Cinco incumplimientos de la ley que para el ministro de Interior son “casos puntuales”
Tras años de denuncias, el Gobierno ha reconocido que las devoluciones de inmigrantes a Marruecos efectuadas por la Guardia Civil momentos después de producirse los saltos de la valla de Melilla no son invenciones de ONG, testigos, afectados y algunos medios de comunicación. Aunque el ministro de Interior ha defendido que los agentes actúan en el marco de la ley “escrupulosamente”, también ha admitido que “puede haber casos puntuales” en los que no lo hagan. Estas prácticas son ilegales, según la Ley de Extranjería.
Estas son algunas de las expulsiones ilegales documentadas por periodistas u organizaciones, producidas durante los últimos años.
1. Traslado de inmigrantes heridos
Durante la madrugada del pasado 15 de enero, cerca de 450 personas de origen subsahariano intentaron saltar la valla de Melilla en dos intentos. Sólo 60 lo habían logrado, según los cálculos iniciales de la Delegación del Gobierno. Los titulares de muchos medios ponían el foco en el desalojo de 25 inmigrantes de un edificio donde se escondían de la policía.
Sin embargo, la verdadera noticia estaba en la puerta número A13 de la valla de Melilla, punto por el que tradicionalmente los inmigrantes son devueltos a Marruecos de forma ilegal una vez que saltan la alambrada. La ONG Prodein difundió este martes un vídeo publicado en Desalambre en el que denuncia la expulsión de inmigrantes por parte de la Guardia Civil. Las imágenes muestran los momentos posteriores a la supuesta devolución.
2. La grabación de voz: 26 de abril de 2013
Momentos después de haberse producido un intento de salto el pasado 26 de abril, el capitán de la Guardia Civil y un suboficial discutían sobre cómo debía llevarse a cabo las llamadas “devoluciones en caliente” en aquella ocasión. El País accedió a la grabación de la conversación entre ambos agentes:
Capitán: “¿Se han hecho ya todas las rondas?”.
Suboficial: “Negativo. Están poniendo pegas a última hora. Dicen que les llevemos por la zona del cementerio musulmán, por la zona más oscura”.
Suboficial: “¿Quiere usted que nos acerquemos al punto o cortamos la ronda?”.
Capitán: “Sí, ve activando el protocolo en la A 13 [único tramo de la valla que no cuenta con una videocámara de vigilancia]”.
Capitán: “Comunica al personal veleta [fuerzas de seguridad marroquíes] que si [la entrega] puede ser por la puerta de abajo [de la A 13], que los furgones no suben la cuesta”.
3. Las cifras no cuadran
El pasado 29 de noviembre, después de que tuviese lugar un intento de salto a la altura del paso fronterizo de Farhana, la Delegación del Gobierno confirmó que un grupo de 120 subsaharianos habían intentado acceder a Melilla. Las mismas fuentes aseguraron que 40 habrían conseguido su objetivo y negaban la existencia de heridos.
Estos datos no concordaban con los ofrecidos por la propia Guardia Civil, que tras acabar el dispositivo de seguridad aseguraba que 24 personas habían superado la alambrada, cifra que coincidía con el número de personas que finalmente obtuvieron plaza en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
¿A dónde van todos esos inmigrantes que han sido interceptados en las inmediaciones del CETI y que no aparecen en las cifras oficiales? Se preguntaba entonces, irónicamente, el colaborador de Desalambre en Melilla, Jesús Blasco de Avellaneda. Una vez más: devoluciones en caliente.
Una situación similar ocurrió unos días después, el 4 de diciembre, cuando un grupo de entre 40 y 50 inmigrantes intentaron entrar en Melilla, según la Delegación de Gobierno. Sin embargo, según agentes y testigos, el grupo podría superar el centenar de personas. El periodista Jesús Blasco de Avellaneda confirmó que al menos cinco inmigrantes habían sido expulsados de forma irregular a través del vallado fronterizo.
4. El primer vídeo que lo demostraba
La ONG Pro Derechos de la Infancia (PRODEIN) presentaba el 20 de septiembre de 2005 ante la Fiscalía General del Estado un vídeo en el que se veía cómo varios guardias guiaban a un grupo de 15 subsaharianos entre las dos vallas y, tras abrir una puerta de la alambrada, les entregaba directamente a las Fuerzas Auxiliares marroquíes, que les recibían a correazos y golpes de bastón.
5. La primera vez que se documentó: testimonios
Según ha documentado el periodista melillense, la noche del 3 de enero de 2004, un joven camerunés de 28 años logró acceder a Melilla tras saltar la alambrada junto a varios de sus compañeros. Según explicó el testigo, fue detenido por varios agentes de la Guardia Civil, que, después de maniatarlo con bridas de nailon, le propinaron una brutal paliza antes de expulsarlo a territorio marroquí por una de las puertas del vallado fronterizo, abandonándolo en estado de semiinconsciencia.
Allí, tirado en una arboleda, permaneció durante tres días a la intemperie, maniatado, sin comida ni agua, hasta que fue encontrado por unos camaradas poco antes de desfallecer. Debido a la fuerte presión que durante esos días le produjeron las bridas, el camerunés perdió la práctica movilidad en ambas manos y necesitó semanas para reponerse de los golpes.