Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Una “salida masiva de inmigrantes” que en realidad era un concierto de Pink Floyd: las 'fake news' alimentan el odio en Italia

El ministro italiano del Interior Matteo Salvini en un programa de televisión.

Ismael Monzón

Roma (Italia) —

De tan real que parece, la mirada de Josefa no puede ser verdadera. Para algunos, la fotografía de la mujer camerunesa, superviviente del último naufragio atendido por la ONG española Proactiva Open Arms, no sería más que un montaje, ya que en algunas fotos aparece con esmalte de uñas. Para quienes difunden esta información, es una verdad incuestionable, aunque en realidad se trate del último bulo que circula por Internet en Italia.

Tanto ha dado que hablar en las últimas horas, que la periodista italiana que iba a bordo del barco, Annalisa Camilli, ha tenido que explicar que los miembros de la ONG le pintaron las uñas a Josefa durante la travesía a España para tranquilizar a una persona que había pasado horas aferrada a una tabla de madera, esperando que alguien llegara en su ayuda.

Poco importan las explicaciones cuando la verdad ya se ha puesto en cuestión. Durante la polémica con Open Arms a propósito de este naufragio, el vicepresidente y ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ya dijo que era todo falso y que se encargaría de demostrarlo. Hasta ahora no ha presentado ninguna prueba, simplemente mencionó que, según los guardacostas libios y una periodista alemana embarcada con ellos, no había quedado ninguna persona en el mar. Pero en la estrategia de Salvini tampoco prima el desarrollo de una afirmación, sino el mensaje directo que puede orientar la opinión pública.

El caso de Josefa no es una excepción. En los últimos meses han circulado multitud de bulos a través de las redes sociales relacionados con la inmigración. En uno de ellos, se cuestionaba la veracidad de un naufragio en Libia con más de un centenar de muertos, en el que se vieron los cadáveres de varios niños.

La Organización Mundial de las Migraciones informó del suceso. En las redes sociales se corrió el rumor de que en las fotografías difundidas aparecían actores que habrían simulado la tragedia.

Otros casos han sido aún más surrealistas, como una imagen de un supuesto puerto de Libia repleto de personas que se hizo viral. En la imagen, alarmaban varios tuiteros, habría miles de migrantes dispuestos para zarpar rumbo a Italia. En realidad se trataba de un concierto de Pink Floyd en Venecia en 1989.

“La inmigración es uno de los temas preferidos para los creadores de fake news. A los extranjeros siempre se les relaciona con la delincuencia o el abuso de los servicios sociales”, apunta Claudio Michelizza, creador del portal Bufale.net. En italiano, 'bufala' se traduciría como bulo. “Algo que siempre ha existido, pero que se ha multiplicado con el uso de las redes sociales”, aclara Michelizza. La función de este investigador y su equipo es verificar las noticias virales y distinguir la verdad de lo que no lo es.

El fundador del portal añade que no denuncian a los emisores de este tipo de noticias, sino que simplemente realizan un estudio con las corrientes que generan. “Podemos determinar que existe un impacto claro en el voto y en la opinión. El mejor ejemplo es que una página modesta como la nuestra tiene dos millones de visitas al mes, por lo que las fake news generan claramente un debate”, sostiene.

En una de las últimas publicaciones de Bufale.net se aclara que el periodista antimafia Roberto Saviano nunca dijo en televisión que prefería “atender a los clandestinos antes que a las víctimas italianas de los terremotos”. Saviano también ha sido acusado por Salvini de distorsionar la realidad.

El impacto, sin embargo, lo demuestran diferentes estudios. Un informe de la compañía demoscópica Ipsos revela que los italianos piensan que la población extranjera en su país alcanza el 30% del total, cuando en la realidad es del 9%. También otro gráfico de la misma compañía muestra cómo el incremento de la preocupación por la inmigración crece exponencialmente con el número de desembarcos en Italia. “Cuando un fenómeno aparece todos los días en los medios de comunicación y en las redes sociales, la opinión pública tiende a maximizarlo”, opina Chiara Ferrari, analista de Ipsos.

¿Cómo afectan las noticias falsas?

Ferrari ha coordinado, junto con el colectivo internacional More in Common, otra investigación que sostiene que únicamente el 18% de los italianos perciben la inmigración como un fenómeno positivo, mientras que cerca del 60% teme que el aumento de la población extranjera pueda ocasionar problemas a su país. “Italia se divide en dos almas: la solidaria, entre la que tiene especial influencia la tradición católica; y la que piensa que la inmigración ha superado todos los límites. Sin embargo, el 48% de la gente asegura que no tiene una opinión demasiado formada, por lo que es muy permeable al bombardeo de información”, apunta la experta. Y ahí es donde entran las llamadas fake news.

En otro ejemplo, hace algunos meses se compartió en miles de ocasiones una fotografía de una persona de origen subsahariano que supuestamente viajaba en tren de alta velocidad sin un billete válido. Alguien presenció la escena y subió la imagen a Facebook acompañada del comentario: “Es la certeza de la total ausencia de condenas en nuestro país a estas personas que no pueden llamarse refugiados”. Sin embargo, más tarde se supo que en realidad el joven simplemente se había sentado en un asiento equivocado.

“En muchos casos, estos episodios los originan simples usuarios que pretenden construirse un nombre en las redes sociales o dicen estar realizando un experimento sociológico para comprobar el impacto”, asegura Claudio Michelizza. Sería el caso del chico del tren. La pregunta sería quién provoca que una simple escena cotidiana se convierta en el tema del momento y quiénes se encargan de construir realidades completamente paralelas como el concierto de Pink Floyd.

La investigadora del Institute for Strategic Dialogue, Julia Ebner, descubrió en un estudio reciente que cientos de usuarios conectados en red habían compartido miles de mensajes durante la campaña electoral para favorecer el triunfo de la Liga de Matteo Salvini. Su partido obtuvo el 17% de los votos, pero logró llegar al Gobierno gracias a un acuerdo con el Movimiento 5 Estrellas.

Se han publicado multitud de informaciones que apuntan a la conexión rusa, aunque la autora de este think tank con sede en Londres sólo ha podido comprobar que “en Europa se repite un patrón que funcionó en Estados Unidos con la victoria de Donald Trump”. Ebner acaba de publicar un libro llamado 'La Rabia’, en el que explica cómo se extiende de forma global esta corriente de extrema derecha.

Una tendencia que en Italia está claramente representada por Matteo Salvini, quien replica a otros compañeros de viaje como Trump o Victor Orbán en sus acusaciones a una conspiración mundial guiada por el filántropo George Soros o en una intencionada mezcla entre realidad y ficción. Distintos organismos como Caritas han elaborado informes para desmentir que Italia actualmente se enfrenta a una “invasión”, que “los inmigrantes roban el trabajo” o que entre los refugiados “se cuelan terroristas”.

Esto requiere de algo de atención y tiempo para comprobar los datos, mientras que el mensaje de Salvini va directo y al mentón. En Sicilia, tras un desembarco de una nave italiana cargada de migrantes, se escuchaba hace algunas semanas en un bar: “Las ONG no se quieren identificar porque cooperan con los traficantes para llevar a los inmigrantes a puertos italianos…”. No hablaba el ministro del Interior en televisión, sino el propietario del local.

Etiquetas
stats