and Human Rights (ECCHR) y el Centre Delàs d’Estudis per la Pau denuncia la connivencia de estas empresas españolas en lo que se consideran crímenes de guerra en un conflicto enquistado desde hace siete años.
El informe se basa, en parte, en las revelaciones que elDiario.es ha publicado durante los últimos años en diversos reportajes de investigación junto a Lighthouse Reports sobre exportaciones de armamento, que han puesto de manifiesto la falta de control en la venta de armas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos y cómo estos países utilizan habitualmente material español en el conflicto.
Citando al grupo de expertos de la ONU, el estudio denuncia que los bombardeos a instalaciones civiles (hospitales, colegios, edificios residenciales, reuniones civiles o instalaciones culturales) no han sido errores o casos aislados sino un patrón reiterado por parte de la coalición de Emiratos Árabes y Arabia Saudí.
Las entidades se centran, sobre todo, en las aeronaves Eurofighter Typhoon y en el avión de reabastecimiento A330 MRTT y ponen el foco en Airbus, responsable de la fabricación en España de estas aeronaves o de buena parte de sus componentes. El Eurofighter es un caza utilizado en gran cantidad de ataques contra posiciones civiles y algunos de sus componentes están fabricados en las instalaciones de Airbus en Ilescas (Toledo) y Getafe (Madrid).
Respecto a la aeronave A330 MRTT, denuncian que estas aeronaves están fabricadas en España y que el mantenimiento de estos aviones de la coalición saudí se lleva a cabo en las instalaciones que Airbus tiene en el aeropuerto de Barajas, tal y cómo publicó este periódico en 2019.
El avión A330 MRTT presta un apoyo aéreo imprescindible a los cazas Eurofighter ya que se encarga de reabastecer de combustible en el aire a estos aviones para que puedan seguir con su actividad. Este periódico pudo geolocalizar imágenes en 2019 que mostraban como el A330 MRTT abastecía de combustible a un Eurofighter mientras sobrevolaba territorio yemení.
El informe denuncia la falta de control y la vulneración de las normativas nacionales e internacionales por parte del Gobierno a la hora de autorizar las exportaciones de estos materiales, pero también considera que desde Airbus debería haber protocolos para evitar que sus productos acaben siendo utilizados para cometer posibles crímenes de guerra.
El documento recuerda que la abundante información de organismos internacionales sobre la comisión de posibles crímenes de guerra ha sido trasladada de manera reiterada a las autoridades y a empresas como Airbus, sin que estas hayan tomado cartas en el asunto.
Las entidades señalan que, según los principios rectores de las Naciones Unidas sobre empresas y derechos humanos (UNGP en sus siglas en inglés), “las empresas deben contar con normas y procesos de diligencia debida para identificar, prevenir, mitigar y rendir cuentas sobre cómo abordan sus efectos sobre los derechos humanos”.
“Parecería haber una base razonable para creer que las fuerzas de la coalición están cometiendo crímenes de guerra en Yemen y que tanto los representantes gubernamentales españoles como el personal con poder de toma de decisiones en Airbus Defense podrían haber contribuido o sido cómplices de dichos presuntos crímenes de guerra en el sentido indicado en el Artículo 25.3 del Estatuto de la Corte Penal Internacional”, apunta el texto.